El Tribunal Supremo estadounidense ha derribado este lunes una ley para minimizar el acceso al aborto en el estado de Louisiana. La sentencia supone un duro golpe a la campaña de múltiples estados conservadores del país para restringir al máximo ese procedimiento médico que es legal en EEUU desde hace casi medio siglo gracias a otra sentencia del mismo tribunal.
Este es el primer fallo relacionado con el aborto en el Supremo desde que se sumaron a la corte dos jueces conservadores que el presidente estadounidense Donald Trump seleccionó, en parte, debido a su oposición a ese derecho reproductivo, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Aunque ambos han votado a favor de la ley de Louisiana, se quedaron en minoría porque el presidente del Supremo, el magistrado de tendencia conservadora John Roberts, se ha sumado a los cuatro jueces progresistas para declarar inválida esa legislación, que habría obligado a cerrar dos de las tres clínicas del estado. La decisión ha recibido cinco votos a favor y cuatro en contra.
La ley de Louisiana, aprobada en 2014, exigía a los doctores que llevan a cabo abortos tener acuerdos escritos con hospitales locales para transferir pacientes. Estos acuerdos, conocidos como “privilegios de admisión”, son muy difíciles de obtener. Los defensores de la ley afirmaban que este requisito era una protección para las mujeres. Los detractores alegaban que era simplemente un obstáculo en el acceso al aborto. En 2016, el Tribunal Supremo derogó una ley similar en Texas, considerándola inconstitucional.
Durante su campaña presidencial, Trump había prometido nombrar a jueces conservadores para derogar la sentencia Roe v Wade de 1973 que legalizó el aborto en el país norteamericano.