Según un informe judicial publicado en Londres, decenas de miles de ciudadanos turcos detenidos o despedidos de sus trabajos por haber descargado una aplicación de mensajería encriptada han visto vulnerados sus derechos humanos.
El estudio, encargado por opositores al presidente turco, Recep Tayyip ErdoÄan, argumenta que el arresto de 75.000 sospechosos por haber descargado la aplicación ByLock es arbitrario, y pone en cuestión la legalidad de la campaña del Gobierno turco tras el fallido golpe de Estado del año pasado.
El Gobierno turco dice que los detenidos o despedidos están vinculados con el movimiento liderado por el predicador Fethullah Gülen, que reside en Estados Unidos y que ha sido acusado de orquestar el intento de sublevación.
El dictamen fue encargado por una organización proGülen con base en Europa y está firmado por dos experimentados abogados británicos, William Clegg y Simon Baker.
“La prueba de que la aplicación ByLock fue utilizada exclusivamente por miembros o partidarios del movimiento Gülen es poco convincente y no está sustentada por prueba alguna”, dicen los abogados. “Hay muchas pruebas que demuestran que la aplicación estaba disponible y era usada en muchos países distintos, algunos sin ninguna relación con Turquía”.
La detención de gente en base a esto es “arbitraria y viola el artículo 5” de la Convención Europea de Derechos Humanos, que garantiza el derecho a la libertad, según el informe.
El dictamen expone que ByLock estaba disponible para cualquiera, fue descargada alrededor del mundo y que estaba entre las 500 aplicaciones más descargadas en 41 países distintos, lo que exige otra “prueba convincente” para justificar los arrestos masivos.
En otro informe encargado por separado, Thomas Moore, experto británico en informática forense, dice que ByLock estaba disponible para descargar de manera gratuita en la App Store de Apple y en Google Play.
“Fue descargada más de 600.000 veces entre abril del 2014 y abril del 2016 por usuarios de todo el mundo,” dice Moore. “No tiene sentido, en mi opinión, sugerir que su disponibilidad estaba restringida a un grupo particular de gente”.
Moore señala un informe del MIT, el servicio de inteligencia turco, que obtuvo acceso a las comunicaciones en ByLock. “No hay indicio en el informe de MIT de que las descargas estuvieran restringidas a un territorio o a una jurisdicción.”
Otros servicios de comunicación segura, como Telegram, son utilizados por la seguridad de su encriptación. “Hay pruebas sustanciales que demuestran que Telegram ha sido usado por ISIS como una herramienta de comunicación segura y aún así no se ha visto que las fuerzas de seguridad hayan detenido a todos los usuarios de este servicio”, dice Moore.
Ninguno de los juicios llevados a cabo en Turquía han sido apelados al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero se espera que algunos lleguen eventualmente a Estrasburgo.
Entre los detenidos hay abogados, funcionarios, jueces, oficiales del Ejército, periodistas y escritores.
Taner Kiliç, el director de Amnistía Internacional en Turquía, fue acusado en junio de pertenecer a una organización terrorista y permanece detenido. “La única prueba presentada por las autoridades supuestamente relacionando a Taner Kiliç con el movimiento Gülen es ByLock, una aplicación móvil de comunicación segura que las autoridades dicen que fue usada por los miembros de ‘la organización terrorista Fetthullahista’, y que se descubrió que estaba en su teléfono en agosto de 2014”, dijo Amnistía Internacional tras su detención.
“No se ha presentado ninguna prueba que sustente este hecho, y Taner Kiliç niega haber descargado o usado ByLock, o incluso haber oído hablar de ella, hasta que su supuesto uso se hizo público ampliamente en conexión con las detenciones y persecuciones recientes”.
La embajada turca de Londres no ha hecho comentarios al respecto.