El expresidente de Estados Unidos Donald Trump le dijo a algunos de sus colaboradores más cercanos que tenía “información de Inteligencia” sobre la vida amorosa del presidente francés, Emmanuel Macron, según informa en exclusiva Rolling Stone citando a dos fuentes con conocimiento de estos hechos.
Según las fuentes que hablaron con la revista, Trump presumió ante algunos de sus colaboradores más cercanos, durante y después de su etapa en la Casa Blanca, de conocer detalles privados sobre la vida amorosa de Macron y dijo que se enteró de algunos de ellos a través de informes “de Inteligencia” que había visto o de la que había sido informado. Pero Trump dio pocos detalles sobre lo que supuestamente conocía y una de las fuente señala que “a menudo es difícil saber” si el político “está mintiendo o no”.
Hace unas semanas, tras el registro por el FBI de la mansión del expresidente en Florida, se publicó con autorización judicial el inventario de los documentos recuperados por los agentes, entre ellos algunos con información sobre el mandatario francés. Según otras dos fuentes citadas por Rolling Stone, esta revelación desencadenó un alboroto transatlántico, en particular por los comentarios del pasado de Trump sobre las supuestas costumbres “traviesas” de Macron que “[no] mucha gente conoce”. Tanto los funcionarios franceses como los estadounidenses han intentado averiguar con precisión qué tenía Trump en su casa sobre Macron y el Gobierno de Francia, y si algo de ello era de naturaleza sensible, según las fuentes. Los funcionarios de ambos países quieren saber si este descubrimiento supone algún tipo de violación de la seguridad nacional, o si se trata de un recuerdo frívolo, pero robado.
Un portavoz de la embajada francesa asegura a Rolling Stone que Francia no ha solicitado información a la Administración Biden sobre los documentos recuperados en Mar-a-Lago para su investigación.
Información de “alto secreto”
El pasado viernes, el Departamento de Justicia publicó el documento de afidávit que justificó el registro a la mansión de Trump en Palm Beach el pasado 8 de agosto. Aunque con grandes partes ocultas, el texto revela que este mayo el FBI hizo una revisión preliminar de las 15 cajas sacadas de Mar-a-Lago y encontró 184 documentos marcados como clasificados, incluidos 25 marcados como “alto secreto”.
El afidávit o atestado de registro enumera acrónimos en algunos de los documentos que indican que eran particularmente sensibles, incluyendo algunos que pertenecían a la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera, o FISA, una ley de seguridad nacional para autorizaciones judiciales secretas en casos muy sensibles. El agente encargado de escribir el atestado de registro dice que ese tipo de documentos suelen contener información de defensa nacional, el tipo de secreto gubernamental que está protegido por la Ley de Espionaje. También menciona que varios de los documentos contenían “lo que parecen ser notas manuscritas del expresidente”.
“Lo más preocupante era que los registros altamente clasificados estaban sin clasificar, mezclados con otros registros y si no [estaban así, se encontraban] sin ser identificados adecuadamente”, dice el agente.
Relación complicada
La relación de los mandatarios mientras Trump ocupó el Despacho Oval estuvo repleta de provocaciones, desaires y múltiples intentos de reconciliar dos visiones opuestas de la política internacional: el liberalismo y multilateralismo del presidente francés, contra el nacionalismo económico del norteamericano (resumido en la fórmula 'America first').
Las tensiones aparecieron desde su primer encuentro en mayo de 2017, durante una cumbre de la OTAN en Bruselas, con ambos jefes de Estado en sus primeros meses de mandato. Un primer saludo marcado por un apretón de manos crispado y por las primeras disensiones, después de que Trump acusase a los países europeos de no contribuir económicamente a la alianza. Y aunque parecía que la relación se recuperaba cuando el presidente estadounidense calificó en julio del mismo año a Francia como “el primer y más antiguo aliado de Estados Unidos”, las buenas palabras acabaron pronto cuando los desacuerdos se hicieron presentes, especialmente tras la salida de EEUU del acuerdo nuclear que la Administración Obama había firmado con Irán.
En las últimos meses del republicano en la Casa Blanca, Trump denunció “la estupidez de Macron” en relación al impuesto a los gigantes digitales. No obstante, la última mención pública que el expresidente estadounidense ha hecho sobre el francés ha sido (relativamente) positiva. Ocurrió en un mitin en Michigan en octubre de 2020, cuando Trump esgrimió la retirada del Acuerdo de París como argumento de campaña: “¿Sabéis qué otra cosa he conseguido parar? El acuerdo medioambiental de París. Me cae muy bien el primer ministro Macron [sic] y le he preguntado qué tal va el acuerdo: no están avanzando”.