Para muchos votantes demócratas de estados indecisos, la decisión de Joe Biden de echarse a un lado en las elecciones presidenciales de 2024 ha supuesto un alivio.
“Gracias a Dios”, exclama Cathy Gramze, una enfermera jubilada que vive en los suburbios de la ciudad de Detroit, en Michigan. “Hace tiempo que pensaba que Biden no podía volver a presentarse y, de hecho, no estoy del todo segura de que deba terminar su mandato”.
A Gramze ya le preocupaba la salud de Biden mucho antes del debate en televisión contra Donald Trump. Su actuación el 27 de junio no hizo sino confirmar lo que ella temía desde hacía tiempo. “Muchas veces actúa como el presidente que necesitamos, pero otras veces, no”, opina.
Gramze cree que la vicepresidenta Kamala Harris, a quien Biden apoyó el domingo tras anunciar que se retiraba y en torno a la que los demócratas han cerrado filas, “tiene que ser la candidata presidencial” del partido.
Estados clave
Durante más de un año, votantes de todo el espectro político han manifestado que Biden, de 81 años, es demasiado mayor para presentarse a la reelección. Esas preocupaciones fueron en aumento tras su primer debate contra Trump, en el que el republicano mintió repetidamente sobre una serie de cuestiones y Biden tuvo dificultades para reaccionar o incluso responder a las preguntas de forma coherente y articulada. Tras el debate, más de 30 congresistas demócratas pidieron a Biden que pusiera fin a su campaña presidencial. La influyente expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había aumentado la presión sobre Biden para que se echara a un lado.
En las últimas semanas, los sondeos mostraban cada vez más que Biden iba a la zaga en estados indecisos que suelen ser decisivos en la jornada electoral, y una gran mayoría de votantes del Partido Demócrata habían manifestado que Biden no debería volver a presentarse. Los últimos sondeos nacionales también apuntan a una derrota de Trump si Harris se presenta como candidata a la presidencia. Si quiere ganar las elecciones, la vicepresidenta primero tiene que ganar los estados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
“Es muy valiente por su parte”
Los demócratas no son los únicos que han aplaudido la decisión de Biden. Dan Rose, que apoya a Trump desde hace tiempo, dice que se ha alegrado de que el mandatario se retire de la campaña. “No tiene la talla que necesitamos en un presidente”, afirma Rose, que señala que le preocupa la economía. Rose, que es de De Pere, Wisconsin, explica que seguirá apoyando a Trump, pero cree que Biden ha tomado la decisión correcta al dar un paso a un lado. “Los demócratas ahora lo tienen complicado”, afirma.
Si bien están en un aprieto, pocos miembros de las bases del partido expresan su preocupación tras el anuncio de Biden.
“Es muy valiente por su parte”, dice Chris Fleming, jubilada y voluntaria de un grupo que organiza a los votantes demócratas rurales de Wisconsin. Este año, la Administración Biden condonó al marido de Fleming una deuda estudiantil de 14.000 euros, lo que, según ella, le hizo sentirse agradecida con el presidente. “Solo siento respeto por él”, afirma.
Jake Knashishu, un abogado de Decatur, Georgia, señala que la retirada de Biden “ha terminado, en gran parte, con las preocupaciones sobre si era un líder con la capacidad de presentarse como una alternativa eficaz a Trump”. En su opinión, la retirada de Biden da a los demócratas una mejor oportunidad en Georgia.
Knashishu habló con una vecina el domingo que “veía a Joe Biden como una especie de Ruth Bader Ginsburg 2.0, la magistrada del Tribunal Supremo de Estados Unidos que murió en el cargo: enrocado y negándose a pasar el testigo a otro candidato y mantener la estabilidad”. “Ahora se siente aliviada, porque sabe que al menos esto no va a pasar”.
Traducción de Emma Reverter.