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Israel se niega a mostrar unos anuncios que informan a las mujeres de sus derechos en los aeropuertos

Harriet Sherwood

Las autoridades aeroportuarias israelíes se han negado a mostrar los anuncios de una campaña que explica a las mujeres que es ilegal que la tripulación en cabina les pida que se cambien de asiento a instancias de un hombre que sea judío ultra ortodoxo.

El Centro de Acción Religiosa Israelí (IRAC, por sus siglas en inglés) tenía la intención de exhibir carteles con los mensajes de esta campaña en el aeropuerto Ben Gurion, cerca de Tel Aviv, durante la Pascua Judía que termina el sábado.

IRAC ha impulsado esta campaña después de que en junio una sentencia diera la razón a Renee Rabinowitz, una superviviente del Holocausto de 82 años, que demandó a la compañía aérea nacional, El AI, por discriminación de género. La tripulación de cabina le había pedido que se cambiara de asiento cuando un hombre ultra ortodoxo se negó a sentarse a su lado.

IRAC secundó la demanda. La sentencia establece que “bajo ninguna circunstancia un miembro de la tripulación puede pedir a un pasajero que renuncie a un asiento que le ha sido designado porque el pasajero contiguo no quiere sentarse a su lado debido a su género”.

El juez dio 45 días a El AI para cambiar esta política de empresa y estableció que la demandante fuera indemnizada. Pedir a las mujeres que se cambien de asiento ha sido una práctica frecuente en los últimos años.

La campaña del IRAC instaba a las mujeres a “tomar sus asientos y…!conservarlos!” y recuerda a los pasajeros que pedir un cambio de asiento por razón de género es ilegal. La organización, vinculada al Movimiento por la Reforma del Judaísmo, también ha distribuido un vídeo en el que se anima a las pasajeras a denunciar estas situaciones.

IRAC afirma que ya había acordado las tarifas de esta campaña cuando la autoridad portuaria le negó el permiso sobre la base de que “evitamos las campañas que sean políticas o creen división”.

Anat Hoffman, directora ejecutiva de la organización, señala que la campaña publicitaria no puede ser considerada polémica ya que se limita a informar a los pasajeros de sus derechos.

En declaraciones a The Guardian, ha señalado que pedir a las pasajeras que se cambien de asiento por razón de género es “discriminatorio, deshumanizante e ilegal”.

“Creemos que a pesar de la sentencia, esta práctica sigue vigente. Las mujeres no saben si es una práctica kosher o no”, indica: “Normalmente lo que sucede es que un hombre ultra ortodoxo se niega a sentarse al lado de una mujer y entonces otros pasajeros, en vez de pedirle que se siente, abordan a la mujer y le dicen algo así como ‘¿por qué no te cambias de asiento para que el avión pueda despegar? ’”.

En 2011, el Tribunal Supremo de Israel dictaminó que no se podía imponer la segregación de género en los autobuses. “Tras ganar este caso, todavía tuvimos que presentar trece demandas contra conductores individuales. Las ganamos todas y las compañías de autobuses comenzaron a hacer cumplir las normas de la empresa”, explica Hoffman.

“Si la autoridad aeroportuaria se niega a mostrar nuestras vallas publicitarias, les pediremos que hagan sus propios anuncios para informar a la gente de sus derechos. Y si no lo hacen, tendremos que demandarlos”.

Traducido por Emma Reverter