La Fiscalía investiga a Kate del Castillo por su relación con El Chapo
La fiscal general de Mexico, Arely Gómez, ha asegurado que hay indicios de que Joaquín 'El Chapo' Guzmán invirtió en la empresa de tequila promovida por Kate Del Castillo, la actriz cuya relación con el hombre más buscado del planeta parece haber contribuido a su detención.
“Estamos investigando el caso de la marca de tequila”, confirmó Gómez al periódico El Universal, aunque reconoció que no hay “certeza legal” aún de que se haya cometido un delito. La fiscal ha añadido que la estrella de Hollywood, Sean Penn -quien se reunió con El Chapo en un encuentro concertado por Del Castillo- no está siendo investigado, así como ningún miembro del equipo de producción del proyecto de película basado en la historia del capo de la droga.
Los abogados quieren interrogar a Del Castillo acerca de un posible caso de blanqueo, tras las últimas pruebas que sugieren que Guzmán metió dinero de la droga en su empresa, como ha indicado Arely Gómez. Del Castillo, que iba a presentar su marca de tequila Honor este mes, se ha mantenido en silencio ante las acusaciones hacia ella y hacia su relación con El Chapo, aunque dio su versión de la historia en una breve declaración por Twitter la semana pasada.
La estrella de las telenovelas en 'prime time' –y conocida por sus críticas al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobierna en México– se ha visto sometida a un intenso escrutinio desde que El Chapo fue detenido en su Estado natal de Sinaloa. La extensa cobertura mediática de sus relaciones con Guzmán, nutrida a través de varias filtraciones de los investigadores y aderezada con especulaciones acerca de la naturaleza real de su relación, ha llegado a desviar la atención del procedimiento contra el jefe del cartel, así como de otros casos de crimen y corrupción, como el arresto la semana pasada del anterior dirigente del PRI, Humberto Moreira, por sospechas de malversación de fondos, blanqueo de dinero y sobornos.
“Desde la detención de El Chapo, la mayor parte de la historia se ha convertido en un gran culebrón”, opina el analista de seguridad, Jorge Kawas. “Pocos se han preguntado acerca de las cuestiones importantes. ¿Qué políticos están detrás del tráfico de drogas y otras organizaciones criminales en México?”.
Las fotos de la vigilancia a Del Castillo y a Penn, publicadas la semana pasada por El Universal, muestran a ambos volviendo a México de su encuentro con El Chapo en su refugio en las montañas de Sinaloa. Unos mensajes de texto sugieren que el cabecilla del cartel estaba interesado en la actriz, más allá de lo relacionado con el proyecto cinematográfico. Sin embargo, algunos comentaristas han expresado su escepticismo sobre los mensajes filtrados entre Guzmán y Kate, quien saltó a la fama por su interpretación de una jefa de cartel en la serie de televisión 'La reina del Sur'.
“Si Kate del Castillo ha cometido algún delito, tiene que ser castigada”, escribió el columnista Mario Campos. “Pero ya hemos tenido suficiente del espectáculo que convierte a una mala de televisión en una enemiga pública en el mundo real”.
Las filtraciones de las investigaciones penales son habituales en los casos más famosos de México. Después del brutal asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera y tres mujeres en un apartamento de la ciudad de México, los detalles de la investigación fueron apareciendo de forma regular en las portadas de los medios, pero solo aquellos que confirmaban la versión oficial de que los asesinatos no tenían relación directa con las amenazas muerte recibidas por Espinosa y Vera por su trabajo en el Estado de Veracruz.
La detención de Guzmán ha sido un gran golpe a favor del Gobierno, pero las pruebas sugieren que ir a por los jefes de los cárteles no sirve de mucho para detener la circulación de narcóticos o impedir la corrupción generada por la droga. Mientras tanto, México se ha mostrado incapaz de desmantelar las redes financieras ilegales que blanquean el dinero de la droga y relacionan a estas organizaciones con empresas y altos cargos políticos, afirma Kawas. “Es más sencillo perseguir a alguien como Kate del Castillo, un personaje público famoso y reconocible por la mayoría de los mexicanos, que sumergirse en el complejo tráfico de influencias financieras y políticas del cártel de Sinaloa”, añade.
