López Obrador avanza con la nacionalización del litio en México
Una semana después de conseguir el respaldo del 90% de los votantes en una consulta sobre la continuidad de su mandato, aunque con un participación por debajo del 20% que debilita su impacto, el presidente Andrés Manuel López Obrador avanza con una agenda que busca cambios en la matriz energética de México.
El rechazo del domingo pasado en la Cámara de Diputados a la reforma eléctrica, una de las apuestas más fuertes del Gobierno que buscaba limitar al 46% la participación privada en la generación eléctrica, no resultó un buen comienzo. Pero el presidente de México no se paralizó tras la derrota y ordenó continuar con la estrategia.
De esa manera, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en la tarde del lunes la reforma a la Ley Minera necesaria para avanzar con la nacionalización del litio. La propuesta –que no necesitaba de una mayoría especial como la eléctrica sino simple– avanzó en la cámara y ahora deberá ser tratado en el Senado.
El rechazo a la reforma eléctrica
Si bien la iniciativa ha sido respaldada por la mayoría del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), no consiguió los dos tercios necesarios para ser aprobada por el Congreso: 275 votos a favor, 223 en contra, ninguna abstención. El presidente de México ha dicho que el rechazo de los diputados opositores a la reforma eléctrica es una “traición”.
“Ayer [domingo] se cometió un acto de traición a México por parte de un grupo de legisladores que en vez de defender los intereses del pueblo, de la nación, en vez de defender lo público, se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras que se dedican a robar”, dijo el lunes el presidente. Y agregó que es un “triunfo para la democracia. Para demostrar que vivimos en un auténtico Estado de derecho”.
El diputado Jorge Romero Herrera, coordinador parlamentario del PAN, dijo este lunes que la coalición opositora presentará su propia iniciativa de reforma eléctrica durante este período legislativo. Desde Morena anunciaron este lunes una campaña para exhibir a los diputados “traidores”.
La nacionalización del litio
La respuesta no se hizo esperar. El Gobierno aseguró la siguiente jugada: avanzar con la nacionalización del litio. Fue así como una mayoría en la Cámara de Diputados aprobó este lunes la reforma a la Ley Minera necesaria para avanzar en el control del litio.
“Llamo a los legisladores para que se proteja el litio y empecemos a estructurar la empresa como la CFE que va a manejar todo lo relacionado con él y con el apoyo de los centros de investigación que hay en el país”, dijo López Obrador el lunes por la mañana.
Si bien México no cuenta en este momento con ningún yacimiento de litio en explotación, sí tiene tres en exploración en los estados de Baja California, San Luis Potosí, Zacatecas y Sonora, según la Secretaria de Economía.
La iniciativa busca promover la creación de una nueva empresa estatal que será la responsable de controlar los procesos de extracción, procesamiento y comercialización del litio aunque aún no se sabe si quedará en la órbita de la Secretaría de Economía o Energía.
El litio es uno de los metales buscados en este tiempo. Este elemento es la base de las baterías de los ordenadores portátiles, teléfonos y distintos dispositivos digitales, incluso para los coches eléctricos. Países como Australia, Chile, Argentina, México, Bolivia y Estados Unidos cuentan con las mayores reservas del mundo.
La consulta revocatoria
La jugada de López Obrador llega después del respaldo del 90% de los votantes en la consulta sobre la continuidad de su mandato hasta 2024. Nunca antes en México había tenido lugar un referéndum revocatorio impulsado por el propio presidente. Se preguntó: “¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”.
Pero la participación del 18% del padrón electoral –solo unos 17 millones de mexicanos de los más de 92 millones habilitados para participar, una cifra muy lejana al 40% necesario para que la consulta fuese vinculante– ha dado argumentos a la oposición, que la ve más como un revés político para López Obrador que como un respaldo.
“Amor con amor se paga. Nunca los voy a traicionar, nunca jamás voy a traicionar al pueblo de México. Me quedo y vamos a continuar con la transformación de nuestro país”, dijo López Obrador en un mensaje que compartió en sus redes sociales.
El presidente anunció al día siguiente de la consulta que propondría reducir el porcentaje de participación necesario para que la revocatoria de mandato sea vinculante con el 20% y no con el 40% de ahora.
Si bien el resultado estuvo por debajo de lo esperado por el Gobierno, le sirvió para dar el respaldo necesario al presidente para avanzar con una agenda de cambios políticos desde el Congreso. Hasta ahora, lleva uno perdido y otro ganado.
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