El opositor venezolano Leopoldo López recala en Madrid para pedir elecciones libres y tachar a Maduro de “asesino”

Europa Press

27 de octubre de 2020 21:21 h

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El opositor venezolano Leopoldo López ha recalcado este martes que Venezuela “será libre” no por la fuerza de “agentes externos” sino por la fuerza de los propios venezolanos y en coordinación con el “mundo libre”, al tiempo que ha llamado a incrementar la presión para que se puedan celebrar elecciones “libres y justas”. “Venezuela va a ser libre, no por obra y gracia de agentes externos, sino por la fuerza interior de los venezolanos en coordinación con el mundo libre, que nos va a ayudar a liberar el país”, ha dicho López,  que no ha dudado en tachar a Maduro de “asesino”.

López ha comparecido en Madrid ante decenas de periodistas, en un acto que ha obligado a guardar distancias por motivos de seguridad y arropado por sus padres, su esposa y sus dos hijos mayores. A ellos se ha referido en varias ocasiones, en una intervención en la que ha intercalado respuestas a las preguntas con mensajes dirigidos a Venezuela.

Han sido mensajes dirigidos a la oposición democrática, a la que ha reclamado unidad; y al pueblo venezolano, al que ha pedido “fuerza, fe, convicción y determinación”. “We will come back”, ha proclamado, citando palabras del expresidente Rómulo Betancourt al partir al exilio y asegurando que no quería marcharse y que se ha ido “con el corazón arrugado”.

“Los venezolanos que estamos en el exilio decimos que vamos a regresar a Venezuela para liberar a Venezuela y para construir la mejor Venezuela”, ha recalcado, denunciando la situación en la que se encuentra el país resultado del “modelo totalmente equivocado, erróneo, represivo y que hoy está afectando el bienestar de millones de venezolanos y obligado a más de cinco millones” a salir al país.

Elecciones, responsabilidad penal y ayuda humanitaria

En cuanto a sus planes tras abandonar Venezuela, ha adelantado que se dedicará a “promover e impulsar que se puedan materializar unas elecciones presidenciales libres, justas y verificables”.

Asimismo, ha dicho que hará “lo que corresponda para que los responsables de las violaciones de los Derechos Humanos, las torturas y los asesinatos” que se han producido “puedan ser sometidos a la justicia internacional” y para “buscar todos los mecanismos para poder aliviar el sufrimiento” de los venezolanos y “garantizar la ayuda humanitaria y económica”.

De hecho, ha avanzado que entre sus primeras iniciativas estará el promover sanciones europeas, estadounidense y de la ONU contra el “círculo de Maduro”, las 56 personas que figuran en el informe elaborado por la Misión de la ONU que denunció crímenes de lesa humanidad.

De ello ha hablado con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al que ha pedido que estas sanciones sean “palanca de presión para poder impulsar el cambio en Venezuela. ”Yo creo en ese tipo de sanciones“, ha dicho, advirtiendo de que la UE ”no puede hacer la vista gorda“ ante lo que sucede en Venezuela.

López, que ha sido presentado como “preso de conciencia” además de como comisionado del Gobierno de Juan Guaidó, se ha referido en varias ocasiones a los presos políticos, incluidos los militares a los que no se permiten ni visitas de sus familias ni representación legal, y también ha denunciado que personas muy cercanas a su familia han sido detenidas a raíz de su marcha: “Maduro es un cruel dictador represor”.

En el plano político, ha sostenido que la vía del diálogo se ha intentado en los últimos años por distintas vías y con la mediación de distintos países pero no ha prosperado. “Me queda claro que con Maduro es muy difícil poder plantear una negociación”, ha subrayado, incidiendo en todo caso en que este no representa “a la totalidad de su partido” y de quienes colaboran con su dictadura.

En este sentido, se ha mostrado rotundo al afirmar que Venezuela necesita una transición y que dicha transición “va a tener que incluir a personas que han estado en la estructura de poder de la dictadura”. “Si no, no podrá ser transición”, ha recalcado, recordando que así ocurrió en países como España o Sudáfrica.

“Más presión” contra Maduro

“El problema para quienes hoy están en el círculo que rodea a Maduro es Nicolás Maduro, el dictador”, ha insistido el líder opositor, apostando por hacer todo lo posible para “aislar”, “meter más presión” y por la introducción de más sanciones.

Además, cree que hay que “utilizar todas las herramientas” para obligar al “dictador” a marcharse y ha apostado, como Guaidó, por evaluar la doctrina de la “responsabilidad de proteger” –que menciona la responsabilidad de la comunidad internacional de proteger a las poblaciones de un Estado cuando es evidente que este no logra hacerlo–. Con todo, ha subrayado que no quiere “una situación de más sufrimiento para los venezolanos”.

Si las condiciones sanitarias lo permiten, López se propone llevar su mensaje no solo por Europa y América, sino también a otros continentes, para redoblar la presión sobre Maduro buscando una coalición que una a todos los defensores de la democracia, sin colores ideológicos.

De hecho, ha expresado su deseo de acercarse al Gobierno argentino, cosa que ha hablado con Pedro Sánchez. Y, preguntado por las elecciones en Bolivia, donde el MAS de Evo Morales acaba de recuperar el poder, ha insistido en que unas elecciones libres en las que se respete la voluntad del pueblo es precisamente lo que necesita Venezuela.

Pese a su protección internacional, ha dejado claro que su intención no es crear una especie de gobierno en el exilio ni desplazar el eje de la oposición, sino contribuir a los esfuerzos de Juan Guaidó: “Que quede claro que hay una interlocución, el presidente Juan Guaidó y su equipo”.

Esperanzar a los venezolanos

Precisamente, se ha referido también a la consulta popular promovida por la Asamblea Nacional para rechazar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre dentro y fuera del país como un instrumento para “aglutinar” y “esperanzar” a los venezolanos. Habrá quien lo critique, ha concedido, pero a su juicio lo que no cabe es “cruzarse de brazos”.

Igual que a finales de 2018 el movimiento popular estaba “débil” y se levantó para apoyar a Guaidó, ahora se propone despertar un nuevo “ciclo”. Así, ha defendido que si es “útil”, seguirá siendo relevante.

En la misma línea, ha señalado que no le gustó el movimiento de Henrique Capriles de abrir la puerta a la participación en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, porque quebraba la unidad de la oposición, pero ha saludado que ya tenga claro que esas elecciones son “un fraude”.