Con la fiesta de Navidad de Downing Street y la polémica por los pagos de la reforma de su residencia oficial, Boris Johnson ha sido acusado, una vez más, de mentir. A continuación, un repaso de algunos de los ejemplos más flagrantes de la supuesta falta de honradez del primer ministro británico.
El 'partygate' navideño
La semana pasada se publicaron informaciones sobre una fiesta de Navidad celebrada en Downing Street el 18 de diciembre de 2020, en un momento en el que el país estaba sometido a estrictas restricciones por la COVID. El portavoz oficial de Johnson negó que se hubiera celebrado ninguna fiesta, y el primer ministro dijo en la Cámara de los Comunes que “se siguieron completamente todas las directrices”.
Sin embargo, después de que se difundiera un vídeo en el que se veía a su antigua portavoz, Allegra Stratton, riendo y bromeando con sus colegas sobre una fiesta de vino y queso sin distanciamiento social, el primer ministro cambió de rumbo. Dijo a los Comunes que le habían “asegurado repetidamente” que no había ninguna fiesta, pero que ahora había pedido al jefe de Gabinete, Simon Case, que aclarara “todos los hechos”.
Wallpapergate
El caso de la reforma de la residencia del primer ministro también incluyó un cambio de “wallpaper”, es decir, el papel pintado para decorar las habitaciones. El asesor para asuntos éticos, Lord Geidt, dijo en un informe que Boris Johnson le había dicho que no sabía nada sobre quién pagó la reforma de su piso de Downing Street hasta inmediatamente antes de las informaciones publicadas por los medios de comunicación en febrero de 2021.
Sin embargo, en un informe separado publicado este jueves, la comisión electoral ha confirmado que había visto pruebas de que Johnson había enviado a Lord Brownlow, un colega y donante del Partido Conservador, un mensaje de WhatsApp en noviembre de 2020 “pidiéndole que autorizara más obras de reforma, en ese momento no especificadas, en la residencia”, a lo que Brownlow accedió. El organismo de control ha multado al Partido Conservador por la donación.
Downing Street alega ahora que no hubo ninguna incoherencia entre los informes de Geidt y de la Comisión Electoral porque Johnson solo sabía que Brownlow estaba organizando donaciones para pagar las obras de reforma, no que Brownlow fuera “el donante subyacente”.
Gastos del Brexit
Una de las mentiras más duraderas de Boris Johnson fue la afirmación utilizada en el autobús de la campaña a favor del Brexit “Enviamos a la Unión Europea 350 millones de libras a la semana”, con la sugerencia además de que ese dinero podría utilizarse para financiar el Sistema Nacional de Salud.
Después de que periodistas, activistas y economistas cuestionaran la afirmación, el organismo oficial de control de las estadísticas puso el último clavo en el ataúd de la ahora infame propaganda.
En 2016, la Autoridad Estadística de Reino Unido dijo que estaba “decepcionada al observar que sigue habiendo sugerencias de que Reino Unido destina 350 millones de libras a la Unión Europea cada semana y que esta cantidad completa podría gastarse en otra área”. La contribución de Reino Unido a la Unión Europea se paga después de la aplicación del conocido como 'cheque británico' –mecanismo financiero para reducir la contribución británica a la UE en vigor desde 1985– y esta era una cifra bruta “engañosa”, dijeron. En 2018, Johnson seguía manteniendo la afirmación, de hecho aseguraba que la cifra era “demasiado baja”.
El engaño a la reina
En 2019, Boris Johnson fue acusado de mentir a la reina de Inglaterra, Isabel II, sobre el consejo que le dio para suspender el Parlamento durante cinco semanas [y así cumplir su estrategia del Brexit]. El poder de suspender o prorrogar la actividad parlamentaria corresponde a la reina, que convencionalmente actúa siguiendo el consejo del primer ministro.
El Tribunal Supremo acabó declarando ilegal la prórroga y Johnson tuvo que enfrentarse a las acusaciones de haber mentido a la reina. Cuando se le preguntó si había mentido a la monarca sobre sus razones para la suspensión, respondió: “En absoluto”.
La tragedia de Hillsborough
Johnson fue muy criticado por publicar en 2004 un artículo como director de The Spectator en el que culpaba a los hinchas del Liverpool de la tragedia de Hillsborough de 1989 en la que murieron 97 personas a causa de una avalancha en el estadio.
Aunque el artículo decía que el suceso fue “innegablemente” una tragedia, añadía que “eso no es excusa para que el Liverpool no reconozca, incluso hasta el día de hoy, el papel que jugaron en el desastre los hinchas borrachos que se encontraban en la parte trasera de la multitud y que trataron de abrirse paso hacia el estadio ese sábado por la tarde”.
El jurado de la investigación de Hillsborough concluyó posteriormente que “no había encontrado nada que sugiriera que el comportamiento de los aficionados, borrachos o no, contribuyera al desastre”. En 2012, Johnson se disculpó y añadió que lamentaba “amargamente” los comentarios.
Relación extramatrimonial
En 2004, el entonces líder conservador Michael Howard retiró a Johnson de sus cargos como secretario de Cultura del Partido Conservador y vicepresidente del partido por mentir sobre su relación extramatrimonial con la columnista de The Spectator Petronella Wyatt.
Cuando se supo que las informaciones de los tabloides que Johnson había tachado de sarta de mentiras eran ciertas, él se negó a dimitir. Una vez las acusaciones fueron confirmadas por la madre de Wyatt y Johnson fue relevado en el cargo, se negó a entrar en más detalles de su vida privada, pero añadió: “Es difícil y mucho de lo que he oído es muy extraño”.
Mala praxis periodística
A finales de la década de 1980, Johnson fue despedido por el Times por un artículo de portada sobre el descubrimiento del Palacio de las Rosas de Eduardo II, en el que Johnson supuestamente inventó una cita de su padrino, el historiador Colin Lucas.
Más tarde dijo: “El problema fue que en alguna parte de mi copia atribuí a Colin la opinión de que Eduardo II y Piers Gaveston habrían estado jugueteando juntos en el Palacio de las Rosas”. Resultó que Gaveston había sido asesinado en realidad 13 años antes de que se construyera el palacio.
Nuevos hospitales
Johnson repitió muchas veces la promesa de construir 40 hospitales para 2030 durante la campaña electoral de 2019. Desde entonces, miembros del Gobierno han dicho que la mayor parte de los proyectos suponen solo la reconstrucción o consolidación de estos, y que solo se han iniciado cuatro nuevos.
El plan va incluido en un paquete de gasto prometido de 3.700 millones de libras (4.328 millones de euros). Sin embargo, NHS Providers, que representa a los hospitales, dice que el coste real de la construcción de 40 nuevos hospitales sería más bien de 20.000 millones de libras (23.396 millones de euros).
Traducción de Lara Lema y Emili Serra