Joe Biden, en el punto de mira tras el hallazgo de documentos clasificados
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está en el punto de mira por su gestión de secretos gubernamentales tras el hallazgo de un segundo lote de material clasificado en un lugar vinculado con el presidente.
La Casa Blanca ya estaba a la defensiva tras las revelaciones de que el pasado mes de noviembre se descubrieron documentos clasificados en una oficina utilizada por Biden después de haber ocupado la vicepresidencia de Estados Unidos. El mandatario dijo este martes que le “sorprendió enterarse” de su existencia.
Luego llegaron las informaciones de la cadena NBC News, seguidas por otros medios de comunicación, que decían que los ayudantes del presidente habían encontrado otro conjunto de documentos clasificados en un lugar distinto.
Este jueves, la Casa Blanca confirmó que se encontraron documentos clasificados en la casa del presidente en Delaware y dijo que el registro de las propiedades de Biden en busca de material secreto de su etapa como vicepresidente finalizó este miércoles. Los documentos fueron entregados al Departamento de Justicia.
La acusación ha dado nueva munición a los republicanos que buscan establecer una falsa equivalencia con una investigación del Departamento de Justicia sobre la mala gestión de documentos clasificados por parte del expresidente Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
Josh Hawley, senador republicano por Misuri y ardiente defensor de Trump, respondió a la revelación sobre Biden tuiteando: “Fiscal especial”. El fiscal especial es el encargado de investigar, y posiblemente enjuiciar, un caso en el que el Departamento de Justicia considera que tiene un conflicto o en el que se considera de interés público que alguien ajeno al Gobierno intervenga y asuma la responsabilidad de un asunto. El Gobierno asignó un fiscal especial para estudiar el caso de los documentos de Trump.
Este jueves, el secretario de Justicia, Merrick Garland, anunció la designación de un fiscal especial que estudiará todos los papeles clasificados que se han encontrado en domicilios y oficinas del presidente Biden.
Qué se encontró
Biden mantuvo una oficina en el Penn Biden Center for Diplomacy and Global Engagement, un think tank en Washington, después de dejar la vicepresidencia en 2017 y hasta poco antes de lanzar su campaña presidencial de 2020. La organización estaba afiliada a la Universidad de Pensilvania y siguió funcionando de manera independiente a la Administración Biden.
Richard Sauber, asesor especial del presidente, dijo que “un pequeño número de documentos marcados como clasificados” fueron descubiertos el 2 de noviembre de 2022 en un armario cerrado del centro cuando los abogados personales de Biden estaban desalojando las oficinas. Según Sauber, los abogados alertaron inmediatamente a la oficina del asesor de la Casa Blanca, que avisó a Archivos Nacionales, y este organismo se hizo cargo de la custodia de los documentos al día siguiente.
Este jueves, el asesor informó que tras el descubrimiento en el Biden Center, los abogados del presidente registraron sus dos residencias en Delaware, “los otros lugares donde los archivos de su oficina vicepresidencial podrían haber sido enviados durante la transición de 2017”, dijo Sauber.
“Durante la revisión, los abogados descubrieron entre papeles personales y políticos un pequeño número de archivos adicionales de la Administración Obama-Biden marcados como clasificados. Todos estos documentos, excepto uno, se encontraron en un espacio de almacenamiento en el garaje de la residencia del presidente en Wilmington (Delaware). Un documento de una página se descubrió entre materiales almacenados en una habitación adyacente”, informó Sauber, que dijo que no se encontraba nada en la otra residencia de Delaware del mandatario.
Pero sigue sin estar claro por qué la administración esperó más de dos meses para reconocer el descubrimiento de los registros y qué contienen exactamente. Trump valoró el descubrimiento en su red social. “¿Cuándo va a hacer el FBI una redada en las muchas casas de Joe Biden, quizá incluso en la Casa Blanca?”, exigió el expresidente.
Sin respuestas
En una rueda de prensa en México este martes, Biden dijo que se toma “en serio” los documentos clasificados y que su equipo actuó de forma apropiada al entregarlos rápidamente. “Hicieron lo que deberían haber hecho. Llamaron inmediatamente a Archivos”.
