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The Guardian en español

Las grandes petroleras, “cómplices” de los posibles crímenes de guerra del Ejército israelí por suministrarle combustibles

Tanques israelíes junto a la frontera de la Franja de Gaza.

Nina Lakhani

18 de marzo de 2024 23:13 h

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Los contribuyentes estadounidenses y varias de las empresas de combustibles fósiles más rentables del mundo están abasteciendo los aviones y tanques empleados por Israel para atacar a los palestinos en la Franja de Gaza, según un estudio al que ha tenido acceso en exclusiva el periódico británico The Guardian.

Israel tiene que adquirir en el extranjero el crudo y los refinados que necesita para alimentar su gran flota de aviones de combate, tanques y vehículos militares. Y, según el estudio encargado por la ONG Oil Change International y llevado a cabo por la consultora tecnológica británica Data Desk (especializada en investigar a la industria de los hidrocarburos), desde que comenzó el asalto a la Franja de Gaza, ese suministro ha dependido en gran medida de Azerbaiyán, Kazajstán, Rusia, Brasil, Gabón y Estados Unidos. De acuerdo con el informe, BP, Chevron, ExxonMobil, Shell y TotalEnergies son las principales petroleras que facilitan los combustibles.

Del análisis se desprende que, desde octubre de 2023, han llegado a Israel tres barcos cisterna estadounidenses con combustible para aviones JP8 como ayuda militar. Al parecer, los buques que transportan petróleo y combustibles han comenzado a apagar los sistemas de identificación automática (AIS, por sus siglas en inglés) antes de llegar a Israel, probablemente por razones de seguridad.

Uno de esos tres barcos salió de la refinería Bill Greehey, en Corpus Christi (Texas) el 22 de septiembre, antes de la actual ofensiva contra Gaza. Los otros dos partieron con el conflicto ya en marcha: el 6 de diciembre de 2023, cuando los palestinos muertos en la Franja ya eran 16.000; y el 9 de febrero, dos semanas después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) pidiera a Israel tomar medidas para evitar “actos de genocidio” contra los 2,3 millones de gazatíes. La sentencia emitida por el máximo tribunal de la ONU tiene implicaciones jurídicas para otros países y empresas, obligados a asegurarse de que no son cómplices en esos actos genocidas. 

Una imagen de satélite del 6 de marzo parece mostrar a ese tercer buque petrolero, también procedente de Texas, en la terminal israelí de Ashkelon. Para esa fecha el número de palestinos muertos ascendía a 30.000.

“Cómplices de genocidio”

Según expertos en derechos humanos, los países y empresas que están abasteciendo de petróleo a las fuerzas armadas israelíes podrían ser consideradas cómplices en crímenes de guerra y genocidio. “Los países y empresas que han seguido suministrando petróleo al Ejército israelí tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia están contribuyendo a violaciones terribles de derechos humanos y pueden ser cómplices de genocidio”, advirtió David R. Boyd, relator especial de las Naciones Unidas sobre medio ambiente y derechos humanos.

“Las petroleras deben asegurarse de que no contribuyen a afianzar el sistema de apartheid de Israel ni a alimentar crímenes de guerra y un posible genocidio en Gaza”, dijo Peter Frankental, director de Asuntos Económicos de Amnistía Internacional en Reino Unido. Según Frankental, todas las empresas con vínculos comerciales con el Ejército de Israel tienen la obligación de actuar con la “diligencia debida”.

Israel rechazó el fallo provisional de la CIJ y lo consideró “indignante”. Desde la Casa Blanca comunicaron que el fallo no cambiaría la política de Estados Unidos respecto a Gaza ni a Israel. Washington proporciona a Israel ayuda militar valorada en unos 3.600 millones de dólares de promedio al año (unos 3.300 millones de euros). Desde el comienzo del conflicto actual en Gaza, el Gobierno estadounidense ha solicitado al Congreso 14.300 millones de dólares adicionales (unos 13.100 millones de euros) para su aliado.

“Los países y las grandes petroleras que alimentan la maquinaria bélica de Israel son cómplices en el genocidio del pueblo palestino; Estados Unidos, en particular, tendrá que rendir cuentas por posibles violaciones del derecho internacional al abastecer directamente al Ejército de Israel, además de las más de cien operaciones de venta de armas”, aseguró Allie Rosenbluth, directora del programa para EEUU de Oil Change International.

En los últimos cinco meses, Israel ha arrojado decenas de miles de bombas sobre la Franja de Gaza, además de asaltos terrestres por todo el territorio ocupado. La ofensiva dio comienzo en respuesta al ataque que Hamás perpetró el 7 de octubre contra Israel, en el que mató a casi 1.200 personas y secuestró a más de 200, de las cuales más de 100 siguen cautivas.

Casi 32.000 palestinos han muerto en Gaza, con decenas de miles heridos o desaparecidos bajo los escombros y presuntamente muertos. A mediados de marzo, ya habían fallecido más de 13.000 niños, con más de la mitad de las edificaciones de la Franja destruidas o dañadas. Entre ellas, infraestructuras clave como escuelas, hospitales, plantas de agua y de saneamiento. Según expertos de la ONU, los palestinos están muriendo de inanición deliberada porque los militares israelíes bloquean la ayuda humanitaria destinada a Gaza y dirigen sus ataques contra las fuentes de alimentos y las personas que esperan comida.

Los suministros de petróleo a Israel no han disminuido

Israel es un pequeño país con un Ejército de tierra y de aire relativamente grandes. No tiene oleoductos de combustibles fósiles transfronterizos operativos y depende en gran medida de las importaciones por mar para abastecerse de petróleo.

