Un posible remedio para el mal sabor de boca de SimCity

Que el lanzamiento de SimCity fuera un absoluto desastre resultó ser sólo una parte de las decepciones que provocó uno de los títulos de gestión más esperados de los últimos tiempos. Los servidores sobresaturados que impidieron en acceso a muchos de los usuarios que habían comprado el juego fue un problema que se solucionó en cuestión de días, pero algunos de los planteamientos que sirvieron de base a al título, acabaron demostrando que no se tomaron las decisiones correctas, dando como resultado una avalancha de mensajes incendiarios pidiendo la cabeza de los responsables de EA en sus propios foros.

El juego cuenta con muchas virtudes, sin duda, pero fueron dos los problemas que acabaron empañando, por no decir arruinando la experiencia: una conexión obligatoria y un tamaño inusualmente reducido para crear ciudades.

Sobre el primero, poco se puede decir salvo que se trataba de un sistema DRM para monitorizar la actividad del juego y controlar la piratería. Por mucho que se anunciara a bombo y platillo como un beneficio para el jugador en forma de una gran experiencia online, gran parte de los usuarios lo percibieron como una característica molesta, y sobre todo, innecesaria. Tras una ingente cantidad de peticiones, EA y Maxis lanzaron un parche posterior permitía a los jugadores disfrutar de un modo offline, pero ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho…

El argumento de crear grandes regiones virtuales en el que se interconectaban las ciudades de otros jugadores, poco interesaba al jugador que simplemente quería sentarse delante de su PC y crear su ciudad como tantas otras veces había hecho en las entregas anteriores, y precisamente este planteamiento era el causante de un mal mayor que nos lleva al segundo problema.

El espacio disponible para construir ciudades en SimCity era simplemente asfixiante, y lo peor de todo es que tenía difícil solución porque el sistema de regiones del juego sólo permitía interconectar pequeñas ciudades en lugar de crear una gran metrópolis. Cualquier intento de agrandar el espacio disponible resultaba ser demasiado para el motor gráfico del juego, que sencillamente no daba para tanto porque había sido creado con otra idea en mente. El resultado, un juego que lo tenía todo para convertirse en el gran representante del género, pero que fue incapaz de encandilar a muchos de sus seguidores.

Pero ya sabéis que aquí el que no corre vuela, y siempre habrá alguien dispuesto a aprender de los errores ajenos para sacar partido a su propio proyecto. En esta ocasión, el avispado de la clase parece ser Paradox, creadores de grandes sagas de estrategia como Europa Universalis, aunque con experiencia en juegos de gestión de ciudades con sus dos entregas de Cities in Motion.

La pasada Gamescom sirvió como escenario para presentar su nuevo juego, Cities Skylines, con tráiler que mostraba ciudades que llegaban hasta el horizonte y un mensaje confirmando la posibilidad de jugar offline, algo poco usual en el anuncio de un nuevo lanzamiento.

Todavía se desconocen muchos de los detalles y características de Cities Skylines, aunque lo podría tener bien fácil para hacerse notar, porque su principal competidor dejó el listón a media altura.