Kickstarter ha supuesto una revolución dentro de la industria del videojuego, así como en otros mercados donde los inexpertos y sus proyectos suelen ser rechazados incluso sin darles una oportunidad. Gracias a esta aplicación de financiación colectiva, cientos de juegos han visto la luz gracias al interés de los usuarios, generando un impacto positivo en la sociedad.
Ahora, sus co-fundadores han decidido ir un paso más allá en su “lucha por las oportunidades”, y ha decidido cambiar la personalidad jurídica de la compañía para transformarla en una corporación benéfica. Este calificativo se le atribuye a las entidades que influyen en la sociedad y el entorno de forma positiva.
En un primer momento, Kickstarter fue ideada como una plataforma que cumpliese una función en la sociedad y con sus accionistas. Ahora, la corporación donará un 5% de sus beneficios netos, siendo la mitad de esas donaciones destinadas a ONGs que ayudan a personas afectadas por la discriminación, como colectivos LGBTQ, mujeres o minorías étnicas. La otra mitad dará soporte a la educación musical y artística, especialmente en las comunidades más necesitadas de Nueva York.
De esta forma la popular plataforma continúa su defensa de la igualdad, intentando ofrecer las mismas oportunidades ya no sólo a desarrolladores independientes, sino al público en general.