Blizzard es sin duda una de esas compañías que evitan bombardear el mercado con un alto número de títulos cada año, pero a cambio, juego que lanzan, juego que suele convertirse en un éxito rotundo.
Tras grandes superproducciones como World of Warcraft, Diablo III o Starcraft 2, la compañía californiana decidió tirar por otros derroteros para ofrecer una experiencia de proporciones menos épicas, pero capaz de atraer al mayor número de jugadores posibles. Bajo esa premisa nació Hearthstone un juego de cartas virtuales basado en un sistema similar al de juegos clásicos como Magic the Gathering.
A pesar de que el juego se lanzó oficialmente hace apenas 7 meses, ya cuenta con una auténtica legión de jugadores, y según anunciaba recientemente la propia Blizzard en su sección de noticias de Battle.net, recientemente se ha alcanzado la escalofriante cifra de 20 millones de usuarios en todo el mundo.
Hearthstone es un juego free-to-play que permite a los usuarios crear sus propias barajas, ampliar su colección de cartas y competir con otros jugadores online tanto en PC como en dispositivos iOS, y a pesar de su condición de juego gratuito, ya se ha convertido en una nueva gallina de los huevos de oro para la compañía gracias a las compras que se pueden realizar dentro del juego, ya sea para adquirir nuevos paquetes de cartas, participar en el modo de juego Arena, o hacerse con los desafíos que ofrece su primera expansión La Maldición de Naxxramas.
Tanto es así que en el segundo trimestre del presente año Blizzard reportó unos ingresos de 481 millones de dólares en compras online a través de su plataforma, lo que supuso un incremento de 383 millones respecto al mismo periodo del año anterior. Buena parte de esa diferencia proviene del espectacular éxito de Hearthstone, unas cifras que según afirma Mike Morhaime, presidente y co-fundador de Blizzard “han excedido con creces todas sus expectativas”.