El partido de Evo Morales expulsa al presidente de Bolivia en plena batalla interna
El congreso del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) culminó anticipadamente este miércoles y ratificó al exmandatario de Bolivia Evo Morales como su líder en medio de la polémica por la legalidad del evento. El presidente del país, Luis Arce, ha sido expulsado de la formación en plena batalla interna de cara a las próximas elecciones
El encuentro estaba programado para tres días en la zona del Trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, pero se redujo a dos debido. La “seguridad sindical” montó un estricto anillo de seguridad en los alrededores del coliseo de la radio cocalera Kawsachun Coca, sitio en el que cientos de militantes aguardaron el acto central de posesión de la nueva mesa directiva del MAS.
Al mediodía hubo incertidumbre sobre el desarrollo del encuentro tras conocerse un amparo constitucional que presentó una dirigente campesina del bloque del presidente Luis Arce, que no estuvo presente en el Congreso.
Algunos asistentes creyeron entonces que el congreso se suspendía, pero la organización del MAS “desmintió” esa versión y les pidió mantenerse para proseguir con las conclusiones del evento.
La presidenta del presidium del congreso del MAS, Flora Aguilar, puso a consideración de la asamblea de delegados y militantes la votación por aclamación como método de aprobación a la postulación de los dirigentes.
Así se reeligió a Morales como presidente del MAS, cargo que ocupa desde finales de 1990, junto a una veintena de secretarios del partido que emergieron de las organizaciones sociales de los nueve departamentos del país.
En signo de aprobación, decenas de delegados levantaban sus credenciales y gritaban “Evo, Evo, Evo”, tras lo que se pedía la constancia del organismo electoral, entidad que envió al encuentro una comisión de seguimiento.
Además, varios sectores de la asamblea del MAS propusieron a Morales como candidato presidencial para las elecciones de 2025, en medio de un ambiente festivo que fue animado con canciones que hablaban de la “repostulación” del expresidente.
“Evo no está solo, carajo”, repitieron insistentemente los militantes. “Aquí estoy de pie, listo para la próxima batalla”, era la inscripción en el cartel de un seguidor del MAS vestido como el personaje de El Chavo del 8, que se ha vuelto un símbolo de las manifestaciones oficialistas.
Al concluir el acto, Aguilar le entregó simbólicamente a Morales unos legajos de documentos del MAS y un sello que lleva el nombre del exgobernante en reconocimiento a su autoridad en la organización política.
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