Rustem Umerov, el tártaro que sustituirá al ministro de Defensa de Ucrania destituido en plena contraofensiva
En Ucrania, todos los focos apuntan en estos momentos a Rustem Umerov. Tras más de 550 días de guerra, el presidente Volodímir Zelenski pronunció el nombre de este exdiputado y empresario en un discurso en el que anunció que reemplazará al ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, acosado por varios escándalos de corrupción en torno a su departamento. Antes de su nombramiento, la candidatura de Umerov debe ser aprobada esta semana por el Parlamento ucraniano. “La Rada Suprema de Ucrania conoce bien a esta persona, y el señor Umerov no necesita más presentaciones. Espero que apoye a este candidato”, dijo Zelenski este domingo.
Umerov, de 41 años, dará el salto a uno de los ministerios más importantes en tiempo de guerra desde el Fondo de Propiedad Estatal del país, que supervisa la privatización de activos estatales. Ya ha presentado su dimisión como jefe del organismo, que ha encabezado desde hace un año. Antes de su llegada, esta institución se había visto con frecuencia en escándalos de corrupción.
“Su equipo ha tomado allí una serie de medidas anticorrupción cruciales”, explica a elDiario.es Olena Halushka, que es parte de la junta de la organización ucraniana Centro de Acción Anticorrupción. “Entre ellas, la auditoría efectiva de las empresas estatales, el cierre de las lagunas de corrupción, la privatización de algunos activos estatales que aportaron a Ucrania 3.800 millones de grivnas de ingresos (unos 95 millones de euros) y la revisión de las condiciones de arrendamiento que permitieron aumentar los ingresos por arrendamiento en 3,3 veces”.
En 2019, antes de ser nombrado para dirigir el organismo, Umerov fue elegido diputado de un partido que está en la oposición en el actual parlamento, Golos [voz, en español], liberal y europeísta. Economista de formación, desarrolló su trayectoria en el sector privado: hizo carrera en el mundo de las telecomunicaciones y fundó una compañía de inversión en este campo.
Además de su perfil como gestor, hay quienes destacan sus dotes para la negociación y su participación en conversaciones delicadas con Moscú. Inmediatamente después del inicio de la invasión en febrero de 2022, Umerov se unió a la delegación ucraniana que se reunió con representantes rusos en Bielorrusia para discutir el alto el fuego y la retirada de las tropas.
“Les preguntamos: '¿Por qué empezaron todo esto? ¿Qué lógica había detrás de iniciar una guerra a gran escala?'. No recuerdo todo exactamente, pero hablaban de la 'desnazificación'. Dijimos: '¿Dónde ven a los nazis?”, recordó en una entrevista con el medio Ukrainska Pravda en octubre del año pasado. En declaraciones a la BBC poco después del estallido de la guerra, Umerov afirmó estar decidido a “encontrar una solución política y diplomática a esta brutal invasión”.
Umerov también ha participado en conversaciones entre bastidores sobre intercambios de prisioneros de alto perfil y sobre el establecimiento del corredor seguro de exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro, un acuerdo del que Rusia se retiró el pasado 17 de julio tras un año de aplicación. Este lunes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho tras reunirse con su homólogo ruso que ha preparado junto con la ONU un nuevo paquete de propuestas para reactivarlo, mientras que Vladímir Putin ha reiterado que está dispuesto a volver al pacto solo si se cumplen las demandas rusas.
A juicio de Halushka, Umerov tiene “experiencia suficiente en negociaciones con socios internacionales”. Este es uno de los rasgos que solían resaltarse de su antecesor, Reznikov, del cual se dice que ha desempeñado un papel clave en la construcción de buenas relaciones con sus homólogos de países occidentales como EEUU y Reino Unido y en la recaudación de miles de millones de dólares de ayuda militar occidental. También hay quienes subrayan los lazos de Umerov con países como Turquía y Arabia Saudí.
Su nombramiento al frente de Defensa se ha leído también como un guiño de Kiev a Crimea, península anexionada por Moscú en 2014. Umerov nació en 1982 en el Uzbekistán soviético, en Samarcanda, en el seno de una familia tártara de Crimea que había sido deportada a Asia Central. El político regresó a Crimea cuando era niño, cuando a los tártaros se les permitió volver a finales de la década de 1980. Umerov es miembro activo de esta comunidad étnica –que es predominantemente musulmana y ha sido objeto de violaciones de derechos humanos– y ha sido miembro de un grupo de trabajo del gobierno ucraniano que desarrolla estrategia para poner fin a la anexión rusa de Crimea.
“Su nombramiento en sí mismo también enviará un mensaje importante sobre los objetivos finales de Ucrania en la guerra”, dice Olena Halushka. Algunos de los aliados occidentales de Kiev se muestran en privado escépticos sobre la viabilidad de que las fuerzas rusas sean expulsadas de la península del mar Negro. Umerov ha dejado claro que Ucrania se niega a ceder cualquier territorio a Rusia. “La región del Donbás en el este de Ucrania y Crimea son 'nuestras líneas rojas”, dijo a la agencia de noticias estatal turca Anadolu el año pasado. “No renunciaremos a nuestra gente ni a nuestra tierra”.
El cese de Reznikov
Después de ser cesado por Zelenski del cargo que ostentaba desde 2021, Reznikov ha presentado su dimisión este lunes. “Fue un honor servir al pueblo ucraniano y trabajar para el Ejército ucraniano durante los últimos 22 meses, el período más difícil de la historia moderna de Ucrania”, ha tuiteado.
Su mandato al frente de la cartera de Defensa se ha visto empañado por acusaciones de corrupción en torno al Ministerio que Reznikov ha desestimado, con escándalos relacionados con la adquisición de suministros para los soldados, como comida a precios inflados. Su permanencia en el cargo ha sido objeto de una creciente especulación que comenzó por primera vez en febrero. El mes pasado, los medios de comunicación ucranianos apuntaron a que el departamento participó supuestamente en una trama de corrupción en la compra de chaquetas para los militares, algo que Reznikov negó, mientras su continuidad en el Ministerio parecía volverse cada vez más difícil.
Zelenski no citó estas acusaciones en su anuncio de este domingo. “Creo que el Ministerio necesita nuevos enfoques y otros formatos de interacción tanto con los militares como con la sociedad en su conjunto”, se limitó a decir el presidente. Reznikov ha negado que su dimisión esté relacionada con ningún escándalo de corrupción y ha asegurado que ha completado las tareas que se le han asignado. “La decisión fue tomada por el presidente por otras razones”, ha dicho el hasta ahora titular de Defensa al Washington Post.
“La destitución de Reznikov debería haberse producido hace tiempo, debido a una serie de escándalos de corrupción”, dice Olena Halushka, quien considera su marcha como algo positivo y sostiene que habría sido “un gran error” mantenerle en el cargo. “El jefe del Ministerio de Defensa debe ser un gestor eficaz cuyas tareas consistan en organizar adecuadamente los procesos de elaboración de políticas y suministrar a las Fuerzas Armadas todo lo necesario para la victoria. Dado el historial de Umerov, podría hacer frente bien a esa tarea”.
Diferentes informaciones apuntan al posible nombramiento de Reznikov como embajador de Ucrania en Londres. En julio, Zelenski destituyó al actual embajador, Vadym Prystaiko.
En plena contraofensiva
La que es la mayor reorganización en el seno del sistema de Defensa ucraniano desde el comienzo de la invasión rusa se produce en un momento en el que Ucrania se encuentra en medio de una importante contraofensiva que se desarrolla con lentitud en el sur y el este. La semana pasada, Kiev anunció la recuperación del pequeño pueblo sureño de Robotine tras semanas de intensos combates que ponen de manifiesto los grandes desafíos a los que se enfrenta el Ejército ucraniano para atravesar las defensas rusas, reforzadas y bien preparadas.
El lunes, la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, ha informado de que las fuerzas de Kiev han retomado unos tres kilómetros cuadrados de terreno en torno a la ciudad oriental de Bajmut, ocupada por Rusia desde mayo tras una costosa batalla de desgaste. También ha hablado de “éxitos” no especificados en la región sureña de Zaporiyia, en las localidades de Novodanylivka y Novoprokopivka, según Maliar.
Se da por hecho que el objetivo final de este avance es el mar de Azov, hacia Melitópol, una ciudad de importancia estratégica para cortar el llamado corredor terrestre entre Rusia y la península de Crimea en una campaña militar que, según los expertos, está destinada a dividir las fuerzas rusas en el sur.
El general que dirige la contraofensiva meridional, Oleksandr Tarnavskiy, confirmó en una entrevista con el Observer publicada el pasado fin de semana que las fuerzas ucranianas han roto la primera línea defensiva rusa en Zaporiyia tras semanas de laborioso desminado y esperan avanzar más rápidamente a medida que presionen la segunda línea, que puede ser más débil, según indicó.
268