Aún se debe estudiar su impacto, pero las primeras evidencias sugieren que la nueva variante ómicron del coronavirus se propaga más rápido, incluso entre quienes han pasado la enfermedad o tienen anticuerpos. Preocupa a la Organización Mundial de la Salud y, a tenor de la celeridad de las últimas medidas, a un buen número de países, que se han apresurado a imponer restricciones ante la expansión de este virus, con una treintena de mutaciones, del que han confirmado casos en más de una decena de estados.
Desde que el pasado 23 de noviembre las autoridades sudafricanas detectaron el primer caso de esta nueva variante, se han sucedido una cascada de restricciones, a medida que se han ido detectando casos por varias zonas del mundo. Este viernes, un día después de que el ministro de Sanidad de Sudáfrica, Joa Phaahla, comunicase que se había detectado la variante B.1.1.529 en el país, varios miembros de la Unión Europea solicitaron activar el mecanismo que permite cerrar la frontera exterior a países donde la situación epidemiológica es peor o se han detectado variantes que pueden suponer un alto riesgo de transmisión del virus.
Todavía no se había detectado ningún caso de la variante ómicron en Europa, pero la UE decidió suspender los vuelos desde el sur de África. En concreto, desde Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesotho, Mozambique, Namibia y Zimbaue. La medida se acordó a través del Dispositivo de Respuesta Política Integrada a la Crisis (IPCR, por sus siglas en inglés), un mecanismo que permite coordinar la respuesta política a grandes crisis.
Las resoluciones del IPCR no son de obligado cumplimiento, sino que son los estados quienes deben incorporarlas. Así, a lo largo del viernes diferentes países fueron anunciando la entrada en vigor de esta medida, que afectaba sobre todo a Sudáfrica. Para cuando Bélgica comunicó su primer caso de la variante ómicron el viernes, Alemania, Italia, Países Bajos, Austria y Francia ya habían comunicado que impedirían la llegada de viajeros procedentes de estos países.
España confirmó que cancelaría los vuelos desde Sudáfrica y Botsuana tras aprobar la medida en el próximo consejo de ministros, que se celebra el martes. Entre tanto, el ministerio de Sanidad publicó este sábado una resolución general en la que endurecía las condiciones para entrar al país y por la que exigía, con carácter inmediato, que los viajeros que llegasen de países en “alto riesgo” presentasen una prueba de infección activa de COVID con resultado negativo, independientemente de que hubieran recibido la vacuna o pasado la enfermedad. Esta lista, que se puede consultar en la web del ministerio, incluye actualmente a esos siete países. La medida es similar a la puesta en marcha por otros países, como Dinamarca, donde este domingo se han detectado sus dos primeros casos confirmados de esta variante.
Reino Unido recupera las mascarillas
Quizás el caso más paradigmático sea el de Reino Unido. La alerta por la variante ómicron pilló a muchos países de Europa inmersos en nuevas restricciones, que los diferentes gobiernos llevaban implementando en las últimas semanas para contener el aumento de contagios y tratar de reducir la incidencia de esta nueva ola. No fue el caso del ejecutivo británico donde, pese a cerrar este viernes con una tasa por encima de los 840 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, no había anunciado medidas decididas a contener el avance del virus. Hasta este viernes.
Con el anuncio de la aparición de la nueva variante, Reino Unido, con importantes conexiones comerciales con la zona, fue el primer país en suspender los vuelos desde Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Esuatini, Zimbabua y Botsuana. Una lista a la que este domingo ha sumado a Angola, Mozambique, Malaui y Zambia. Los ciudadanos o residentes británicos que regresen de esos países deberán hacerse PCR y cuarentena obligatoria.
