Christian Drosten, director de Virología del Hospital Charité en Berlín, fue uno de los investigadores que identificó el virus del SARS en 2003. Al frente del instituto de salud pública de referencia en Alemania para todo lo relacionado con los coronavirus, se ha convertido en el experto de cabecera del gobierno de Angela Merkel durante la pandemia.
En una entrevista exclusiva con The Guardian, Drosten admite que teme un segundo estallido mortal. Explica los motivos por los que Angela Merkel ha jugado con ventaja respecto a otros líderes mundiales y por qué “la paradoja de la prevención” no le deja dormir por las noches.
Alemania comienza a levantar el confinamiento de manera gradual desde este lunes. ¿Qué sucede a partir de ahí?
De momento vemos que las Unidades de Cuidados Intensivos están a mitad de capacidad en Alemania. Eso sucede porque comenzamos con los diagnósticos pronto y a gran escala y detuvimos la epidemia –lo que quiere decir que llevamos la tasa de reproducción a menos de 1 [reducir el número de personas que contagia cada infectado es una medida clave para detener el avance del virus].
Ahora nos encontramos en un escenario que denomino “la paradoja de la prevención”. Hay personas que argumentan que reaccionamos de manera desproporcionada y hay presión política y económica para regresar a la normalidad. El plan federal es levantar el confinamiento de manera gradual, lentamente, pero como cada Länder [estado de la república federal] puede decidir y aplicar sus propias reglas, temo que seamos testigos de una gran creatividad en la aplicación de ese plan. Me temo que la tasa de reproducción aumentará de nuevo y seremos testigos de una segunda ola de contagios.
Si el confinamiento se prolongara en el tiempo, ¿podría erradicarse la enfermedad?
En Alemania hay un grupo de especialistas en modelos [de comportamiento a futuro] sugiriendo que una prolongación de algunas, pocas, semanas, podría suprimir en gran medida la circulación del virus y llevar la tasa de reproducción por debajo de 0,2. Tiendo a apoyar sus planteamientos pero aún no me he decidido del todo. La tasa de reproducción no es más que una media, una aproximación. No te dice dónde hay grupos de prevalencia alta como las residencias de ancianos en los que puede llevar más tiempo erradicar la enfermedad y desde donde podríamos ver resurgir la infección con velocidad incluso en un escenario de confinamiento extendido.
De surgir un nuevo brote, ¿podría contenerse?
Sí, pero no puede pasar si nos limitamos a trazar solamente el contacto entre humanos. Tenemos pruebas de que casi la mitad de los contagios sucede antes de que la persona que contagia desarrolle síntomas y las personas están infectadas un mínimo de dos días antes de desarrollarlos. Eso significa que los expertos en trazar contactos y que trabajen junto a los pacientes para identificar a aquellos con quienes han estado en contacto corren una carrera contra el tiempo. Necesitan ayuda para saber quienes son todos los potenciales contagiados lo antes posible y eso requerirá métodos de seguimiento electrónico de los contactos.
¿Cómo de cerca estamos de lograr la inmunidad colectiva?
Para lograr la inmunidad colectiva necesitamos que entre el 60% y el 70% de la población tenga anticuerpos del virus. El resultado de los exámenes de anticuerpos muestra que en Europa y Estados Unidos estamos por debajo del 10% pero las pruebas no son de total confianza. Todas presentan problemas y falsos positivos. La inmunidad colectiva no lo es todo. Asume que la población se mezcla pero tenemos motivos –relacionados con las redes generadas por la gente para relacionarse-para creer que no toda la población puede infectarse al mismo tiempo. Esas redes cambian continuamente y entonces se expone a otras personas al virus. Así podrían generarse olas de infección. Otro factor que podría tener causar un impacto en la inmunidad colectiva es saber si otros coronavirus –los del resfriado común, por ejemplo- ofrecen protección para este. No lo sabemos, es una posibilidad.
¿Deberían estar todos los países haciendo pruebas a todo el mundo?
No estoy seguro. Incluso en Alemania, con nuestra gran capacidad de hacer pruebas y con la mayor parte dirigidas a quienes presentan síntomas, no tenemos un tasa de positivos superior al 8%. Creo que es mejor hacer pruebas a una población concreta, a quienes son realmente vulnerables. Personal de hospitales y residencias de ancianos, por ejemplo. Eso no se está aplicando a rajatabla en Alemania pero avanzamos en esa dirección.
