Todas las expectativas de la derecha estaban puestas en el debate de la Eurocámara sobre el debate del estado de derecho en España. PP, Ciudadanos y Vox habían caldeado el ambiente en las horas previas con el envío de cartas y las peticiones de actuación a la Comisión Europea, pero no han dado sus frutos. El jefe del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, llegó a decir que era el punto más importante del pleno de esta semana, en el que se ha abordado, entre otras cosas, la situación en Oriente Medio. Pero el gobierno comunitario no se ha movido. El comisario de Justicia, Didier Reynders, ha reiterado que el conflicto en Catalunya “es una cuestión interna que tendrá que dirimirse según su orden constitucional” y, respecto a la ley de amnistía, se ha limitado a decir que “la Comisión Europea está estudiando el texto y está en contacto con las autoridades españolas”.
“La Comisión Europea realizará un estudio con detenimiento, de forma independiente y objetiva”, ha dicho Reynders, que ha asegurado que el gobierno comunitario “seguirá de cerca esta cuestión” para “garantizar el cumplimiento de los valores y tratados” europeos. En cualquier caso, ha dejado claro que el análisis se concluirá una vez que la ley se haya tramitado completamente, dado que pueden introducirse cambios con las enmiendas, y ha agradecido la voluntad del Gobierno, manifestada por el ahora titular de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, de reunirse con el gobierno comunitario y abordar el asunto. De hecho, Reynders ha dejado caer que analizarán el texto final una vez estén sobre la mesa “enmiendas que puedan surgir en la tramitación parlamentaria y todos los textos que se han llevado a cabo en el marco de la formación de Gobierno” en referencia a las referencias al lawfare del acuerdo de PSOE y Junts así como a las comisiones parlamentarias que se van a poner en marcha.
La derecha tenía más expectativas. “Escucha Europa”, le ha dicho la portavoz de la delegación del PP español, Dolors Montserrat, a un hemiciclo prácticamente vacío en Estrasburgo al que su grupo y Ciudadanos, con el apoyo de la extrema derecha, han llevado un debate sobre la amnistía en el que, una vez más, han aprovechado para cuestionar la situación de la democracia en España. “La historia se escribe en días como hoy”, ha solemnizado el eurodiputado de Ciudadanos, Adrián Vázquez, que ha comparado la situación con la deriva autoritaria de Polonia y Hungría, contra los que se han activado procedimientos de vulneración del estado de derecho que no han dado frutos por su protección mutua, y ha pedido al comisario de Justicia, Didier Reynders, que sea “valiente”. La extrema derecha de Vox directamente ha dicho que se ha dado un “golpe de Estado”.
Con esos mimbres se ha desarrollado el debate en la Eurocámara al que han asistido menos de cien de los 705 miembros que lo componen. La sesión ha comenzado con la intervención de la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ana Moreno, a quien ha correspondido por ostentar la presidencia rotatoria del Consejo de la UE y que ha roto la equidistancia que le tocaba al cuestionar que la Eurocámara haya albergado un debate sobre una ley que aún no se ha aprobado en el estado miembro. “Apenas hay precedentes”, ha dicho Moreno antes de recordar que es “una cuestión constitucional española que se debe debatir en el Parlamento español”. También ha señalado que, una vez aprobada la amnistía, estará bajo el control del Tribunal Constitucional.
Tras ese marco, ha dejado el atril al comisario de Justicia, Didier Reynders, que soliviantó al Gobierno español al anticiparse incluso antes de tener un texto legal sobre la mesa al enviar una carta a los ministros de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños y Pilar Llop, para pedirles información al respecto. El comisario liberal justificó la misiva en las “serias preocupaciones” que le habían sido comunicadas, aunque no especificó ni la cantidad ni la procedencia.
Desde que Reynders envió la carta al Gobierno y a la vez que ha caldeado las calles, la derecha ha relanzado la ofensiva en Bruselas contra el Gobierno. El PP envió una carta a los embajadores de los 27 para advertir de la “degradación” de la democracia en España y Vox lo hizo en el caso de los cerca de 700 eurodiputados. En el caso de Ciudadanos, envió una misiva a los jefes de las delegaciones socialistas para denunciar la “impunidad” para los independentistas. El líder de Vox, Santiago Abascal se ha desplazado a Estrasburgo para seguir el debate. Las tres formaciones piden a la Comisión Europea que “actúe” contra la ley de amnistía, que por ahora tan solo ha iniciado su tramitación.
“Emplear para la batalla partidista una herramienta como el estado de derecho, que cuenta con procedimientos sólidos y mayorías casi unánimes puede perjudicar los valores europeos”, ha lamentado Moreno, que ha apuntado que es “necesario dar a cada debate una dimensión adecuada”. La número dos del Ministerio de Exteriores ha sentenciado que “España siempre ha estado comprometida con el estado de derecho”.