Data Desk hizo su análisis a partir de imágenes por satélite del posicionamiento de los navíos, de los flujos del comercio de materias primas, de datos proporcionados por autoridades portuarias y navieras, así como de informaciones financieras y aparecidas en medios de comunicación. Según los datos recabados, hay un solapamiento importante entre las cadenas de suministro de combustible civil y de combustible militar.

Israel importa crudo para sus refinerías de Ashdod y Haifa, y también combustible refinado que es usado en el país o reexportado en ocasiones. Una parte del combustible que es refinado en Israel se destina directamente a las Fuerzas Armadas. La mayoría del restante parece ir a parar a gasolineras de uso civil o para el personal militar que reposta en ellas sus vehículos en virtud de un contrato gubernamental.

Aparte del combustible estadounidense para reactores, prácticamente todos los demás derivados del petróleo que se enviaban a Israel se han visto interrumpidos desde octubre de 2023, quizá como consecuencia de la crisis en el mar Rojo por los ataques de los rebeldes hutíes desde Yemen, que han tenido como objetivo a barcos relacionados con Israel y sus aliados occidentales. 

El suministro de crudo a Israel sí se ha mantenido más o menos estable, salvo por un descenso en enero. Estas son algunas de las conclusiones del informe:

  • Desde octubre de 2023 parecen haber sido enviadas a Israel más de 1.440 kilotoneladas (kt) de crudo de Azerbaiyán. El crudo azerí se entrega a través del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC) que llega hasta Ceyhan (Turquía), donde es cargado en buques cisterna. Este año Azerbaiyán es el país anfitrión de la COP29, la conferencia anual de la ONU sobre el clima.
  • La petrolera BP, principal accionista y operadora del oleoducto BTC, produce junto a una petrolera nacional azerí parte del crudo del Mar Caspio que viaja por él. TotalEnergies y ExxonMobil figuran entre los socios minoritarios del BTC.
  • Dos cargamentos de crudo brasileño, por un total de 260 kt, parecen haber sido entregados a Israel desde el comienzo de la invasión a Gaza. Según los datos de señalización y las imágenes por satélite, el primer petrolero habría atracado en diciembre y descargado en una terminal al sur de Ashkelon, que abastece a las refinerías de Haifa y de Ashdod. El segundo lo hizo en febrero de 2024. El crudo procedía de yacimientos marinos que pertenecen de manera conjunta a Shell, TotalEnergies y Petrobras.

Desde las petroleras Total y Shell no quisieron hacer comentarios al respecto. Mientras, un portavoz de Petrobras dijo que “en diciembre de 2023 y en 2024 no ha entregado a Israel ningún cargamento de crudo de su producción”.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido uno de los mandatarios más críticos con Israel, país al que acusa de cometer un genocidio contra el pueblo palestino. Lula retiró al embajador brasileño en Tel Aviv, pero no ha prohibido las exportaciones de petróleo.

  • Los datos también sugieren que, desde octubre de 2023, al menos 600 kt de crudo kazajo-ruso han llegado a Israel a través del Consorcio del Oleoducto del Caspio (CPC). Por el CPC circula una mezcla de crudos procedentes de los principales yacimientos del Mar Caspio, así como de yacimientos terrestres menores en el sur de Rusia.
  • Chevron tiene la participación principal en el CPC, seguida por ExxonMobil y por Shell. Estas empresas de hidrocarburos también son propietarias de una parte de los yacimientos que alimentan el oleoducto. La mayor parte del crudo del CPC viene de Kazajstán que, a diferencia de Rusia, no está sometido a sanciones.
  • Rusia también parece haber mantenido los envíos regulares de gasóleo de vacío (VGO, por sus siglas en inglés), un fuelóleo de baja calidad que se transforma en combustible de aviones y en gasóleo mediante un proceso de hidrocraqueo. El VGO está saliendo de Rusia por los puertos en el Mar Negro.
  • Según los datos, cuatro cargamentos con más de 120kt de VGO también habrían salido de Rusia con destino a Israel tras el fallo de la CIJ ordenando a Israel tomar todas las medidas posibles para evitar un genocidio. El VGO ruso se ha visto seriamente afectado por una prohibición de la Unión Europea en vigor desde febrero de 2023.
  • La ubicación proporcionada por los sistemas de identificación automática (AIS) muestran los buques que navegan directamente hacia el puerto de Haifa, con una refinería equipada para transformar el VGO. En el caso de uno de los barcos, el puerto de Haifa había sido señalado como el destino, mientras que los demás indicaban como destino una zona de transferencias de barco a barco que Israel y Egipto usan en el Mediterráneo oriental. 
  • Algunos petroleros que transportan petróleo y combustibles parecen haber apagado sus señales de radar antes de llegar a Israel.

Los datos también hacen pensar en envíos de crudo relativamente pequeños pero regulares desde el oleoducto de Sumed. Este oleoducto está ayudando a llevar hasta Israel crudo de Arabia Saudí, de Egipto, de Irak y de Emiratos Árabes Unidos –todos ellos países árabes que han criticado el ataque israelí contra Gaza.

“El movimiento BDS [boicot, desinversión y sanciones], que ya está apuntando contra Chevron con una campaña global creciente de boicot y desinversión, dejará al descubierto y acusará a los países y empresas cómplices que han sido mencionados en este valioso informe”, adelantó Mahmoud Nawajaa, coordinador general del Comité Nacional Palestino en el BDS. “Los países y empresas que siguen suministrando combustible a Israel para sus fuerzas militares son cómplices directamente por apoyar el genocidio en marcha; nunca se lo perdonaremos”.

Los Gobiernos de Estados Unidos, Brasil, Rusia, Azerbaiyán y Kazajstán no respondieron a la solicitud de comentarios por parte de The Guardian, al igual que BP, Chevron y Exxon.

Traducido por Francisco de Zárate

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