El pasado mes de agosto, la Asociación Americana de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) publicó sus primeras directrices para los terapeutas que trabajan con hombres y niños. Nadie les había prestados atención durante esos meses, pero en las últimas semanas se han hecho virales. Y esto se debe al resumen que la APA tuiteó sobre su informe en el que explicaba que la clave es que la masculinidad tradicional es dañina y que socializar a los niños para que supriman sus emociones causa efectos también dañinos. De repente, todo el mundo en internet se convirtió en un psicólogo que todo lo sabe y los conservadores pusieron el grito en el cielo por la guerra declarada a los hombres.
Las lecciones tradicionales de masculinidad, que tienen que ver con el estoicismo, la competitividad y la agresión, son claramente tóxicas tanto para los hombres como para las mujeres. Como dice la APA en un artículo que acompaña al estudio: “Los hombres cometen el 90% de los homicidios en EEUU y representan el 77% de las víctimas de homicidio. Son el grupo demográfico con más riesgo de ser víctimas de delitos violentos. Tienen una probabilidad 3,5 veces mayor de morir a causa de un suicidio.
También indicaban que los hombres que aceptan las nociones básicas de masculinidad son menos propensos a buscar apoyo psicológico y que los que tenían actitudes de género más abiertas solían buscar más apoyo de salud mental. Las directrices aconsejan a los psicólogos que comprendan “cómo funciona el poder, los privilegios y el sexismo tanto al otorgarles beneficios a los hombres como al atraparlos en una serie de roles limitados”.
Aunque todo esto suena muy sensato, algunos intelectuales de la derecha lo han interpretado (previsiblemente) como si la APA se la tuviera jurada a los hombres. Por ejemplo la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, utilizó el convincente argumento de que la masculinidad tóxica tiene que ser buena porque “ama a James Bond”. Que alguien le explique que Bond es un personaje de ficción, por favor.
Por su parte, el bastión de la razón Tucker Carlson se preguntaba: “¿Qué pasaría si les dijéramos a las chicas que las cualidades que les hacen sentir mujer son veneno y tienen que reprimirlas?” No creo que haya entendido absolutamente nada el hecho de que las feministas hayan estado luchando contra los estereotipos de género venenosos durante mucho tiempo. Y, por cierto, la APA también tiene un conjunto de directrices para las mujeres.
A pesar de que todo el mundo tiene el derecho de utilizar las directrices como una oportunidad para indignarse, todos deberíamos sentirnos alentados por la nueva guía. Es una señal enorme que indica que las normas tóxicas de género se están poniendo en cuestión y de que se están tirando abajo poco a poco. Esto es algo que literalmente salvará vidas.