El presidente francés, Emmanuel Macron, ha manifestado su esperanza de ver la catedral reconstruida y “más bella todavía, de aquí a cinco años” tras el incendio que este lunes acabó con dos terceras partes de su cubierta y causó importantes daños. “Somos un pueblo de emprendedores. Tenemos mucho que reconstruir. Quiero que esté terminada en cinco años. Podemos hacerlo”, ha asegurado.
En un mensaje televisivo a la nación, el presidente francés ha llamado a remar todos en la misma dirección para hacer frente a las labores de reconstrucción. “Tenemos que ser mejores juntos. Reencontrar el hilo de nuestro proyecto nacional. A todos los que aman Francia, quiero decir que comparto su dolor y su esperanza. Tenemos trabajo por hacer y vamos a actuar. Pondremos empeño en ello”, ha subrayado en un momento en el que su Presidencia se enfrenta además a la crisis causada por los chalecos amarillos.
Macron ha puntualizado que no debían dejarse llevar por la impaciencia a la hora de anunciar fechas con inmediatez y ha pedido a su pueblo sentirse “consciente de su historia”. “El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia no se detiene nunca, que siempre habrá dificultades que superar, que aquello que creemos indestructible puede ser dañado. Todo lo que supone la Francia, material, espiritual y vivo, es frágil. No debemos olvidarlo”, ha señalado.
Sobre el tiempo que llevará la restauración se ha pronunciado también este martes uno de los presidentes de la Agrupación de Empresas de Restauración de Monumentos Históricos (GMH, por sus siglas en francés). Según ha anunciado en rueda de prensa Frédéric Létoffé, presidente de la agrupación en la que está incluida la empresa que gestionaba la renovación de la aguja de la catedral, “una restauración de entre diez y quince años sería [una estimación] razonable”.
700 millones para reconstruir la catedral
Macron también ha aprovechado su comparecencia para destacar la labor de los policías y bomberos que realizaron las tareas de extinción y agredecer que tanto ricos como “quien no tiene” hayan donado “lo que han podido” para la reconstrucción.
De momento, se han recaudado unos 700 millones de euros. Las grandes fortunas francesas ya se han ofrecido -entre ellos, la familia de Bernard Arnault, quien dice que donará 200 millones de euros, o François-Henri Pinault, otro de los grandes bolsillos de Francia, que se comprometió a aportar cien millones. La devastada catedral de París tendrá que esperar para volver a erigirse, orgullosa, en el centro de la capital francesa.
“Salvada por media hora”
Los 850 años de historia de la catedral de Notre-Dame podrían haber desaparecido por la acción del fuego si los bomberos hubieran tardado media hora más en controlar el incendio. El secretario de Estado francés de Interior, Laurent Nuñez, ha explicado desde la explanada de la catedral de París que la supervivencia de esta joya del arte gótico “se jugó en un cuarto de hora o media hora”.
Nuñez ha comentado que esta joya del arte gótico pudo salvarse gracias “a una veintena de funcionarios que, poniendo en peligro sus vidas, entraron en las dos torres para abordar el fuego desde el interior”. El número dos de Interior ha añadido que todavía existen “algunos puntos vulnerables”, sobre todo en las bóvedas y en una parte del transepto norte (nave transversal que cruza la nave mayor).
Los bomberos han declarado extinguido el fuego a las 10 de la mañana de este martes y la Fiscalía apunta a una causa “accidental”, probablemente relacionada con las obras de remodelación del monumento. Aun así, en las redes sociales circulan bulos sobre la autoría del incendio. Hasta el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha dicho que “los islamistas que quieren destruir Europa y la civilización occidental” están “celebrando el incendio de Notre-Dame”.
Durante las próximas 48 horas continuarán los trabajos para asegurar la estructura del edificio, que ha perdido dos tercios del techo. Posteriormente, los equipos desplazados entrarán en la catedral parisina para rescatar las obras de arte que permanecen en el interior.
Entre los objetos que se han salvado están las estatuas de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas, el órgano mayor, las torres y la fachada, El Tesoro de Notre Dame —donde está la túnica de lino del rey San Luis, del siglo XIII, y la corona de espinas y otras reliquias de la Pasión de Cristo—, y una cincuentena de cuadros conocidos como los “Mays”, que forman parte de una serie de 76 regalados por la cofradía de los orfebres de París en homenaje a la Virgen María.
Las llamas comenzaron a devorar uno de los templos más importantes del cristianismo a las 18.20 horas de la tarde del lunes y no fue hasta siete horas más tarde cuando los bomberos dieron por salvada la estructura. Antes, la aguja de Notre-Dame, de 96 metros y obra del arquitecto Eugène Viollet le Duc en el siglo XIX, no pudo sobrevivir a la voracidad de las llamas.
El punto más alto del templo gótico cayó sobre el tejado de la catedral, abriendo un boquete encima del crucero, ante la mirada incrédula y desesperanzada de los turistas y residentes, que asistían impotentes al desastre. La mayoría alzó sus móviles para fotografiar el amargo momento. La impotencia y la fe empujó a otros a rezar, rogando una salvación que, aunque parcialmente, se ha conseguido.