Donald Trump ha obtenido una inesperada victoria en el Tribunal Supremo, al conseguir que los jueces acepten la aplicación temporal de la mayor parte del decreto del veto migratorio a las personas de seis países musulmanes. El tribunal decidió el lunes admitir a trámite el caso sobre un decreto que fue paralizado por dos tribunales de apelación, lo que originó recurso presentado por la Administración.
De forma inmediata, la decisión judicial permite aplicar varios aspectos de la prohibición, siempre que las personas afectadas no tengan una relación previa con EEUU, por ejemplo por tener a parientes viviendo en el país. Si no cuentan con esos parientes y es su primera visita a EEUU, la prohibición dictada por Trump les afectará de lleno. Esa luz verde estará en vigor hasta que el Tribunal Supremo emita su decisión definitiva sobre el caso.
De esa forma, el Tribunal Supremo acepta estudiar durante su próximo periodo de sesiones (de octubre de 2017 a junio de 2018) la legalidad del veto migratorio del Gobierno, bloqueado por dos tribunales que consideraron que Trump abusó de su poder y que esta medida discrimina a los musulmanes como minoría religiosa.
Las vistas públicas en las que las partes implicadas presentarán sus argumentos no se celebrarán hasta octubre de este año. El tribunal indica en su fallo que el Gobierno no había solicitado que se diera urgencia a la tramitación del recurso.
Tres de los miembros del tribunal presentaron un voto particular que disiente en parte del fallo. Clarence Thomas, Samuel Alito y Neil Gorsuch sostienen que habrían permitido que el veto migratorio se aplicara en su totalidad mientras el Tribunal Supremo delibera sobre su decisión. Gorsuch fue nombrado para el puesto por Trump y ratificado por el Senado este año.