La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado este jueves que el nivel que ha alcanzado el brote de ébola en África occidental ha sido infravalorado por la comunidad internacional. Lo ha hecho a través de un severo comunicado en el que reclama medidas extraordinarias para poner freno al virus, que, en su epidemia más mortífera, ya ha segado la vida de 1.069 personas.
Según el citado documento, el personal desplegado en los países afectados por el brote de ébola consideran que “el número de casos y muertes sobre el que se ha informado subestiman ampliamente la magnitud de la epidemia”. Ante la situación actual, continúa el comunicado, “la OMS está coordinando un incremento masivo de la respuesta internacional, logrando apoyo de países, agencias de control de enfermedades y agencias del sistema de Naciones Unidas”.
Mientras, la epidemia continúa avanzando más rápido que los esfuerzos por deternela. La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) calcula que llevará unos seis meses controlar el brote, que ya contabiliza 1.975 casos confirmados, probables y sospechosos en Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria.
“En los próximos seis meses deberíamos poner bajo control la epidemia. Esta es mi intuición”, ha dicho la presidenta de MSF, Joanne Liu, en una rueda de prensa celebrada en Ginebra, tras regresar de un viaje de diez días a la región afectada.
La clave, ha afirmado, es estabilizar la situación en Liberia, país donde el número de muertes se ha acelerado en los últimos días, para poder contener el brote en el resto de África Occidental. “Nunca habíamos visto esto. Se necesita una nueva estrategia porque el ébola no está confinado a unas cuantas aldeas, sino que se propaga en una ciudad de 1,3 millones de habitantes como Monrovia”.
Al describir lo que observó durante su viaje, Liu percibió un clima de miedo, como “en tiempos de guerra”, en la región en la que coinciden las fronteras de Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, donde se detectó inicialmente el brote. Fuera de estos límites, el riesgo de que el virus de contagie en un avión, ha asegurado Liu, es bajo, aunque apoya las medidas de prevención que los países afectados y otros -entre ellos, España- están tomando en aeropuertos y puntos de entrada para detectar a posibles personas infectadas.
La emergencia sanitaria internacional llegó tarde
La responsable de la MSF cree que la Organización Mundial de la Salud (OMS) tardó demasiado en declarar esta situación como una emergencia de salud pública internacional y que ahora es urgente determinar cómo trasladar esto “en acciones concretas en el terreno”.
Dicha emergencia sanitaria fue declarada la semana pasada, al tiempo que la organización pedía a los países afecados que declararan la emergencia también a nivel nacional y que extremaran las medidas de protección. Guinea, el foco de este brote, anunció el pasado domingo que cerraría las fronteras con Sierra Leona y Liberia para tratar de poner freno a la propagación del virus.