Otro objetivo deberían ser los pacientes en la primera semana que presentan síntomas, sobre todo los de más edad, que suelen venir al hospital cuando es demasiado tarde, cuando ya tienen los labios azules y necesitan intubación. Necesitamos algún sistema de vigilancia, un centinela que tome muestras entre la población con regularidad y pueda estar al tanto de la tasa de reproducción del virus.
¿Qué se sabe de la estacionalidad del virus?
No mucho. El grupo de modelización que lidera Marc Lipsitch en Harvard sugiere que la transmisión del virus podría ralentizarse durante el verano, pero que este efecto será mínimo. No tengo datos mejores.
¿Podemos afirmar a ciencia cierta que la pandemia se originó en China?
Creo que sí. Por otra parte, no asumo que comenzara en el mercado de alimentos de Wuhan. Es más probable que comenzara donde se criara otro animal, el anfitrión intermedio.
¿Qué sabemos sobre ese anfitirón intermedio, es el “pobre pangolín”, como empieza a conocerse?
Nada me hace creer que el virus pasara a través del pangolín en su camino hacia el ser humano. Hay información interesante al respecto en la literatura sobre el SARS. El virus apareció en civetas pero también en mapaches, algo que la prensa pasó por alto. Los mapaches están en la base de una gran industria en China. Los crían en granjas y los cazan en la naturaleza. Por su piel. Si alguien me diera unos cientos de miles de dólares y acceso libre a China para encontrar el origen del virus, iría a mirar a los criaderos de mapaches.
¿Será útil identificar al paciente cero, el primer humano infectado con este virus?
No, el paciente cero es alguien que con casi total certeza se contagió con un virus muy similar a alguno de los primeros que secuenciamos, de modo que no nos ayudaría a resolver el problema que tenemos ahora. No creo que se pueda argumentar que nos ayudaría a prevenir futuras pandemias de coronavirus porque la humanidad será inmune al próximo coronavirus vinculado a SARS una vez ha estado expuesta a este. Otros coronavirus implicarán una amenaza -uno de los primeros candidatos es el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio)- pero para entender esa amenaza tenemos que estudiar como avanzan esos virus en los camellos de Oriente Medio.
¿Es responsable la actividad humana del paso de virus de los animales al ser humano?
Los coronavirus tratan de cambiar de organismo de acogida cuando se presenta la oportunidad. A través de nuestro uso de los animales, contrario a los principios de la naturaleza, nosotros creamos esa oportunidad. Los animales de granja están en contacto con animales salvajes. El modo en que se los almacena en grandes grupos amplifica el contagio del virus entre ellos. El ser humano entra en intenso contacto con esos animales, por ejemplo, a través del consumo de carne. Eso representa una posible trayectoria de brotes de coronavirus. En Oriente Medio los camellos cuentan como animales de granja y son los animales que alojan el MERS y el coronavirus 229E que es una de las causas del resfriado común. Nuestro ganado es el huésped original del coronavirus OC43, por ejemplo.
Siempre se ha creído que la gripe común ofrece el mayor riesgo de pandemia. ¿Sigue siendo así?
Sin duda, pero no podemos descartar otra pandemia de coronavirus. Tras el primer estallido de Ébola en 1976 muchos creyeron que no volvería a suceder. Pero en menos de 20 años había pasado de nuevo.
¿Toda la ciencia desarrollada alrededor de esta coronavirus es correcta?
¡No! Al principio, en febrero, hubo muchos borradores interesantes. [Investigaciones que no han pasado por su revisión por pares]. Ahora, para encontrar uno bien fundamentado e interesante tienes que revisar 50. Se están malgastando muchos recursos de investigación.
Angela Merkel ha sido elogiada por su liderazgo durante esta crisis. ¿Qué es lo que hace de ella una buena lideresa?
Está muy bien informada. Ayuda que sea científica de formación y sepa manejar cifras. Pero creo que al final se reduce a su forma de ser y su capacidad de tomar decisiones bien fundamentadas y para transmitir seguridad. Quizás una de la características de una lideresa es que no utiliza esta situación para sacar provecho político. Saben lo contraproducente que puede ser.
¿Hay algo que no le deje dormir?
En Alemania, la gente ve que los hospitales no están desbordados y no entienden por qué las tiendas tienen que estar cerradas. Sólo ven lo que sucede así y no se fijan, por ejemplo, en lo que pasa en Nueva York o en España. Esa es la “paradoja de la prevención”. Para muchos alemanes, soy el diablo que está hundiendo la economía. Recibo amenazas de muerte que paso a la Policía. Aunque me inquietan más otros emails, los de que gente que me dice que tiene tres hijos y les preocupa el futuro. No es culpa mía. Pero esos son los que no me dejan dormir de noche.
Traducido por Alberto Arce