Las claves de la crisis interna de los republicanos que bloquea el nuevo Congreso de EEUU

Lauren Gambino / Joan E Greve

Washington (EEUU) —
4 de enero de 2023 12:08 h

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Con un retraso histórico, el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se enfrenta este miércoles a una prolongada batalla para asegurarse el mazo de presidente tras no conseguir suficientes votos en las tres primeras votaciones en la jornada inaugural del nuevo Congreso.

Se evitó una cuarta votación -y quizás más, durante la noche- cuando la Cámara levantó la sesión, por votación oral, hasta el mediodía de este miércoles.

Antes de eso, en las dos primeras votaciones para decidir quién será el próximo presidente, 19 republicanos se opusieron a McCarthy, lo que le dejó a 15 votos de los 218 necesarios para ganar. En la tercera votación, McCarthy perdió un partidario más, intensificando las preocupaciones de que no logrará unir a su grupo parlamentario.

En otra señal desmoralizadora para la nueva mayoría republicana, el demócrata Hakeem Jeffries recibió más votos que McCarthy en las tres primeras votaciones.

McCarthy es el primer candidato a presidente en 100 años que no gana la primera votación. Un consultor político republicano de California dijo que para McCarthy fue “el día más humillante de su carrera política”, frase que fue recogida en periódicos de todo el estado natal de McCarthy.

McCarthy había reconocido que era poco probable que ganara la presidencia en la primera votación, lo que preparaba el terreno para un retraso potencialmente largo antes de que los nuevos miembros de la Cámara pudieran jurar sus cargos. El republicano sugirió que se sentía cómodo batiendo el récord de la elección más larga de la historia, de dos meses y 133 votaciones. Ese enfrentamiento electoral se produjo en 1856, poco antes de la guerra civil estadounidense.

“Puede que tengamos una batalla en el hemiciclo”, dijo McCarthy a los periodistas. “Pero la batalla es por el Congreso y el país, y eso me parece bien”.

Oposición republicana

Este miércoles, Donald Trump pidió a los republicanos que apoyaran a McCarthy, solo horas después de negarse a decir si continuaría respaldando al candidato. “Veremos qué pasa. Veremos cómo se resuelve todo”, dijo a NBC News el ex presidente este martes por la noche.

Sin embargo, Trump dice ahora que “algunas conversaciones realmente buenas tuvieron lugar anoche [martes] y ahora es el momento de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara voten por Kevin, cierren el acuerdo y tomen la victoria”.

“Republicanos, no conviertan un gran triunfo en una derrota gigante y vergonzosa. Es hora de celebrar, te lo mereces. Kevin McCarthy hará un buen trabajo, y tal vez incluso un gran trabajo”, añadió Trump a través de la red social Truth Social.

McCarthy siempre se mostró leal al expresidente, e incluso voló a Mar-a-Lago para reunirse con Trump poco después de que abandonara la Casa Blanca, solo unas semanas después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

“Hemos terminado con Kevin McCarthy”, dijo el congresista de Virginia Bob Good a CNN este martes por la noche. Según él, los votos republicanos contra McCarthy solo aumentarán en las próximas rondas de votación.

La oposición republicana a McCarthy ha estado liderada por miembros del Freedom Caucus de la Cámara de Representantes, un grupo de extrema derecha que ha presionado para que se modifiquen las normas de la Cámara. Scott Perry, presidente del Freedom Caucus, reiteró su oposición este martes y acusó a McCarthy de no trabajar de buena fe con su grupo.

“En casi todo momento, McCarthy nos ha dejado de lado o se ha opuesto a nosotros, y cualquier progreso percibido ha sido a menudo vago o contenía lagunas que amplificaban aún más las preocupaciones en cuanto a la sinceridad de las promesas que se estaban haciendo”, dijo Perry. “Kevin McCarthy tuvo la oportunidad de ser presidente de la Cámara. La rechazó”.

Los aliados de McCarthy arremetieron contra Perry y otros opositores, alegando que habían dado prioridad a sus propias ambiciones sobre el bienestar del partido.