Desde este martes, Inglaterra recupera la mascarilla obligatoria en tiendas y en el transporte público y las tres naciones vuelven a los test PCR obligatorios a todos los viajeros que lleguen del extranjero y al confinamiento de contactos estrechos de positivos, aunque estén vacunados. Unas medidas que se adoptan de forma “temporal y provisional”, según explicó el ministro de Sanidad, Sajid Javid. Este ha enviado un mensaje de tranquilidad al considerar que la situación no está tan mal “ni de lejos” como para plantear el teletrabajo obligatorio. Por su parte, el primer ministro Boris Johnson, ha hablado de “ganar tiempo” ante una variante que “parece transmitirse muy rápidamente” y “entre personas con la pauta completa de vacunación”.
En Países Bajos, donde este domingo se han confirmado 13 casos de variante ómicron de entre los 61 pasajeros de un vuelo procedente de Sudáfrica que dieron positivo tras aterrizar en Ámsterdam en la noche del viernes al sábado, se ha decretado ya el confinamiento nocturno para las actividades no esenciales y el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados, como bares, restaurantes, cines y teatros. Además, se han restringido los horarios de comercios, hostelería, gimnasios, piscinas y museos, que deben cerrar a las 17 horas.
Reducir los contactos para evitar restricciones
Por su parte, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha pedido a la población que respete las reglas y reduzca “una vez más” los contactos “para evitar que los colegios y las guarderías vuelvan a cerrar” y no haya “que parar nuevamente la vida pública del todo” pero, sobre todo, “para salvar vidas”. El país ha detectado tres casos de la nueva variante durante el fin de semana.
El aislamiento internacional que ha sufrido Sudáfrica desde el viernes no ha sentado bien en el país africano. El ministerio de Exteriores considera que esta “ronda de prohibiciones” supone un castigo “por su avanzada secuenciación genómica y por su capacidad para detectar variantes más rápido”. “Una ciencia excelente debería ser aplaudida, no castigada”, ha lamentado este departamento en un comunicado. El ministro de Sanidad, Joe Phaahla ha calificado la medida como “draconiana”, “injustifica” y “contraproducente”.
La presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, Angelique Coetzee, ha coincidido en que la situación de “pánico” es injustificada por el momento. Principalmente, porque los casos que se han detectado en el país han ido acompañados de síntomas “suaves”. La experta, eso sí, ha pedido cautela “con los informes tempranos” porque “dentro de dos semanas podríamos tener una imagen diferente”.
Desde allí tratan de regresar a España más de 150 ciudadanos españoles o residentes en España que se encontraban de paso o haciendo turismo y se han visto bloqueados por las nuevas restricciones, según han señalado a Efe fuentes de la embajada española en Sudáfrica.
Israel y Marruecos cierran sus fronteras
Porque no ha sido solo Europa quien ha tomado la medida de cancelar los vuelos procedentes del sur de África. Israel fue de los primeros en hacerlo, pero ha ido más allá y es ya el primer país en volver a blindar sus fronteras ante la llegada de viajeros procedentes de cualquier lugar del mundo. La medida, “estricta”, según ha reconocido el primer ministro, Naftali Benet, pretende “mantener a Israel protegido del exterior y abierto a nivel interno”. Tras él, Marruecos ha anunciado este domingo una medida similar con la intención de “preservar los logros obtenidos en la lucha contra la pandemia y proteger la salud de los ciudadanos”.
Filipinas ha anunciado este domingo que prohíbe la entrada en el país de viajeros extranjeros procedentes de Sudáfrica, Botsuana, Namibia, Zimbabue, Lesoto, Suazilandia y Mozambique , pero también de Austria, República Checa, Hungría, Países Bajos, Suiza, Bélgica e Italia.
También existen restricciones de acceso a los viajeros procedentes del sur de África en países como Nueva Zelanda, Indonesia, Japón, Brasil, Estados Unidos, Canadá o Rusia. Corea del Sur ha restringido la expedición de visas a aquellas personas que procedan de esa zona y ha incluido a esos países en la lista de riesgo de su Agencia para la Prevención y el Control de Enfermedades Infecciosas (KDCA), lo que implica un endurecimiento de las cuarentenas para quienes lleguen de esos destinos: serán obligatorias durante diez días y realizandose PCR, aunque estén vacunados.