“Escucha Europa la vergüenza de España, que tiene el único Gobierno sostenido por comunistas, independentistas y terroristas”, ha dicho Montserrat. “La amnistía de Sánchez es la condena de Europa”, ha agregado la portavoz popular.
Aunque, en proporción, la mayoría de los participantes han sido españoles, las intervenciones se han repartido según los 'bandos' . Así, el jefe del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, se ha mostrado convencido de que “más tarde o más temprano Alberto Núñez Feijóo va a ser primer ministro mientras Sánchez va a pasar a la historia como aquel que violó el estado de derecho”. Weber ha advertido, además, del “riesgo de que se celebre un nuevo referéndum de independencia” en Catalunya.
La jefa de los socialdemócratas, Iratxe García, ha advertido de que “la mayor amenaza” al estado de derecho es “el rechazo” de PP y Vox a asumir los resultados electorales. “¿Cómo puede el Partido Popular afirmar que la Constitución española está en peligro, cuando la viola constantemente desde hace cinco años con su bloqueo a la renovación del Consejo General del Poder Judicial? ¿Cómo puede vanagloriarse el Partido Popular de defender el Estado de derecho en España, cuando el gobierno de Mariano Rajoy utilizó a la Policía Nacional para destruir pruebas de corrupción de su propio partido y creó la mal llamada ”policía patriótica“ para espiar ilegalmente a adversarios políticos? ¿Cómo puede jactarse el Partido Popular de ser garante de la unidad de España, cuando durante el gobierno de Mariano Rajoy tuvo lugar la mayor crisis territorial de la historia de la democracia española con dos referéndums y una declaración unilateral de independencia?”, se ha preguntado García, que ha acusado a Weber de “haber mentido” por haber dicho en una entrevista en El Español que se amnistían los delitos de terrorismo, cuando quedó fuera de la ley.
“Hoy debatimos sobre el estado de derecho en España. Debate que ojalá nunca hubiera tenido lugar pero los último acontecimientos no nos deja mas remedio que debatirlo aqui. Hoy, donde antes hemos dicho Polonia y Hungría ahora decimos España”, ha dicho el eurodiputado de Ciudadanos Adrián Vázquez, que ha asegurado que la amnistía es una ley “a medida redactada por quienes se van a beneficiar de ella” que pasan a ser “una casta intocable”. “Confiamos en vuestra valentía”, le ha dicho a la Comisión Europea, y específicamente a Reynders: “La Comisión hará lo más difícil, que no es otra cosa que lo correcto”.
A Reynders le llegaba ese mensaje de su compañero de filas en el grupo Renew, con quien tiene una relación habitual y fluida, pero a continuación tomaba la palabra el parlamentario de ERC Jordi Solé: “Señor Reynders, puede estar tranquilo. A pesar del pulso de la derecha, se demostrará que la ley de amnistía ni va en contra de la Constitución ni en contra de los valores fundamentales”. “Se intenta reparar un fallo democrático”, ha proseguido en referencia a la represión policial durante el procés.
El tono cambiaba radicalmente con la intervención del dirigente de la extrema derecha Jorge Buxadé, que ha proferido varios insultos contra Sánchez antes de asegurar que la “amnistía es un golpe de Estado”. “Stalin estaría orgulloso de Sánchez”, ha aseverado antes de asegurar que las movilizaciones en torno a la sede del PSOE en la calle Ferraz que han acabado en disturbios son un “símbolo de la resistencia pacifica ciudadana en todo el mundo”. “Tras las elecciones del 23 de julio les faltaban siete votos y se los han dado los criminales golpistas fugados de ahí arriba”, ha agregado posteriormente Herman Tersch señalando a los escaños donde estaban Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comín.
“Cuidado con la terminología a la que recurren”, ha apercibido tras esa intervención la presidencia del Parlamento Europeo.
Comín ha aprovechado su intervención para recordar al portavoz del PPE que los jueces de su país rechazaron que el procés fuera una rebelión, sedición o ni siquiera desórdenes públicos al rechazar la extradición de Puigdemont. “¿Quién tenia razón: los jueces alemanes o los españoles?”, le ha preguntado mientras la bancada conservadora contestaba: “Los españoles”.
La representante de Sumar, María Eugenía Rodríguez Palop, ha calificado el debate como la “tercera entrega de la parodia” del PP en esta legislatura. “Lleva por título: España se rompe y el gobierno es ilegítimo salvo que sea el mío. Sonroja, avergüenza y apena, pero ya no sorprende”, ha dicho la eurodiputada, que ha defendido la constitucionalidad de la amnistía. “La ley española es un instrumento para desandar un camino que nunca se debió transitar, necesaria para garantizar la convivencia. No ataca al estado de derecho, sino que lo garantiza frente a quienes lo banalizan y usan a los jueces a su antojo”, ha rematado.