- Los líderes de EE UU y Cuba han agradecido explícitamente al Papa su intermediación para el fin del aislamiento cubano tras 54 años de relaciones rotas
El papa Francisco se ha despertado este miércoles de muy buen humor. Eso cuentan quienes le conocen bien. Y no solo porque cumpliera 78 años. “Lo que no sabíamos era que nos tenía reservado este regalo”, afirma el padre Ángel García, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, que este miércoles se encontraba en Roma. Lo tenía reservado desde hacía meses.
A comienzos del verano, Francisco envió una carta a ambos dirigentes llamándoles a la distensión en las relaciones entre los dos países. Un gesto que impulsó el inicio de unas negociaciones secretas en Canadá, en las que la Santa Sede fue el único 'Estado' interviniente. De hecho, las conversaciones fructificaron en octubre en un principio de acuerdo suscrito en el Vaticano. En las reuniones intervino directamente el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el propio Papa recibió en privado a ambas delegaciones.
Esta misma semana, Parolin recibía a su homólogo estadounidense, John Kerry, y consensuaban que el anuncio del inicio de las conversaciones tendría lugar el 17 de diciembre, coincidiendo con el cumpleaños del Papa. Tanto Obama como Castro han agradecido en sus discursos el papel desempeñado por la Santa Sede para el buen fin de las negociaciones.
Poco después de las comparecencias de Obama y Castro, la Secretaría de Estado vaticana emitía un comunicado en el que señalaba que el Papa “se complace vivamente por la histórica decisión de los Gobiernos de los Estados Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas”, con el fin de “superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente”.
La nota añade que, “en el curso de los últimos meses”, el Papa escribió a Obama y Castro “invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre las dos partes”. Y que, al tiempo, Francisco se compromete a continuar “apoyando las iniciativas que las dos naciones emprenderán para acrecentar sus relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus respectivos ciudadanos”.
Autoridades cubanas y estadounidenses reconocen el “papel fundamental” del papa Francisco y de la diplomacia vaticana en esta senda hacia el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y precisan que fue Francisco quien dio el primer paso tras el encuentro que mantuvo, el pasado mes de marzo, con el presidente de EE UU.
Barack Obama, que salió “profundamente emocionado” de la reunión, ha destacado esta tarde la “implicación personal” del Pontífice. Raúl Castro también ha querido “agradecer el apoyo del Vaticano y especialmente del papa Francisco”.