Ucrania intentará este viernes una nueva operación de evacuación desde Mariúpol
Nuevo intento de poner en marcha una operación para entregar ayuda humanitaria y sacar a los civiles de la sitiada Mariúpol. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha confirmado que sus equipos se preparan para llevar suministros y facilitar a partir de este viernes la salida segura de los vecinos atrapados en la castigada ciudad portuaria, escenario de los peores horrores de la guerra.
No está claro si la operación podrá llevarse a cabo. La Cruz Roja dice que las partes tienen que acordar los términos. Hasta ahora, los principales intentos para llegar a Mariúpol con ayuda humanitaria o autobuses para evacuar de manera segura a los civiles han fracasado, y los habitantes solo han logrado salir de allí por sus propios medios.
Tras informar de que habían recibido un mensaje de la Cruz Roja según el cual Rusia confirmaba su disposición a abrir el acceso para el convoy humanitario a Mariúpol, las autoridades ucranianas anunciaron por la mañana que fletaban 45 autobuses, asegurando que harían “todo lo posible” para que llegaran a la ciudad y recogieran a las personas que aún no han podido salir de allí. La vice primera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, ha informado por la noche de que los rusos no han permitido que estos buses entraran en Berdiansk, ciudad costera y punto intermedio de la ruta, según ha dicho en un mensaje en Telegram.
Vereshchuk ha indicado que más de 30 autobuses permanecen en la entrada de Berdiansk para recoger a la gente de la ciudad y de Mariúpol y llevarla a Zaporiyia por la mañana este viernes. “Mañana seguiremos impulsando el corredor humanitario hacia Mariúpol y no dejaremos a nuestra gente sola”.
El Ministerio de Defensa ruso anunció este miércoles por la noche un alto el fuego local para permitir que los civiles sean evacuados de Mariúpol a Zaporiyia este jueves, con un punto intermedio en Berdiansk. Tras culpar a Kiev de que la operación no haya dado resultados, las autoridades rusas han publicado un comunicado en el que aseguran que este viernes reabrirán el corredor humanitario a partir de las 10:00 horas de la mañana. “Para el éxito de la operación humanitaria, se propone llevarla a cabo con la participación directa de representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y del Comité Internacional de la Cruz Roja”, dicen.
También afirman que tal decisión se toma a raíz de las peticiones personales del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, al presidente ruso Vladímir Putin. Macron habló este martes con Putin con el objetivo de organizar una gran operación de evacuación de los civiles de Mariúpol en cooperación con Turquía, Grecia, las organizaciones humanitarias y Ucrania. Pero el Elíseo informó de que las condiciones para tal operación “no se dan por el momento” y de que Putin dijo que “se lo pensaría” antes de dar una respuesta. Este miércoles, tras el anuncio ruso, el Elíseo dijo: “Somos muy prudentes en este momento porque no es la primera vez que Rusia hace un anuncio de este tipo”.
“Miles de personas dependen de esta operación”
Este jueves, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha informado de que sus equipos están viajando ahora mismo con artículos de primera necesidad y suministros médicos y están listos para facilitar el paso seguro de los civiles fuera de Mariúpol. Sin embargo, han dicho que, por razones logísticas y de seguridad, están preparados para dirigir la operación de evacuación mañana viernes, “siempre que todas las partes estén de acuerdo con los términos exactos, incluyendo la ruta, la hora de inicio y la duración”.
“Es sumamente importante que esta operación se lleve a cabo. Las vidas de decenas de miles de personas en Mariúpol dependen de ella”, dice la entidad en un comunicado.
En una actualización el jueves por la tarde, el CICR pide que para que la operación funcione este viernes “los militares sobre el terreno deben brindar a los civiles y las organizaciones humanitarias garantías de seguridad y acuerdos prácticos para permitir que la ayuda entre y para quienes deseen evacuar de manera segura”. La entidad no ha confirmado que la operación se vaya a llevar a cabo, pero informa de que, en caso de que sí, su papel será dirigir el convoy de salida de Mariúpol.
