El Parlamento ucraniano ha aprobado este jueves un proyecto de ley de movilización destinado a reclutar cientos de miles de refuerzos, tras un largo y polémico proceso para determinar quiénes serán los próximos en entrar en servicio. El número es inferior a los 500.000 inicialmente previstos, aunque no se ha precisado la cifra exacta. Muchos serán hombres de 25 y 26 años, elegibles para el alistamiento forzoso por primera vez.
Una cláusula de desmovilización que habría permitido a los soldados abandonar el ejército después de 36 meses de servicio fue excluida tras la presión de los comandantes ucranianos preocupados por el impacto a medida que la guerra se acerca a la marca de tres años.
Los diputados rechazaron una versión inicial del proyecto de ley en enero, y en febrero se presentó una versión revisada. Se presentaron 4.000 enmiendas en un polémico debate que finalmente ha concluido este jueves con la aprobación en segunda lectura.
Los jóvenes a partir de 18 años podrán alistarse como voluntarios, pero no podrán ser reclutados en primera línea, mientras que la edad máxima de 60 años se mantiene sin cambios. Ucrania necesita nuevos reclutas para mantener las líneas del frente, cada vez más escasas, y para retirar del campo de batalla a los veteranos de combate, mientras hace frente al creciente número de bajas y a las nuevas ofensivas rusas en el frente oriental. Pero es probable que los más dispuestos a alistarse ya lo hayan hecho hace tiempo.
Ofensiva rusa
Rusia ha proseguido los bombardeos durante la noche, centrados en las centrales eléctricas y otras partes de la red energética de Ucrania. La región de Jarkov ha sido atacada al menos 10 veces, dejando 200.000 hogares sin electricidad por la mañana, y el metro de la ciudad tuvo que ser detenido. Cuatro personas murieron en un ataque en Mikoláyiv, en el sur de Ucrania.
La empresa energética ucraniana Centerenergo declaró que una central eléctrica de Tripilia, en la región de Kiev, había quedado destruida. “Todos los trabajadores que estaban de turno durante el bombardeo están vivos”, declaró Andriy Hota, responsable de Centerenergo, pero se dijo que la central había perdido toda su capacidad de generación.
En diciembre, Zelenski afirmó que el anterior comandante en jefe, Valeri Zaluzhni, había solicitado entre 450.000 y 500.000 nuevos reclutas, pero el mes pasado el sustituto de Zaluzhni, Alexander Syrski, dijo que esa cifra se había “reducido significativamente”. No se especificó el número exacto requerido.
El miércoles estalló una nueva polémica tras la supresión de la cláusula de desmovilización. En una carta filtrada de Syrski al secretario de Defensa, Rustem Umerov, se afirmaba que la cuestión debía debatirse en un futuro proyecto de ley, lo que reflejaba la preocupación por que decenas de miles de personas pudieran acogerse a la desmovilización a partir de febrero del año que viene.
Dimitri Lazutkin, portavoz del ministerio de Defensa ucraniano, declaró el miércoles que “actualmente es imposible debilitar las fuerzas de defensa” mientras continúen los combates. “No podemos tomar decisiones precipitadas ahora”, afirmó.
El Ministerio de Defensa dijo que el relevo de soldados era un problema. “Está claro que las personas que han estado luchando desde el principio y manteniendo la defensa desde 2022 se están cansando y agotando”, dijo Lazutkin.
Algunos soldados se quejaron de las nuevas disposiciones. “Es un desastre”, dijo a la agencia de noticias AFP Alexander, de 46 años, artillero en la región de Donetsk. “Cuando una persona sepa cuándo va a ser desmovilizada tendrá una actitud diferente”, dijo. “Si una persona es como un esclavo, no conducirá a nada bueno”.
El proyecto de ley incluye revisiones médicas obligatorias para aquellos que tenían el estatus de “parcialmente elegible”, ahora eliminado, para comprobar si están en condiciones de servir. En el futuro, los movilizados serán considerados aptos o no aptos por motivos de salud.
Una vez aprobado por el Parlamento, el proyecto de ley de movilización debe ser aprobado por el presidente y promulgado por Zelenski. Se espera que se convierta en ley el mes que viene.
Rusia ha estado movilizando en silencio a nuevos reclutas durante 2023 y 2024, aunque es probable que las cifras publicadas oficialmente sean exageradas. El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo a finales de 2023 que 486.000 nuevos reclutas se habían unido al ejército ese año y que 1.500 al día se alistaban. El martes, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que otros 100.000 reclutas se habían incorporado al ejército en lo que va de 2024.