Eran cinco candidatos, y todos tenían sus papeletas para hacerse con el trono. En la lista final se podían ver juegos de la talla de Dark Souls II, Bayonetta 2 para Wii U, Sombras de Mordor, y Hearthstone, pero finalmente y cumpliendo con el pronóstico, fue Dragon Age: Inquisition, el excepcional RPG de Bioware y EA, quien consiguió hacerse con el premio al mejor juego del año.
A continuación os dejamos un vídeo con la entrega del premio más importante de The Game Awards, evento celebrado en Las Vegas el pasado 5 de Diciembre: