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Vera Grabe: cuando el ELN defina cómo se ve en el futuro todo se resolverá de otra manera
Bogotá, 29 feb (EFE).- La negociación de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) acaba de superar otro bache y la jefa negociadora del Gobierno colombiano, Vera Grabe, asegura en una entrevista con EFE que es “fundamental” plantear “discusiones de fondo” como hacia dónde va el proceso o cómo se ve esa guerrilla en un futuro en paz.
Las partes acaban de tener una reunión extraordinaria en Cuba, después de que la guerrilla suspendiera el 20 de febrero las negociaciones por “acciones violatorias” del Gobierno, como llamó a unos diálogos regionales de paz en el departamento de Nariño (suroeste) con la supuesta participación de un frente del ELN.
“En este caso lo hemos resuelto, hemos encontrado caminos, hemos asumido compromisos... Y algo muy importante en este encuentro de emergencia que tuvimos es que las actividades siguen”, explica Grabe (Bogotá, 1951). Las partes han reactivado el proceso de participación de la sociedad y han acordado volver a verse en Caracas el 8 de abril.
Discusión de fondo
En Caracas se van a revisar los avances en participación de la sociedad y también las “transformaciones sociales” en las regiones, pero el Gobierno insiste en abordar el largo plazo.
Esto es “la discusión de fondo”, es decir “para dónde va el proceso, cuáles son los alcances, cuál es la decisión, cómo se ve el ELN a futuro en la paz”.
“Eso está planteado y se plantea cada vez con mayor fuerza. Entonces para mí eso es fundamental, porque si esa decisión está clara, todo lo demás se empieza a resolver de otra manera”, dice Grabe, quien asumió como jefa negociadora en noviembre, en sustitución de Otty Patiño.
Grabe asegura que “es difícil” hablar por el ELN y saber “cómo se ven”; la guerrilla “busca estar muy cerca de las comunidades, le importa lo territorial, pero obviamente le importa la política”, aunque no tienen claro “el modelo exacto de transición”, por eso afirma: “Yo creo que se trata de apoyarlos en esa reflexión, que exista la posibilidad de construir eso de manera compartida”.
Para el ELN, sin embargo, abordar el capítulo de “fin del conflicto” y la dejación de armas no está en sus prioridades, aunque les tocará hacerlo.
“Todos los modelos de paz que existen en el mundo implican tarde o temprano asumir ese tema (...) Se trata de que encontremos el modelo adecuado que finalmente lleve a no usar las armas, a que sean innecesarias porque finalmente la diferencia entre ser guerrilla y no serlo es el uso de las armas”, señala Grabe.
En la medida en que el ELN transite hacia la paz, el Gobierno, que le reconoce carácter político, los sacará de las listas de terrorismo. Cuando “el proceso sea irreversible y sea cada vez más claro, esas gestiones también avanzarán (...) es decir, entre menor actividad armada, por supuesto mayores posibilidades de que esa gestión sea efectiva”.
Las víctimas
La negociación ha logrado avances tangibles como el compromiso de la guerrilla de suspender de manera temporal las retenciones de carácter económico, como llama los secuestros de civiles.
Grabe confirmó que de la lista que se entregó en diciembre en México, de 26 personas reportadas al mecanismo de monitoreo del cese al fuego como retenidas con fines económicos, todas ya fueron liberadas.
También han sido definidas ocho “zonas críticas” de acción para transformaciones sociales para la población y se avanza en cómo incluir a la sociedad en las negociaciones, un apartado criticado por algunas organizaciones sociales y de víctimas por quién está siendo incluido.
A Grabe le parecen críticas “perfectamente válidas” que también el Gobierno ha planteado en la mesa. “Lo que pasa es que es un proceso de negociación donde uno no logra siempre lo que quiere”, confiesa, pese a la insistencia en cada ciclo de conversaciones de incluir a las víctimas o temas como el de género.
“Todo eso está planteado. El tema es cuándo y cómo lo logramos”, afirma Grabe, consciente de que las víctimas de la guerrilla y sus reclamos serán de los puntos más difíciles de la negociación.
Pedagogía de paz
La llegada de Grabe a la mesa también ha supuesto un énfasis en la pedagogía de paz, el lema que ha tenido esta académica, que formó parte del núcleo creador de la guerrilla del M-19.
“Para mí es importante que siempre haya un trabajo de pedagogía y cultura de paz porque el tema de la violencia también está instalado en la mente de los colombianos; los prejuicios y el pensar en blanco y negro, el estar juzgando, el no reconocer los avances, todo este tipo de lógicas están muy presentes”, dice.
Y continúa: “Entonces trabajar la pedagogía pasa por no solamente explicar los acuerdos, sino que se vea la importancia de la paz, que hay que rodear la paz”, para que no ocurra lo del 'no' del plebiscito sobre al acuerdo con las FARC.
Colombia es un país de contrastes donde “si bien aumenta la conciencia de paz, también hay mucha activación de lógica de guerra”, por lo que “hay que trabajar la paz en un sentido mucho más amplio del que tiene porque si no la paz se vuelve atractiva y después cae en desgracia”.
Patiño, su predecesor, se atrevió a hablar de finales de 2024 como la fecha en la que podría estar casi cerrado el acuerdo, pero Grabe es más prudente y se limita a señalar la importancia de “acelerar los tiempos porque (...) por supuesto, entre más rápido, mejor, pero se de trata hacer las cosas bien”.
“Quisiéramos que esto fuera mucho más avanzado, que definitivamente cesara la violencia en las regiones, una mayor protección de las comunidades, por supuesto, pero todos estos pasos que vamos dando son tangibles”, dice con calma.
Irene Escudero
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