Este jueves, en una rueda de prensa para hablar sobre la inflación, Peter Doocy, periodista de Fox News, preguntó a Biden, entre gritos, sobre el nuevo hallazgo: “Papeles secretos al lado de su Corvette, ¿en qué estaba pensando?”.
“Permítanme hablar sobre todo esto y, por cierto, mis Corvettes están en un garaje cerrado, no en la calle. Pero como dije a principios de esta semana, la gente sabe que me tomo en serio el material clasificado”, dijo el presidente. “Voy a tener la oportunidad de hablar sobre todo esto, si Dios quiere, pronto”, añadió, reiterando que están colaborando con el Departamento de Justicia.
Su portavoz, Karine Jean-Pierre, también se enfrentó el miércoles a duras preguntas por parte de periodistas hambrientos por el escándalo desde el final de la presidencia de Trump. Se negó a decir cómo llegaron los documentos a la oficina o cuándo se informó a Biden de su existencia y a dar garantías de que otros materiales no saldrían a la luz.
“Sé que todos ustedes van a tener muchas preguntas sobre esto, pero en este momento no voy a ir más allá de lo que el presidente dijo ayer [martes]”, dijo Jean-Pierre. “No voy a ir más allá de lo que mis colegas de la asesoría de la Casa Blanca compartieron con muchos de ustedes también [este] lunes. Quiero ser prudente aquí y asegurarme de que mis colegas realmente manejan este asunto”.
Preguntada sobre por qué se había tardado tanto en revelar la existencia de los documentos, respondió: “Están siendo revisados por el Departamento de Justicia”.
Hubo un intercambio inusualmente enconado con Ed O'Keefe, corresponsal principal de CBS News en la Casa Blanca, quien señaló que Biden había comenzado su mandato reconociendo que cometería errores y que sería transparente al respecto. Jean-Pierre respondió: “No necesitamos este tipo de confrontación. Haga su pregunta”.
Diferencias con Trump
Al parecer, el fiscal general, Merrick Garland, ha pedido al fiscal del distrito norte de Illinois John Lausch –uno de los pocos fiscales estadounidenses que se mantienen de la Administración de Trump– que revise el asunto después de que Archivos Nacionales haya remitido la cuestión al Departamento.
La situación contrasta notablemente con la de Trump, que tenía alrededor de 300 documentos marcados como clasificados, incluidos algunos que fueron recuperados en un registro del FBI después de que sus abogados proporcionaran una certificación jurada de que todos los registros gubernamentales habían sido devueltos.
En noviembre, Garland nombró a Jack Smith, un veterano fiscal de crímenes de guerra con experiencia en casos de corrupción pública, para dirigir las investigaciones sobre la retención de documentos clasificados por parte de Trump, así como aspectos clave de una investigación separada relacionada con el ataque del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Pero es probable que tales distinciones se pierdan para muchos votantes, especialmente cuando los republicanos y los medios de derechas capitalicen el aparente paso en falso y acusen al Departamento de Justicia de doble rasero. Es probable que las informaciones sobre un segundo lote de documentos echen más leña al fuego.
El congresista Jim Jordan, presidente del comité judicial de la Cámara de Representantes, ha dicho que la opinión pública estadounidense se merecía conocer antes la revelación de los documentos clasificados de Biden. “Lo sabían una semana antes de las elecciones, quizá el pueblo estadounidense debería haberlo sabido”, dijo a los periodistas. “Sabían muy bien de la redada en Mar-a-Lago 91 días antes de estas elecciones, pero hubiese estado bien si el 2 de noviembre el país hubiera sabido que había documentos clasificados en el Biden Center”.
El congresista Mike Turner, del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, ha solicitado que la comunidad de inteligencia estadounidense lleve a cabo una “evaluación de daños” de los documentos encontrados en el Penn Center.
La Casa Blanca no ha querido hacer declaraciones a The Guardian.
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