Se levantan de la mesa. El bloque de las negociaciones para una relación entre la Unión Europea y Reino Unido a partir del 1 de enero están tan estancadas que los negociadores han decidido interrumpir las negociaciones este viernes por la tarde después de una intensa semana en Londres. Este sábado, el primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, intentarán resucitar un proceso agónico. Y, a estas alturas, podría ocurrir cualquier cosa, si bien ambas partes insisten en haber “trabajado a fondo para salvar las diferencias”, aunque no lo estén logrando. De momento, suben la pelota a los líderes políticos.
Y es que, en un bloqueo de las conversaciones, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ha llegado a los límites de su mandato. Ahora ya depende de los jefes de Estado y de Gobierno tratar de encontrar compromisos. Si no es así, es posible que no haya acuerdo. En este sentido, Von der Leyen tampoco tiene la misma libertad de movimientos que Johnson, porque el mandato de negociación proviene de los Estados miembros.
“Después de una semana de intensas negociaciones en Londres, junto con David Frost [negociador jefe británico]”, ha explicado el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, “hemos acordado hoy [por el viernes] que no se cumplen las condiciones para un acuerdo debido a divergencias significativas en materia de igualdad de condiciones [el célebre level playing field], gobernanza y pesca. Hemos pactado hacer una pausa en las conversaciones para informar sobre el estado de las negociaciones a nuestros superiores. La presidenta Von der Leyen y el primer ministro Johnson discutirán la situación mañana por la tarde [por el sábado]”.
Eso sí, lo que han conseguido Barnier y Frost ha sido pactar el comunicado:
Así, el equipo negociador de la UE regresa a Bruselas este sábado por la mañana –no sólo Barnier deja Londres, sino también sus dos ayudantes regresan a Bruselas–; Von der Leyen y Johnson hablan más tarde este sábado –puede incluso que Johnson hable con algún otro líder europeo también– y los embajadores de los 27 ante la UE se preparan para reunirse el domingo y ver los siguientes pasos a seguir.
Quedan cuatro semanas para el 1 de enero de 2021 y sigue sin haber acuerdo. Y aunque surgiera una solución mágica y el acuerdo fuera santificado por los líderes de la UE en la cumbre del 10 y 11 de diciembre, aún tendría que reunirse el Parlamento Europeo para dar su visto bueno y, lo que es más complicado, que el imprevisible Parlamento británico no diera alguna sorpresa en tanto que cada vez parece más claro que un acuerdo con la UE nunca será compatible con las promesas de los defensores del Brexit desde hace años porque sus promesas no eran compatibles con lo verosímil.
Con menos de un mes para el final del período de transición, las capitales de la UE también están cada vez más nerviosas ante la perspectiva de un no acuerdo y qué compromiso potencial podría ser posible para evitar ese escenario. Los gobiernos, agobiados por el bloqueo de Hungría y Polonia a los fondos de recuperación y los presupuestos para 2021-2027, empiezan a ponerse nerviosos ante la posibilidad de que un hipotético acuerdo llegue demasiado cerrado con elementos que no les convencen: hay países que defienden que es mejor un no acuerdo que un mal acuerdo con demasiadas concesiones a Boris Johnson, aun a riesgo de que el 1 de enero haya aranceles en todas las transacciones comerciales entre la UE y Reino Unido, y viceversa.
Y, por si fuera poco, aún sigue encima de la mesa el proyecto de reforma de la ley de Mercado Interior británica, que reescribe el acuerdo de retirada por el cual Reino Unido salió de la UE el 31 de enero de 2020. Una ley que la UE ha llevado al Tribunal de Justicia de la UE y que ha dicho era incompatible con cualquier acuerdo con Londres. El propio Barnier ha insistido este miércoles a los embajadores de la UE que si esa ley termina ratificándose, las conversaciones sobre el Brexit entrarán en “crisis” por la quiebra de confianza.
“Volviendo a la realidad, el futuro es otra cosa”, ha afirmado Bernd Lang, de la comisión del Brexit del Parlamento Europeo y presidente de la comisión de Comercio: “El mismo callejón sin salida de siempre, el mismo procedimiento de siempre. Von der Leyen y Boris Johnson hablarán por teléfono el sábado. No habrá acuerdo a cualquier precio”.