En plena ofensiva de la derecha en Bruselas contra la amnistía, Carles Puigdemont y el líder del PP europeo, Manfred Weber, rompieron en hielo. Lo hicieron este martes por la noche en una entrega de premios con motivo del 28º aniversario del periódico Politico, uno de los más relevantes en la burbuja europea, en la que mantuvieron una conversación informal, de acuerdo a la crónica de los periodistas de ese medio. Apenas una semana después de que la derecha tratara de elevar el asunto de la amnistía a la UE a través de un debate en el Parlamento Europeo en el que participó el propio Weber, ambos charlaron sobre el conflicto catalán en un ambiente festivo y el líder independentista dejó claro que está dispuesto a tumbar a Pedro Sánchez si no se cumplen los acuerdos.
Weber, que ha hecho de su oposición a la amnistía y de su combate al Gobierno de Pedro Sánchez una de las piedras angulares de su actuación en los últimos meses, reprochó que las fuerzas independentistas están siendo caldo de cultivo para la extrema derecha y que ambos se “alimentan al otro”, siempre de acuerdo al relato de Politico. Puigdemont, por su parte, defendió la legalidad de la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya.
Puigdemont, que ha advertido desde el inicio de las negociaciones que el apoyo al Gobierno se puede romper en cualquier momento, abrió la puerta a desestabilizar al Ejecutivo. En concreto, los periodistas de Politico aluden a la posibilidad de que Junts vote con el PP para tumbar los presupuestos o una resolución sobre Israel, donde tienen una posición más cercana que con los socialistas. La publicación menciona que Puigdemont planteó la posibilidad de una moción de censura para hacer presidente a un independiente. Posteriormente los periodistas preguntaron al líder independentista si lo habían entendido bien y él les respondió que “si no hay suficiente progreso” en el acuerdo. “Pero para eso, el PP tiene que dar un paso hacia nosotros, no pueden seguir tratándome como un terrorista”, agregó Puigdemont. Eso supondría que Junts sumara sus votos a los del PP y la extrema derecha de Vox. Las tres fuerzas suman los 176 escaños necesarios para la mayoría absoluta.
Tras la trascendencia que ha tenido la newsletter de Politico, en el entorno de Puigdemont han matizado que en la conversación “se dejó claro el compromiso de sostener al Gobierno del PSOE en función del cumplimiento de los acuerdos”. “También comentaron la situación de la derecha y la ultraderecha europea. En ningún caso se formularon propuestas formales y menos aún se estableció ninguna negociación para escenarios que, como remarcó el presidente Puigdemont, pertenecen a la política ficción mientras se mantenga la actual actitud del PP en relación con Catalunya y la connivencia con Vox”, apostillan en el equipo del eurodiputado.
“Yo pude gobernar con Junts pero no podía aceptar sus condiciones porque son ilegales”, ha insistido, a pesar de todo, Alberto Núñez Feijóo en el Congreso: “No he cambiado de posición. No es posible porque creo en la unidad, la Comisión Europea y eso es incompatible con las exigencias de Junts. Queda acreditado por esas declaraciones que fue posible pero yo no puedo aceptar lo que Sánchez ha aceptado. A mí no me nombra presidente Puigdemont; a Sánchez, sí”, informa Alberto Ortiz.
En esa fiesta, el político catalán recibió uno de los premios por su influencia en la UE en la categoría de “disruptivos”. Quedó en segunda posición, por detrás de la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina. En su conversación con Politico, Puigdemont comparó la inclusión del denominado lawfare en el acuerdo con el PSOE con la película El Padrino: “El término lawfare es como la cabeza de caballo en El Padrino: es una advertencia de que hablamos en serio”.
La conversación de Weber y Puigdemont se enmarca en el ambiente informal y fortuito con motivo de la celebración, pero tiene cierta enjundia política dado que es la primera vez en cuatro años que se produce. El líder del PP europeo ha hecho suyos los argumentos de la organización que pilota Alberto Núñez Feijóo y ha dejado claro que no cesará en su empeño de atacar a Sánchez en Bruselas por el asunto de la amnistía. Este mismo miércoles, los barones del PP han forzado un debate sobre la amnistía en el Comité de las Regiones, un órgano consultivo sin capacidad de voto ni decisión en el que está representadas las regiones europeas.
El Gobierno de España está en la diana del dirigente alemán, que en una cita con el PP español en Barcelona este lunes aseguró que “no permitirá que España siga el mismo camino que Hungría y Polonia”. Esos dos países tienen procedimientos abiertos en el seno de la UE por el incumplimiento sistémico del estado de derecho mientras que por el momento la Comisión Europea se ha limitado a decir que analizará con detenimiento la proposición de ley una vez que esté aprobada. Para Weber, la UE tiene “problema sobre la mesa” porque “el estado de derecho está en riesgo”. “Está en juego que la corrupción, la violencia y el terrorismo ya no se castiguen”, advirtió a pesar de que la ley de amnistía deja fuera específicamente los delitos de terrorismo así como aquellos que afecten a la financiación europea.