Exportan ideología extremista que pone en peligro la seguridad nacional de Reino Unido. El odio que sale y se difunde desde sus reinos amenaza la seguridad e incluso la vida de cualquier persona que esté leyendo este artículo. Tanto Arabia Saudí como Kuwait son aliados fundamentales y socios del Gobierno británico, y los conservadores están intentando forjar vínculos todavía más cercanos con estos despóticos exportadores de fanatismo.
Y ahora esos mismos conservadores están ocultando un informe que se les entregó el año pasado y que examina la financiación extranjera de los extremistas en Reino Unido. Después de tres ataques de asesinos islamistas radicales en un espacio de unos pocos meses, esto es simple y llanamente un escándalo nacional.
La diputada del Partido Verde Caroline Lucas está en lo cierto al preguntar si la no publicación del informe se debe a las críticas vertidas contra los aliados saudíes del Gobierno británico. El pueblo británico, traumatizado por repetidas atrocidades que han atacado deliberadamente a civiles inocentes, tiene el derecho a saber si los amigos de su gobierno están poniendo sus vidas en peligro. No publicar el informe alimentará las sospechas de que los tories dan prioridad a los vínculos diplomáticos y los intereses económicos sobre la seguridad nacional de su país.
De hecho, el año pasado, un informe filtrado de la inteligencia alemana reveló que Arabia Saudí, Kuwait y Qatar estaban apoyando a grupos islamistas extremistas. Este extremismo se estaba alimentando y promoviendo a través de una red de predicadores, mezquitas y escuelas religiosas radicales. Qatar ha sido ampliamente acusado de apoyar en Siria al grupo extremista Al Nusra. Un documento filtrado del Departamento de Estado era tajante: los regímenes de Qatar y Arabia Saudí “están dando apoyo financiero y logístico clandestino a ISIS y a otros grupos radicales de la región”. Y los saudíes son ellos mismos el epicentro absoluto de la exportación de ideología extremista. El reino ha sido desde hace tiempo una fuente de financiación para grupos asesinos.
Se han perdido miles de vidas en todo el mundo a manos de estos extremistas: la inmensa mayoría de las víctimas son musulmanes en países árabes. Pero el riesgo del terrorismo islamista en Reino Unido está en auge, en parte por la catastrófica política exterior de Occidente de Irak a Libia y en parte por una ideología llena de odio exportada por el régimen cortacabezas de Arabia Saudí y otros regímenes del Golfo. El Gobierno debe hacer público inmediatamente este informe. De lo contrario, será acusado con justicia de dar mayor valor a su alianza con déspotas asesinos que a la seguridad de su propio pueblo. Y eso nos debería escandalizar a todos.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti