Los tuits más cabreados y negativos publicados desde la cuenta de Twitter de Donald Trump los escribe, en su mayoría, el propio candidato presidencial. Los tuits que comparte su equipo de campaña son los que hacen anuncios más calmados o incluyen fotografías, según un análisis realizado por un especialista en ciencia de datos.
Basándose en el trabajo de un usuario de Twitter, descubrió que el tono de los tuits de la cuenta @realdonaldtrump publicados utilizando un teléfono Android eran diferentes a aquellos que se compartían desde un iPhone. David Robinson concluyó con la ayuda del sitio Web Stack Overflow que los mensajes eran obra de gente muy diferente.
“Mi análisis concluye que los tuits procedentes de Android y de iPhone son escritos claramente por personas diferentes. Son mensajes compartidos en diferentes momentos del día y con el uso de hashtags, enlaces y retuits de manera diferente”, explicó en su blog.
“Lo que es más, podemos ver que los tuits escritos desde un Android tienen más tono de enfado y son más negativos, mientras que los tuits que se comparten desde un iPhone tienden a ser sobre anuncios más afables y fotografías. Esto nos permite observar la diferencia entre los tuits de campaña (los que proceden del iPhone) y los tuits del propio Trump (escritos desde un Android)”, añade.
Aunque la persona que tuitea desde el iPhone normalmente trata de imitar el estilo de los otros tuits con palabras negativas como “mal”, “loco”, “débil” o “bobo” es mucho más probable que procedan del dispositivo Android.
Utilizando herramientas para analizar sensaciones, Robinson halló que: “La cuenta de Trump manejada desde Android utiliza de un 40% a un 80% más palabras relativas a enfado, tristeza, miedo, cabreo y otros sentimientos ”negativos“ que la cuenta dirigida desde iPhone. Las emociones positivas no fueron diferentes de una forma estadísticamente significativa.
Donald Trump utiliza un Samsung Galaxy, según se conoce. Y otra cosa que indica que Trump tuitea desde un dispositivo Android es su “anacrónico” uso de retuits manuales, dice Robinson.
Aunque los tuits de enfado y, a menudo, los tuits con frases peculiares han causado controversia, Robinson dijo que estaba especialmente interesado en cómo debe ser para un trabajador anónimo de la campaña de Trump intentar simular su estilo. “Se ha escrito mucho sobre el estado mental de Trump. Pero me gustaría entrar en la cabeza de ese trabajador anónimo, cuya labor es imitar la cadencia única de Trump (¡Qué triste!) o mostrar un giro positivo a sus millones de seguidores”, comenta. “¿Se trata de un fiel seguidor o simplemente es un engranaje más de la máquina política que mezcla aquello que tenga un atractivo general para añadirlo al brebaje @realDonaldTrump”.
Traducido por Cristina Armunia Berges