Antes de la primera votación, Elise Stefanik, de Nueva York, apoyó la candidatura de McCarthy y criticó veladamente a sus oponentes.

“Nadie en este órgano ha trabajado más duro por esta mayoría republicana que Kevin McCarthy”, dijo Stefanik. “Un orgulloso conservador con una incansable ética de trabajo, Kevin McCarthy se ha ganado la presidencia de la Cámara del pueblo”.

Intentos fallidos de unidad

En la primera votación, una tercera candidatura fue presentada por el congresista de Arizona Paul Gosar, un republicano de extrema derecha que ofreció a su compatriota Andy Biggs como alternativa conservadora. De los 19 republicanos que se opusieron a McCarthy en la primera votación, 10 apoyaron a Biggs, que perdió ante McCarthy en la contienda por la nominación de noviembre, por 188 votos a 31.

En la segunda votación, Jim Jordan, de Ohio, obtuvo el apoyo de los 19 republicanos que se opusieron a McCarthy en la primera votación. Esto ocurrió después de que el propio Jordan nominara a McCarthy, en un intento de mostrar unidad. En su discurso, Jordan esbozó la agenda de los republicanos e instó a sus colegas a dejar de lado las diferencias.

“Tenemos que unirnos en torno a él”, dijo Jordan.

Pero McCarthy perdió apoyo en la tercera votación. Byron Donalds, de Florida, pasó de McCarthy a Jordan, elevando a 20 el número de detractores republicanos.

“La realidad es que... Kevin McCarthy no tiene los votos”, dijo Donalds en Twitter. “Nuestra conferencia necesita un receso y reunirse y encontrar a alguien o elaborar los próximos pasos [a seguir]… pero estas continuas votaciones no están funcionando para nadie”.

Sin entendimiento

Una reunión celebrada este martes no logró resolver los problemas entre McCarthy y sus detractores. Matt Gaetz, uno de los críticos más acérrimos de McCarthy, dijo que los que le negaban su apoyo eran amenazados con ser apartados de las comisiones parlamentarias.

“Si quieres drenar el pantano, no puedes poner al caimán más grande a cargo del ejercicio”, dijo Gaetz a los periodistas. “Soy de Florida y sé de lo que hablo”.

Gaetz y sus colegas no dieron muestras de ceder. Su oposición planteó la perspectiva de la primera larga lucha en el hemiciclo por la presidencia de la Cámara en 100 años. El último espectáculo de este tipo tuvo lugar en 1923.

“No vamos a retroceder hasta que nos reunamos en una sala y decidamos cómo vamos a ser capaces de levantarnos y luchar por el pueblo estadounidense, independientemente de quién sea el presidente”, dijo Chip Roy, congresista por Texas, a Fox News. “No voy a pestañear”.

El segundo republicano en la lista, el representante por Luisiana Steve Scalise, es visto como una posible opción de compromiso, pero hasta ahora se ha centrado en recabar apoyos para McCarthy.

“No será fácil”

Los demócratas apoyaron para presidir la Cámara a su líder, Hakeem Jeffries.

“No se arrodilla ante nadie que pretenda socavar nuestra democracia”, dijo Pete Aguilar, de California, el tercer demócrata, en un discurso de nominación de Jeffries.

El Senado se reunió sin incidentes. Los demócratas dieron la bienvenida a dos nuevos miembros, entre ellos John Fetterman, de Pensilvania, que ayudó a su partido a asegurarse una mayoría de 51 frente a 49.

En su primer discurso del nuevo Congreso, el líder de la mayoría, el senador demócrata Chuck Schumer, elogió a su homólogo, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, por haberse convertido en el líder del partido que más tiempo lleva en el Senado.

En el inicio de una era de Gobierno dividido, tras dos años de control demócrata, Schumer reconoció que el camino legislativo “no será fácil”, pero se mostró optimista.

“Después de todo lo que hemos logrado en un Senado y una Cámara divididos por igual”, dijo. “No hay razón para que ambas partes no puedan seguir trabajando juntas por el bien de nuestro país, nuestro querido país”.

Traducción de Lara Lema