Las autoridades han cifrado en 30 el número de fallecidos por la tremenda erupción del volcán de Fuego de Guatemala.
El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, David de León, dijo que a las 21.00 hora local el número de muertos era de 25, las personas albergadas son 653 (378 en el departamento de Escuintla y 275 en Sacatepéquez).
El volcán, de 3.763 metros de altura, se ubica entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, a 50 kilómetros al oeste de la capital y esta erupción ya obligó a las autoridades a cerrar el aeropuerto internacional La Aurora.
Además de los fallecidos, el portavoz de la Coordinadora ha aumentado la cifra de heridos a 46, mientras que los afectados por esta erupción, la más violenta de los últimos años, son más de 1,7 millones.
Entre los heridos se encuentran 12 niños, cuatro de ellos con quemaduras de tercer grado, lo que obligó a las autoridades a su traslado al Hospital Roosevelt, de la capital.
La ceniza que lanzó el coloso alcanzó los 10.000 metros de altura sobre el nivel del mar, y según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), esta erupción, la segunda de 2018 del volcán de Fuego, es la más fuerte de los últimos años.
Ante esta catástrofe, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de las clases en los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, que han sido declarados por la Coordinadora Nacional de Desastres en alerta roja.
Varios países ya han anunciado su apoyo a Guatemala y Naciones Unidas expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y con los afectados, además de manifestar su “disposición de apoyo” al Gobierno y a la sociedad para atender esta emergencia.
En un comunicado, las organizaciones de la ONU señalaron que es “importante redoblar los esfuerzos y medidas para prevenir que otras poblaciones resulten afectadas” y ponen a disposición del Estado guatemalteco “los mecanismos de atención humanitaria”.