La “revolución” de la comida rápida: Francia dice adiós a la vajilla de un solo uso en los restaurantes

Angelique Chrisafis

París (Francia) —
30 de diciembre de 2022 22:11 h

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Las cadenas de comida rápida de Francia se preparan para uno de los mayores cambios en sus establecimientos en décadas: el Gobierno ha prohibido los platos, vasos y cubiertos de un solo uso para los clientes que coman o beban en sus locales.

Cadenas como McDonald's, Burger King, Starbucks y Subway se enfrentan a lo que los ecologistas han calificado de “revolución” el 1 de enero, cuando entrarán en vigor estas nuevas medidas pioneras para combatir los residuos.

Gran parte del sector de la comida rápida utiliza un modelo de negocio basado en envases, vasos y cajas desechables que los clientes tiran a la basura cuando terminan de comer.

Según la nueva normativa, todos los restaurantes de más de 20 plazas –incluidos los comedores de empresa, cadenas de panaderías y establecimientos de comida rápida y sushi– tendrán que ofrecer a los clientes que opten por comer en el local vasos, platos, fuentes y cubiertos reutilizables y que se puedan lavar. Los grupos ecologistas franceses lo han calificado de “cambio de paradigma total” para el sector.

180.000 toneladas de residuos

Los cerca de 30.000 establecimientos de comida rápida de Francia sirven 6.000 millones de comidas al año y generan unas 180.000 toneladas de residuos. Según los grupos ecologistas, el 55% de esos residuos procede del consumo in situ.

“Estamos muy contentos de que finalmente entre en vigor”, dice Alice Elfassi, responsable de asuntos jurídicos de la ONG Zero Waste France, que impulsó la medida en una ley que se publicó en 2020 pero que daba a las empresas hasta 2023 para adaptarse al cambio. 

“El sector de la comida rápida genera muchos residuos. Aunque el plástico de un solo uso ya estaba prohibido en Francia, se había sustituido por grandes cantidades de productos de usar y tirar, como cartón, madera, bambú, que consideramos un desperdicio inaceptable de recursos”, asegura. 

Zero Waste France y otros grupos están presionando al Gobierno para que lleve a cabo controles adecuados sobre si los establecimientos de comida rápida respetan la ley, y para que imponga multas en caso de incumplimiento. También señalan que deberían estudiarse qué alternativas se ponen en marcha: “La mayoría de los establecimientos de comida rápida no se decantarán por la clásica vajilla de cristal o porcelana que dura años, sino por el plástico duro, y nos preocupa su durabilidad: ¿resistirá cientos de lavados o se tirará después de unos pocos? Estaremos atentos”.

Solo para el consumo en el establecimiento

La ley solo afecta al material utilizado por los clientes que se sientan en el establecimiento. Quien pida comida para llevar, por ejemplo, a McDonald's, seguirá recibiendo envases de un solo uso. Pero los grupos ecologistas esperan que los envases de un solo uso de la comida para llevar también puedan cambiarse en el futuro, por ejemplo, dejando un depósito por los envases reutilizables y devolviéndolos.

Conforme a la nueva ley, las hamburguesas y los sándwiches para llevar ya no podrán servirse en una caja, pero sí envueltos en papel. El resto de la comida –patatas fritas, nuggets, pizzas, helados o pasteles– debe servirse en vajilla reutilizable, y las bebidas en vasos reutilizables, lavados a 60 ºC como en los restaurantes tradicionales.

Varios establecimientos de McDonald's han introducido recientemente recipientes de plástico reutilizables para las patatas fritas, con una forma idéntica a la de los tradicionales envases rojos desechables de la cadena. Burger King ha probado con cuencos y vasos reutilizables con el logotipo de la empresa.

El reto para muchos establecimientos de comida rápida ha sido encontrar espacio para instalar lavavajillas para limpiar los vasos y platos, y también tener suficiente personal para evitar que los clientes los tiren o se lo lleven a casa. Algunos clientes jóvenes dicen que les preocupa que los vasos reutilizables no estén limpios y han señalado que prefieren pedir comida para llevar.

Cuatro grupos ecologistas franceses, entre ellos Surfrider y No Plastic In My Sea, publicaron una carta abierta en la que pedían a los clientes que estuvieran atentos y dejaran de comer en aquellos establecimientos que incumplan la nueva ley.

Traducción de Emma Reverter