Incentivos para la vacunación en plena ola de ómicron. La Comisión Europea, después de que la semana pasada los líderes de la UE dieran su visto bueno, ha aprobado este martes una caducidad de 9 meses para el pasaporte COVID desde el último pinchazo de la pauta completa –que puede ser uno solo en caso de las personas recuperadas de la enfermedad o de las que se vacunaron con la monodosis de Janssen–.
El periodo de validez de nueve meses, explica la Comisión Europea, “tiene en cuenta las directrices del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), según las cuales se recomiendan dosis de refuerzo como muy tarde seis meses después de la finalización del primer ciclo de vacunación. El certificado seguirá siendo válido por un período de gracia de tres meses adicionales más allá de esos seis meses para garantizar que las campañas nacionales de vacunación puedan ajustarse y los ciudadanos tengan acceso a dosis de refuerzo”.
Para permitir el tiempo suficiente para la implementación técnica del período de aceptación y para las campañas de vacunación de refuerzo de los Estados miembros, estas nuevas normas se aplicarán a partir del 1 de febrero de 2022.
Esto quiere decir que la única herramienta para viajar por la UE sin restricciones, aunque esté lastrado por la exigencia de PCR negativas en Italia y Portugal, el salvoconducto para bares, restaurantes y tiendas en media Europa, dejará de servir 9 meses después de terminada la vacunación de cada uno. ¿Qué significa eso? Que quien quiera que el certificado COVID le siga librando de PCR en su día a día tiene que ponerse la dosis de refuerzo.
“La coordinación continua es esencial para el funcionamiento del mercado único y proporcionará claridad a los ciudadanos de la UE en el ejercicio de su derecho a la libre circulación”, afirma la Comisión Europea: “El certificado COVID digital de la UE sigue facilitando viajes seguros para los ciudadanos en estos tiempos de pandemia”.
Según Bruselas, se han emitido 807 millones de certificados: “El certificado COVID digital de la UE ha establecido un estándar mundial, ya se han unido al sistema 60 países y territorios de los cinco continentes”.
Además, la Comisión Europea también ha adaptado las normas para la codificación de certificados de vacunación, “necesario para garantizar que los certificados de vacunación que demuestren la finalización de la serie primaria, de la pauta inicial, siempre puedan distinguirse de los certificados de vacunación emitidos después de una dosis de recuerdo. Los refuerzos se registrarán de la siguiente manera: 3/3 para una dosis de refuerzo después de una serie de vacunación primaria de 2 dosis; 2/1 para una dosis de refuerzo después de una vacuna de dosis única o una dosis de una vacuna de 2 dosis administrada a una persona recuperada”.
En ese contexto, la UE se encuentra con la dificultad de garantizar una de sus libertades fundamentales: la de movimientos de personas dentro de sus confines, mientras los 27 empiezan a tomar medidas de manera descoordinada sobre las dosis de refuerzo, el tiempo de vigencia de las pautas de vacunación y las medidas para responder al repunte del coronavirus: Alemania está considerando la vacunación obligatoria para algunos grupos vulnerables, Italia ha impuesto límites para las personas no vacunadas; Dinamarca está sopesando obligar a usar máscaras faciales en el transporte público; y Austria ha restringido los viajes no esenciales como parte del confinamiento de tres semanas.
Este lunes la Comisión Europea concedió una autorización de comercialización condicional (CMA) para la vacuna Nuvaxovid, desarrollada por Novavax, la quinta vacuna contra la COVID-19 autorizada en la UE.
La autorización llegó horas después de la recomendación científica de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
“Es nuestra primera vacuna a base de proteínas”, ha dicho la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, “que muestra resultados prometedores contra la COVID-19. La vacunación y el refuerzo para aumentar la protección contra COVID-19 es hoy más importante que nunca si queremos detener la ola de contagios y contrarrestar la aparición y propagación de nuevas variantes”.