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El Parlamento británico rechaza el nuevo acuerdo para el Brexit alcanzado por Theresa May y la Unión Europea

Theresa May durante el debate del Brexit.

Javier Biosca Azcoiti

El Parlamento británico vuelve a rechazar el acuerdo de salida de la Unión Europea alcanzado este lunes 'in extremis' entre la primera ministra, Theresa May, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Con 391 votos en contra y 242 a favor, la cámara ha rechazado la nueva propuesta, que había sido negociada durante la noche de este lunes, menos de 24 horas antes de la votación.

Tras este resultado, la Cámara de los Comunes votará este miércoles si prefiere un Brexit sin acuerdo y de consecuencias imprevisibles. Si tampoco hay Brexit sin acuerdo, el jueves se celebrará una nueva votación para retrasar la fecha de salida prevista: 29 de marzo.

May se ha reafirmado en su aviso a los parlamentarios de que una salida sin acuerdo supone un “daño potencial” tanto para el país como para la institución.  “Quiero ser muy clara: votar en contra de una salida sin acuerdo y a favor de la extensión no resuelve los problemas a los que nos enfrentamos. La UE querrá saber las razones por las que esta cámara quiere esa extensión. ¿Quiere revocar el artículo 50? ¿Quiere un segundo referéndum?”, ha aseverado instantes después de la votación.

“Puedo confirmar que en este bando [conservador] no habrá disciplina de voto”, ha dicho, no obstante, respecto a las votaciones que se avecinan. “Estoy totalmente avocada a respetar el resultado del referéndum, pero sé que la mejor manera de hacerlo es de manera ordenada con el acuerdo”.

Ante esta declaración, el líder laborista, Jeremy Corbyn, ha asegurado que el acuerdo se puede dar por “muerto” y que ni siquiera debería plantearse una salida sin él. “El Partido Laborista ha puesto sobre la mesa una propuesta y la pondremos otra vez porque el daño al que hace referencia no es tanto como el peligro que supondrá esto a la economía británica”. Una vez más, ha llamado a celebrar elecciones generales. 

May ya sufrió en enero una derrota estrepitosa por 230 votos con una versión anterior del acuerdo. Desde entonces, su objetivo ha sido obtener nuevas garantías por parte de la Unión Europea en materia de la salvaguarda o backstop, principal obstáculo para la aprobación del acuerdo. La salvaguarda es una cláusula que pretende evitar la creación de una frontera física entre Irlanda e Irlanda del Norte y establece que a falta de un acuerdo comercial entre ambas partes, Reino Unido permanecerá dentro de la unión aduanera, lo que dificulta la salida efectiva del país.

En las pocas horas que ha tenido entre el acuerdo con Bruselas y la votación, May ha intentado convencer al resto de parlamentarios que el nuevo texto ofrece garantías “legalmente vinculantes” para poner fin a la salvaguarda y que esta no se extienda por un periodo indefinido. Sin embargo, no ha tenido mucho margen de maniobra.

A media mañana del martes, el abogado general, Geoffrey Cox, ya había comunicado su valoración del texto a los parlamentarios afirmando que en la práctica, la situación era la misma que antes. “Las provisiones legalmente vinculantes reducen el riesgo de que Reino Unido pudiese quedar detenido de forma indefinida en las provisiones del protocolo”, señalaba Cox en su valoración. “Sin embargo, el riesgo legal no cambia. Reino Unido no tendría ningún medio internacionalmente lícito de salida”, añadía.

La Cámara de los Comunes votará mañana si apoya un Brexit sin acuerdo. Si los parlamentarios votan a favor, Reino Unido abandonará el bloque comunitario en la fecha prevista, 29 de marzo, sin ningún tipo de arreglo con Europa. Si votan en contra, el jueves se convocará una tercera votación para extender el Artículo 50, es decir, retrasar la fecha de salida.

Después de la publicación de la opinión del abogado general, el conservador Partido Unionista Democrático (DUP) de Irlanda del Norte, socio de gobierno de Theresa May, anunció que no se abstendría, sino que votaría en contra del texto. “No se ha alcanzado progreso suficiente”. Jeremy Corbyn también había pedido a los parlamentarios de su partido que votasen en contra del acuerdo. “Las negociaciones de la primera ministra han fracasado. El acuerdo de anoche con la Comisión Europea no contiene nada que se acerque a los cambios prometidos por Theresa May al Parlamento”, afirmó este martes por la mañana.

Aunque varios parlamentarios conservadores han anunciado antes de la votación su campio de opinión respecto al acuerdo y su apoyo a Theresa May, el grupo de tories a favor de un Brexit duro, conocido como el European Research Group, había publicado sus reticencias respecto al texto.

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