Las inundaciones causadas por las lluvias monzónicas, consideradas las más fuertes en años, han provocado la muerte de 1.200 personas en el sur de Asia. India, Nepal y Bangladesh son los países más perjudicados, donde Naciones Unidas cifra en 41 millones las personas afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por las fuertes precipitaciones. Decenas de miles de hogares, colegios y hospitales han sido destruidos.
“Existe la posibilidad de que la situación se agrave aún más a medida que las lluvias continúen en algunas zonas afectadas y las aguas de las inundaciones se muevan hacia el sur”, ha dicho la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Las agencias humanitarias de las Naciones Unidas están trabajando con el gobierno de Nepal para aportar agua potable, alimentos, refugio y ayuda médica. “Su preocupación más urgente es acceder a instalaciones de agua potable y saneamiento”, ha dicho la oficina de la ONU.
En la India, al menos 656 personas han muerto en las inundaciones que azotan el norte del país desde principios de este mes y que han causado casi 20 millones de damnificados, han informado este martes fuentes oficiales. El primer ministro indio, Narendra Modi, sobrevoló este lunes algunas de las zonas más afectadas por las inundaciones en Bihar y anunció ayudas inmediatas con valor de 65,5 millones de euros.
Sólo en Bangladesh, la ONU calcula que 114 personas han muerto y 640.000 hogares han sido destruidos. Las autoridades estiman que al menos 106.000 personas están en refugios de emergencia. Cerca de 2.000 equipos médicos locales han sido desplegados, incluso cuando un tercio del país está bajo el agua.
Los trabajadores humanitarios están preocupados por las enfermedades transmitidas por el agua. El gobierno cifra en más de 13.000 casos los resultantes de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea, enfermedades de la piel o infecciones respiratorias.
Lo mismo sucede en Nepal. Más de 143 personas han fallecido y cerca de dos millones se han visto afectados por las inundaciones, que han destruido 65.000 hogares. Naciones Unidas informa de que el gobierno, la ONU y otras ONG están trabajando de manera conjunta para proveer a los ciudadanos de comida, servicios sanitarios y kits de higiene, entre otra asistencia.
Los tres países sufren frecuentes inundaciones durante la temporada de monzones (de junio a septiembre), pero las organizaciones de ayuda humanitaria consideran que estas lluvias han sido las peores en años y centran su preocupación en la falta de agua potable y comida y la transmisión de enfermedades.