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El presidente de Baviera carga contra Merkel por su gestión de los refugiados

The Guardian

Philip Oltermann- Berlín —

Angela Merkel está luchando por contener la rebelión bávara que se ha levantado en contra de su gestión en la crisis de refugiados. El líder del partido hermano de la formación Unión Demócrata Cristiana ha acusado a la canciller de fomentar “un gobierno de la injusticia”.

Horst Seehofer, presidente de la Unión Social Cristiana (CSU) en Baviera, ha emitido unas declaraciones poco comunes entre los miembros del Gobierno de coalición al periódico Passauer Neue Presse. “No tenemos en estos momentos un estado de ley y orden. Es un gobierno de la injusticia”.

“Gobierno de la injusticia” (herrschaft des unrechts) es una expresión que en Alemania se relaciona con el término unrechtsstaat, usado normalmente para describir una dictadura o un régimen opresivo como el de la República Democrática Alemana (RDA).

Las declaraciones de Seehofer representan la última etapa de una confrontación cada vez más crispada entre el Gobierno y su partido. La semana pasada, los políticos de la CSU viajaron a Moscú para reunirse con Vladímir Putin, en una visita que el coordinador del Ejecutivo alemán para las relaciones con Rusia describió como “políticamente dañina”.

Además, el pasado octubre, Seehofer tomó una decisión sin precedentes al amenazar con emprender acciones legales contra la política de refugiados de Merkel. El bávaro ha repetido este ultimátum desde entonces, afirmando que hará llegar su denuncia al Tribunal Constitucional del país antes de que acabe febrero. “No podemos recibir a otro millón de refugiados este año”, declaró al canal de televisión ZDF.

Katerina Barley, la secretaria general del otro partido de coalición de Merkel, el Socialdemócrata de Alemania, describió las críticas de Seehofer como confusas e irritantes. “Establece un paralelismo histórico intolerable o directamente carece de un sentido de la historia”, añadió Barley.

“Querido Horst Seehofer, Alemania no es una dictadura y Merkel no es Honecker [antiguo líder de la RDA]”, tuiteó Thomas Oppermann, el presidente del SPD.

Aunque los cristianodemócratas de Merkel (CDU) y la CSU son aliados tradicionales, el partido de la canciller no necesita estrictamente el apoyo de su formación hermana para constituir un Gobierno de coalición. El CSU se ha mantenido en el poder de forma ininterrumpida en Baviera desde 1957, pero solo consiguió el 7,4% del 41,5% con el que la CDU obtuvo la mayoría en las elecciones federales de 2013.

Esta última discusión llega en un momento en el que el Ejecutivo alemán de coalición ha entrado en un callejón sin salida sobre la nueva ley de asilo, que en parte simplifica el proceso de deportación de los delincuentes que solicitan asilo. La propuesta original establecería un periodo de dos años durante el que las familias de los refugiados que no fuesen “perseguidos de forma específica y urgente” no podrían reunirse con ellos.

Sin embargo, en las últimas semanas, la CDU y el SPD han tenido diferencias acerca de si este retraso debería aplicarse también a los menores que llegan a Alemania sin sus parientes, mientras que la CSU ha manifestado su oposición a esta última medida.

Traducción de: Mónica Zas