Dos detenidos por meter sus palillos en un cuenco común en plena campaña contra el “terrorismo del sushi” en Japón
La campaña de Japón contra los comensales descarriados por el “terrorismo del sushi” se ha intensificado tras la detención de dos hombres por utilizar sus palillos para sacar un condimento de un recipiente común en un restaurante de Osaka.
Las detenciones de Toshihide Oka y Ryu Shimazu se han producido mientras el sector de la restauración del país intenta contener una ola de mal comportamiento entre la clientela que comenzó a principios de año en cadenas de restaurantes populares.
Oka, de 34 años, y Shimazu, de 35, están acusados de “obstrucción de la actividad empresarial” después de que en septiembre utilizaran sus palillos para comer jengibre encurtido de un recipiente destinado a todos los clientes en un restaurante de Yoshinoya, una cadena de gyūdon (bol de ternera), según ha informado la policía.
Los hombres, cuyo vídeo sobre la broma fue ampliamente compartido en las redes sociales, también están acusados de destrucción de la propiedad al contaminar el recipiente y el jengibre con sus utensilios. Se supone que los comensales deben utilizar palillos distintos para añadir aderezos a sus platos.
El vídeo muestra a un hombre, que se cree que es Shimazu, metiéndose repetidamente en la boca jengibre encurtido, un ingrediente básico del gyūdon.
“Quería hacer reír a la gente”, dijo Oka a la Policía, según la agencia de noticias Kyodo. “Le pedí [a Shimazu] que hiciera algo gracioso y, de repente, se lo comió. Lo compartí en las redes sociales porque era muy gracioso. Quería que todo el mundo lo viera”. Según el medio, ambos hombres confesaron lo ocurrido.
La noticia de que comensales díscolos se han cebado con el gyūdon horrorizará a muchos japoneses. Este plato, compuesto de carne de ternera sazonada y cebolla sobre arroz –a menudo acompañado de tiras de jengibre encurtido de color rojo brillante–, es una comida típica y popular cuyo precio es un indicador oficioso de la salud de la tercera economía más grande del mundo.
Yoshinoya, que tiene unos 1.000 restaurantes en Japón, denunció el incidente a la Policía tras tener conocimiento del vídeo en febrero. Se vio obligada a cerrar temporalmente el establecimiento de Osaka, sustituir el jengibre encurtido y desinfectar todos sus recipientes.
“Es verdaderamente deplorable que esta noticia haya causado malestar y preocupación entre los clientes y haya puesto en tela de juicio la seguridad de comer fuera de casa de forma general”, ha dicho un portavoz de la empresa. “Esperamos sinceramente que esto no vuelva a ocurrir”.
La ola de “terrorismo del sushi”
Las detenciones se producen una semana después de que un hombre fuera acusado de lamer la parte superior de una botella común de salsa de soja en un restaurante de sushi en cinta transportadora en febrero. Otras dos personas han sido detenidas en relación con el incidente.
Al parecer, el acusado, de 21 años, se sintió alentado por las publicaciones en las redes sociales que mostraban a personas efectuando actos de “terrorismo del sushi”, incluido un incidente en el que un adolescente lamió el borde de una taza de té antes de volver a colocarla en un estante y luego limpió con saliva un plato de sushi que pasaba por allí.
Tras ser acusado de obstrucción forzosa a la actividad comercial, al parecer ha expresado su arrepentimiento por su comportamiento y ha indicado que quiere disculparse ante el responsable del restaurante, Kura Sushi.
La cadena de sushi calificó las bromas de “molestia para el público” y añadió que esperaba que las detenciones disuadieran a otros posibles bromistas. Desde entonces ha instalado cámaras de seguridad equipadas con inteligencia artificial para vigilar a los clientes, mientras que otras cadenas de kaitenzushi de alta tecnología han detenido sus cintas transportadoras.
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