Ucrania ha retrasado la contraofensiva por la falta de material para garantizarse que sea exitosa. De ahí que los llamamientos de Volodímir Zelenski en los últimos tiempos hayan sido casi a la desperada. La UE puso en marcha un mecanismo para proporcionar toda la munición requerida en el menor tiempo posible y este martes el alto representante, Josep Borrell, se ha felicitado por las cifras: 220.000 municiones de artillería y 1.300 misiles se han enviado ya de los estados miembros a Kiev. La cifra supone cerca de un cuarto de la cantidad prevista para los próximos doce meses y está valorada en unos 800 millones de euros de los 1.000 que Bruselas planificó para ese primer tramo, que será parcialmente reembolsado a través del Fondo Europeo para la Paz (EPF) que la UE está usando para financiar el armamento.
Ese primer carril, que finaliza el 31 de mayo, sirve para proporcionar munición a Ucrania con los arsenales que ya tenían los estados miembros. Hasta ahora existía una cierta preocupación por la lentitud en las entregas, pero Borrell ha justificado que “ha habido un salto importante” en los últimos días. “Estas cosas no son lineales. La parte más impoTamrtante llega siempre a última hora. No es extraño que a final de los plazos es cuanto llegue más material”, ha explicado el jefe de la diplomacia europea, que se ha mostrado convencido de que llegará más armamento antes de que acabe el mes. A esos 1.000 millones iniciales, la UE ha lanzado un programa de compra de munición conjunta para que los estados miembros rellenen sus stocks y se destinen otros 1.000 millones de euros a Ucrania en el medio plazo. Además, la intención de Bruselas es ayudar a la industria armamentística con 500 millones para acelerar la producción en los próximos meses.
“Los próximos días, semanas y meses van a ser estratégicamente decisivos para la guerra en Ucrania”, ha dicho Borrell en la rueda de prensa tras la reunión con los ministros de Defensa de la UE en la que ha aprovechado para hacer públicas las cifras sobre la ayuda militar que hasta ahora ha dado la UE. A los 800 millones de los proyectiles que estaban en los stocks, se suman 3.600 millones de euros canalizados a través del EPF, que suponen el reembolso de una parte del valor total, por lo que el alto representante calcula que el importe asciende a 10.000 millones de euros.
También ha considerado que es un “éxito extraordinario” la misión de entrenamiento de los soldados ucranianos que ha llegado ya a 20.000 efectivos con el objetivo de alcanzar los 30.000 hasta finales de año. Borrell confía en que esta misma semana se desbloqueen los 500 millones de la EPF que Hungría ha vetado por la inclusión de su principal banco en la 'lista negra' de patrocinadores del Kremlin que ha elaborado Kiev y en los próximos días comenzarán las negociaciones para subir el tope de ese fondo, que ya ha tenido que ser ampliado. La intención ahora es aumentar 3.500 millones (de los que 1.000 se destinarán a Ucrania y 2.500 a otros conflictos).
En total, la UE calcula que su global a Ucrania ha rebasado los 65.000 millones de euros. Precisamente este martes la Comisión Europea ha aprobado la entrega de 1.500 millones de los 18.000 en cooperación macrofinanciera que acordó hace unos meses para 2023.
“Ucrania se está defendiendo. Ha conseguido que los planes de victoria de rápida de Putin se hayan desvanecido y por eso hay que seguir ayudando a Ucrania”, ha aseverado Borrell, que ha asegurado que hay que “dotarle de los medios necesarios para defenderse y en las cantidades necesarias”. “Hacerlo en pequeñas dosis no sirve sino para alargar la guerra. Ucrania necesita un apoyo decidido y los ministros están decididos a dárselo”, ha apuntalado.
Los aliados quieren centrar el mensaje en el envío de munición, que es donde verdaderamente se está jugando la guerra en un momento en el que se disparan más proyectiles de los que produce la industria. Esa fue la primera urgencia de Zelenski cuando viajó a Bruselas y otras capitales europeas en febrero. Ahora ha llegado la respuesta para los cazas, que había sido un tabú. Estados Unidos ha abierto la puerta a que se envíen F-16, pero lo que dejan claro tanto en Bruselas, como en la UE o la OTAN es que ese paso aún tardará en darse. El primer objetivo es el entrenamiento de los pilotos, que ya ha comenzado, según ha dicho el alto representante esta mañana.
“Estoy feliz de que finalmente el entrenamiento de pilotos para los F16 haya comenzado en varios países”, ha aseverado Borrell en declaraciones a los periodistas en las que ha asegurado que “varios países” han iniciado ya ese adiestramiento, entre los que ha citado a Polonia. No obstante, ese país ha puntualizado que está listo para comenzar. Holanda es uno de los países que ha empujado también en esa dirección. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reiterado que España no puede participar porque no tiene ese tipo de aparatos mientras que ha asegurado que ya están en Ucrania seis de los tanques Leopard que ha proporcionado el país y que otros cuatro están en la última fase de reparación. “Cada avión de combate tiene su dinámica de formación. Nosotros no podríamos aportar esa formación”, ha declarado a su llegada a la reunión con sus homólogos. No obstante, Reino Unido sí ha anunciado que adiestrará pilotos a pesar de que no cuenta con F-16.
También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha aplaudido el camino que están tomando algunos de los aliados. “Nos da la oportunidad, la posibilidad, de tomar decisiones también sobre entregas más adelante”, ha dicho sobre el envío de cazas. Ahora bien, el noruego ha puesto el énfasis en la necesidad de “aumentar la producción de armas y municiones”. En ese sentido, ha anunciado que invitará a la industria armamentística europea y americana a la próxima reunión ministerial que se celebrará los próximos 15 y 16 de junio.