Lo que pueda hacer Donald Trump como presidente nos afecta en todo el mundo

Donald Trump es un monstruo creado por el establishment político de EEUU. Por un lado, el fanatismo anti-islámico y anti-inmigrantes azuzado por las élites republicanas y sus portavoces mediáticos durante años. Por otro, el abandono de millones de estadounidenses en condiciones de vida estancadas, que comprensiblemente están hartos de los dictados de la economía liberal. Y ahora, el monstruo se ha desatado: un plutócrata que se alimenta del miedo de los abandonados.

El problema de Trump es importante no solo para Estados Unidos, sino para todos nosotros. Está circulando una carta online que ya han firmado más de 1,5 millones de personas y la cifra sigue aumentando (rápido). “El mundo rechaza tu miedo, tu incitación al odio y tu fanatismo”, dice el texto. Un flujo en directo de firmantes da una idea de la amplitud de su apoyo: mientras escribo, hay firmas desde Irak, Brasil y Grecia. Si consiguen suficientes apoyos, la carta llenará las páginas de los principales periódicos del mundo.

En un primer momento, tuve reticencias para firmarla. El “clicktivismo” online a menudo parece un ejercicio para sentirse bien y poco más: firmar una petición como sustituto de un activismo más significativo, y luego pasar a otra cosa. Dado que muchos de los seguidores de Trump están resentidos con buena parte del resto del mundo, que ese mundo les informe de su desaprobación podría servir solo para hacerles sentir reforzados y poco más.

Algunos dirían que the Guardian tiene experiencia en eso, aunque es cuestionable si de verdad modificó algún voto en el condado de Ohio en 2004. Pero por todo esto soy especialmente receloso. Está claro que no es algo para tomar a la ligera: ¿de verdad deberían interferir los extranjeros en los asuntos internos de otros países?

Lo cierto es que lo que importa en Estados Unidos nos importa a todos. El poder de EEUU puede haber sufrido un relativo declive durante muchos años, pero sigue siendo nuestra única superpotencia. Desde la política exterior a su influencia cultural, quien se haga con la presidencia del país tiene un impacto sísmico en el resto del mundo. Sin duda tenemos derecho a opinar sobre una contienda en la que no tenemos voz pero cuyas consecuencias sufriremos.

La adopción sin remordimientos del racismo, la xenofobia y la misoginia por parte de Trump justifica todos esos feos prejuicios en todo el mundo. Y millones de estadounidenses están horrorizados con Trump. Se merecen nuestra solidaridad y nuestro apoyo. Después de todo, hay otro Estados Unidos, forjado por inmigrantes y transformado por americanos valientes que han luchado contra el racismo, el sexismo y la homofobia. Ese es un Estados Unidos en el que creemos millones de nosotros. Por eso deberíamos firmar esta carta.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo