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Avance Call of Duty: Black Ops III, la enésima guerra del futuro

Call of Duty: Black Ops III

Daniel Moreno

Año nuevo, Call of Duty nuevo. Esta es una verdad tan inamovible como que por la noche todos los gatos son pardos o que la Tierra gira alrededor del Sol (aunque 1 de cada 4 españoles crea lo contrario). De esta forma es imposible que alguien se sorprendiera cuando a primeros de este mes la editora estadounidense Activision lanzó ese para nada intrigante teaser aludiendo a la próxima presentación en sociedad del nuevo título de la franquicia de acción bélica más vendida de todos los tiempos, evento que ha tenido lugar este mismo fin de semana.

De igual modo, aunque con dicho teaser tuvieran la intención (o eso queremos creer) de crear cierta expectación sobre cuál sería el título en cuestión, la sorpresa también ha sido completamente nula. Dado que hay tres estudios de desarrollo dedicados a que no nos falte nuestra buena ración de pólvora, y teniendo en cuenta que se van alternando cada año, era evidente que le tocaba el turno a Treyarch. Si a esto sumamos que en Treyarch son los responsables de la subsaga Black Ops, a día de hoy la más aclamada junto con Modern Warfare, y que no parece que ni editora ni estudio tengan la menor intención de lanzarse a la piscina sin flotador, manguitos y la supervisión de un fornido socorrista que no les quite ojo, era más que evidente que lo que se traían entre manos era Call of Duty: Black Ops III.

Es decir, que por el momento la franquicia Call of Duty no ha faltado a su cita anual con el bombardeo mediático. Todo ha ido como siempre, como va todos los años desde que su editora encontrará uno de los filones comerciales más potentes de toda la historia de los videojuegos. Sin embargo, a bien de no faltar tampoco nosotros a nuestra cita anual con la ingenuidad, vamos a darle un nuevo voto de confianza al trabajo realizado por Treyarch. Pese a que lo visto no nos parece nada original, pese a que de hecho ciertas cosas nos parecen burdas copias de otros videojuegos tal y como ahora detallaremos, vamos a romper una vara en favor a esas tres o cuatro novedades introducidas que esperemos puedan llegar a servir para ofrecer algo de frescura dentro de tan explotada franquicia.

Un nuevo Call of Duty y yo con estas pintas.

Sí, como decimos el anuncio de este nuevo Call of Duty nos ha pillado a muchos en bata, pero no precisamente porque nos cogiera por sorpresa, sino por el hecho de que ya no nos preocupamos de ponernos guapos para recibirle, y cuando esto sucede con cualquier nuevo videojuego es porque algo no se está haciendo bien. No hace falta que entremos en detalles, todos sabemos que el gran problema de esta franquicia es una anualización que le impide salir de unas normas establecidas desde hace ya muchísimos años, y aunque bien es cierto que cada nuevo título sigue siendo un éxito comercial arrollador (menos CoD: Ghosts, ejem), no somos pocos los que perdimos el amor por Call of Duty hace ya… ¿tres?, ¿cuatro entregas?

Es por ello que Black Ops III debería estar obligado a sorprendernos, a recuperar a esa gran porción de público perdido, a aquellos jugadores que buscan mecánicas jugables más ricas, una mayor libertad de acción y una trama más compleja y elaborada que sea capaz de dejar atrás estereotipos similares a ‘soy un macho alfa americano contra el mundo’.

Y quizás es por ello que desde Treyarch hayan decidido apostar por llevarnos 35 años adelante en el tiempo desde los sucesos acontecidos en Black Ops II. Es decir, dejada atrás la fijación por la Segunda Guerra Mundial de las primeras entregas y por la época contemporánea en los Modern Warfare, parece que los Call of Duty de ahora quieren apostar en bloque por el futuro, ya sea más o menos próximo como Cod: Ghosts o más alejado en el tiempo como Advanced Warfare y esta nueva entrega.

Pues bien, la primera ya en la frente. La ambientación futurista no es algo que suene a innovación en absoluto, más aún viendo como Black Ops III toma tantísimas cosas prestadas de dos franquicias rivales: Titanfall y Deus Ex. Del primero toma ciertas aspectos referentes a la jugabilidad, como la posibilidad de poder correr y saltar por las paredes durante un tiempo limitado, mientras que del segundo toma la ambientación y no pocos detalles para una trama que parece calcadita a la que vimos en Deus Ex: Human Revolution y podremos continuar en el venidero Deus Ex: Mankind Divided, hasta el punto de que los propios responsables de ambos juegos, el estudio Eidos Montreal, no han sido capaces de contener su estupefacción.

Black Ops III nos lleva al año 2060 para presentarnos a una humanidad dividida ante el avance imparable de la tecnología. Dichos avances han permitido que los seres humanos no tengan límites gracias a toda una serie de implantes robóticos. Y como era de esperar los militares son los que parten la pana en esto de convertir a los seres humanos en temibles máquinas de matar pseudorobóticas, contando además con implantes neurológicos que les permiten reconocer el terreno, saber el número de enemigos al que hacen frente, su arsenal, o cuándo fue la última vez que fueron al baño.

El modo campaña para un solo jugador nos llevará de paseo por diferentes lugares del mundo, quizás por aquello de que hay que amortizar las tarifas lowcost de Ryanair antes de que el chollo se acabe. Por supuesto la gran mayoría de estas localizaciones son desconocidas por ahora, dado que de no ser así casi no tendríamos nada que comentar del juego de aquí a que llegue a las tiendas en el mes de noviembre. Por ahora se sabe que el primer episodio nos llevará a Singapur, mientras que El Cairo suena como otra posible localización con la Guerra de Yom Kippur de fondo, por lo que no nos extrañaría que diésemos algún que otro salto en el tiempo.

En cuanto a la faceta jugable, sí que es cierto que encontramos algún que otro punto que podría llegar a alterar para bien una fórmula ya explotada hasta la saciedad. Hablamos por ejemplo de la posibilidad de personalizar a nuestro personaje mediante el uso de Cyber Cores, que suponemos que hace referencia a los implantes cibernéticos que nos han metido hasta en el DNI. El caso es que se supone que habrá una buena variedad de ellos, y que podremos modificarlos, activarlos y desactivarlos en cualquier momento con la idea de ofrecer varias formas de encarar un mismo conflicto, pudiendo por ejemplo hackear vehículos, soportar más disparos o saltar más alto.

La otra gran novedad para la jugabilidad del modo campaña es que ahora podremos afrontarla de forma cooperativa con hasta cuatro jugadores ya sea vía internet o a pantalla divida, opción que habrá que ver si está disponible más allá de la versión de consolas. Cuando juguemos con nuestros colegas podremos marcar a los enemigos del escenario para que ellos conozcan su posición puedan o no puedan verles, de forma que se gana un punto táctico al fomentar el reconocimiento del terreno antes de actuar.

Mucho mejor en compañía.

Pero como ya todos sabréis, la auténtica perla dorada de cualquier Call of Duty es su modo multijugador. De hecho nos atreveríamos a decir que si no fuera por él esta franquicia estaría muerta y enterrada desde hace ya muchos años, por lo que es lógico pensar que desde Treyarch están poniendo todo su esmero en que alcance un gran nivel. Y para conseguirlo no hay nada mejor que mantener lo que gusta de los anteriores y tratar de ofrecer una pizca de frescura.

Esa primera pizca de frescura la encontramos en las nuevas formas de recorrer los escenarios, algo para lo que sus responsables han reconocido haberse inspirado en Titanfall, dado que, tal y como hemos comentado más arriba, ahora podremos correr por las paredes y saltar de un lado a otro como si fuéramos un Spiderman con el carnet de la Asociación Nacional del Rifle. Pero lo más destacado es que habrá varios tipos de soldados a elegir, divididos en especialistas.

Este punto parece ser un cambio sustancial en todo lo visto hasta ahora dentro de los multijugadores de Call of Duty, tratando de buscar una especialización similar a la vista en títulos como Evolve o el venidero Overwatch aunque ni por asomo tan marcada. Cada especialista contará con un arma de lo más singular y determinadas habilidades, como la posibilidad de marcar a todos los enemigos de la zona, desplazarse a la posición anterior al instante, correr y saltar más rápidamente que el resto o multiplicar los puntos para maximizar las rachas de muerte. Los especialistas desvelados hasta ahora responden al nombre de Ruin, Outrider, Reaper y Seraph.

Por lo demás no podríamos olvidarnos del famoso modo zombie, sin lugar a dudas una de las modalidades más aclamadas de los últimos Call of Duty introducida hace ya tantos años por la propia Treyarch en su Call of Duty: World at War, título con el que nos despedimos de la Segunda Guerra Mundial. Este nuevo modo zombies contará con un modo historia y sistema de progresión completamente independientes, lo que ha valido a sus responsables para afirmar que casi podría tratarse de un nuevo juego en sí mismo.

En el plano audiovisual, todo apunta a que nos encontramos, tal y como viene siendo habitual, ante una propuesta continuista respecto a la entrega anterior, la cual por cierto fue la encargada de llevar por fin un poquito más allá el nivel técnico de la franquicia tras años de estancamiento. Pero ojo, sin ningún tipo de alarde, sólo lo justo para poder decir que se trata de una propuesta de nueva generación. Y hablando de nueva generación, el lanzamiento de Call of Duty: Black Ops III ha sido confirmado por ahora para PC, PS4 y Xbox One, por lo que las entregas para PS3 y Xbox 360 están en el aire. Pero tranquilos, ¿acaso creéis que Activision va a dejar escapar a las decenas de millones de usuarios que aún no han dado el salto a la next gen? Es más que probable que detrás de dichas versiones se encuentre un segundo equipo de desarrollo trabajando a la sombra.

Gánate mi amor una vez más.

En definitiva, Call of Duty vuelve con la intención de dar guerra. Pero sí, está claro que sólo con la intención no se va a ningún lado, y por ello desde Treyarch parecen querer introducir ciertas novedades que podrían a llegar a cambiar un ecosistema plenamente asentado desde hace ya muchísimos años, al menos en el plano multijugador, porque la campaña suena tan poco refrescante como siempre, tomando no pocas ideas ‘prestadas’ quizás por aquello de que crear algo completamente nuevo de cero cuesta trabajo y conlleva sus riesgos.

Mirad, puede que un servidor suene desilusionado e incluso cabreado en este avance, al igual que suenan los comentarios de tantísimos usuarios en cualquier foro relacionado con Call of Duty. Pero razones no nos faltan para sonar así, más aún cuando los desencantados somos los primeros que deseamos que esta franquicia vuelva a ser capaz de sorprendernos, de ofrecer algo fresco con lo que atarnos a la silla durante horas y horas como ya hicieran los primeros episodios y el genial Modern Warfare, pero parece que eso no ocurrirá hasta que no se pegue un auténtico batacazo en ventas, de esos capaces de conseguir que incluso las editoras más importantes aprieten el esfínter.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿rompemos una vara en favor de Call of Duty: Black Ops III?

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