Existen ciertas licencias que van tan unidas al nombre de su creador que cuesta imaginar una ruptura entre el creador y su obra. Por poner un ejemplo reciente que está en boca de todos, ¿qué sería de Metal Gear Solid sin Hideo Kojima? Lo mismo podemos decir de Rayman sin Michel Ancel o de BioShock sin Ken Levine.
En este último caso, el creativo rompió con su compañía a comienzos del año pasado, de forma que el estudio que lideraba, Irrational Games, cerró sus puertas. Muchos temieron entonces por el futuro de BioShock, más aún cuando hacía bien poco que nos sorprendieron gratamente con BioShock Infinite. Desde 2K Games y Take Two, dueños de la licencia, se mandó entonces un mensaje de tranquilidad que ha vuelto a repetir su CEO, Strauss Zelnick:
“La franquicia está en manos de 2K. Harán anuncios a su debido tiempo sobre futuros juegos. BioShock es sin duda alguna una saga permanente para nuestra compañía, una saga en la que creemos”.
Zelnick también ha tenido hermosas palabras para lo nuevo de Levine, asegurando que se trata de un proyecto “a la altura de lo que puedes esperar de Ken, algo muy creativo e innovador”.