El país celebró el pasado mes de julio su primer año de independencia.

Con un sistema sanitario extremadamente frágil, Sudán del Sur sufre emergencias y crisis humanitarias que requieren de una respuesta de las organizaciones humanitarias.

Al flujo de refugiados procedentes de los estados septentrionales del vecino Sudán se unen unas tasas de mortalidad materna de las más altas del mundo y episodios de violencia interna que amenazan a la población y provocan desplazamientos continuos.