Los equipos de la Cruz Roja ya se encuentran en Zaporiyia, a unos 200 kilómetros de Mariúpol. “Acabamos de llegar. Estamos aquí porque, de verdad, esperamos poder facilitar el paso seguro de los civiles que desean desesperadamente huir de Mariúpol”, dice Lucile Marbeau, miembro del personal del CICR presente con los equipos que preparan la operación. Según informa, llevan dos camiones con alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad para quienes decidan quedarse en la localidad.
“Hago un llamamiento a todos los socios internacionales para que ayuden y salven a todos los residentes de Mariúpol mediante acciones conjuntas. Salvemos a la gente, salvemos la ciudad”, ha dicho el alcalde, Vadym Boychenko, en Telegram.
La sitiada y bombardeada Mariúpol se encuentra en una situación agónica tras semanas de asedio. El alcalde Vadym Boychenko ha dicho que la ciudad sureña debe ser evacuada por completo y ha recalcado que cerca de 160.000 permanecen en la localidad, en la que reitera que es imposible vivir, sin luz, ni calefacción. Muchos vecinos se han refugiado en sótanos durante semanas, sin comida, agua ni medicinas. Miles de personas han muerto en los ataques y la mayoría de los edificios han sido dañados o destruidos, según las autoridades locales de la localidad.
“El nivel de destrucción de la infraestructura civil en Mariúpol va en aumento”, alerta en su último informe la oficina humanitaria de la ONU (OCHA), que indica que, según las autoridades locales alrededor de 2.340 viviendas han resultado dañadas, de las cuales 1.040 han quedado completamente destruidas. Más del 90% de todos los hospitales y escuelas de la ciudad han resultado dañados, mientras que el 40% de ellos han quedado completamente destruidos, “lo que restringe gravemente el acceso a la educación y la atención sanitaria”.
Solo han abandonado Mariúpol los civiles que han podido hacerlo por sus propios medios –generalmente en coches particulares y en ocasiones caminando–, es decir, sin que haya acuerdos de cese de las hostilidades o que les permitan salir en condiciones de seguridad, y pasando por puestos de control rusos. Kiev ha acusado sistemáticamente a Moscú de impedir una operación de evacuación a gran escala desde la ciudad, evitando que los autobuses y que los camiones con ayuda humanitaria lleguen a la misma. OCHA reitera que se necesitan corredores seguros para la entrega de la ayuda y la evacuación segura de la población de la ciudad cercada.
El Ayuntamiento dice que más de 80.000 residentes de Mariúpol ya han sido evacuados a Zaporiyia, adonde llegan principalmente conduciendo sus propios vehículos o en autobuses desde Berdiansk, ciudad costera a mitad de camino de la ruta del corredor humanitario. “Cada día comienza con los preparativos para el envío de un nuevo convoy de evacuación y termina con la recepción de las personas que ya han llegado a Zaporiyia. Cada día es una lucha para los habitantes de Mariúpol que permanecen en la ciudad sitiada”, dice el alcalde.
“Cada día intentamos hacer todo lo posible para que los corredores humanitarios de Mariúpol funcionen”, ha dicho también el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. “Para salvar a los civiles que aún permanecen en la ciudad. Mujeres y niños, ancianos... En parte, lo conseguimos. Pero en la mayoría de los casos, los militares rusos no permiten la entrada de personas en el territorio libre de Ucrania. Y no permite ningún cargamento humanitario en Mariúpol”.
El Ejército ruso cerró todas las entradas a la ciudad y bloqueó el acceso desde el mar, según Ucrania. Analistas militares occidentales creen que las fuerzas rusas continúan logrando un progreso constante pero costoso en la ciudad y creen probable que las fuerzas rusas estén sufriendo muchas bajas en los combates, pero ven posible que Mariúpol caiga en cuestión de días. Localizada a orillas del mar de Azov, Mariúpol es un puerto estratégico entre la anexionada Crimea y los territorios separatistas prorrusos del Donbás.
Ucrania y Rusia acordaron el 3 de marzo por primera vez establecer corredores humanitarios para llevar suministros y ayudar a civiles atrapados a salir de determinadas zonas mientras las acciones militares, en teoría, se detienen temporalmente. Pero su aplicación ha sido lenta y limitada, y ha habido muchos intentos fallidos entre acusaciones de violaciones al alto al fuego. Moscú ha culpado por lo general a Kiev de que estas operaciones no den resultados.
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