Los primeros meses de vida nunca son fáciles para una nueva consola, sobre todo debido a la ausencia de grandes lanzamientos exclusivos, lo que lleva a un buen número de potenciales compradores a esperarse un año o incluso más a hacerse con ella para poder disfrutar de un catálogo de títulos más amplio y, a ser posible, de una rebajita en su precio de venta.
En el caso de Wii U, la última sobremesa de Nintendo, la situación ha llegado a ser crítica, siendo para muchos la causante de las pérdidas económicas que la firma de Kioto encadena durante los últimos dos años. Y es que esta consola, que salió a la venta en noviembre de 2012, no ha conseguido despegar hasta esta misma primavera gracias al lanzamiento del sobresaliente Mario Kart 8. Y sinceramente, de no haber sido por él no sabríamos qué sería de ella ahora mismo…
Por suerte no hay que hablar de muerte prematura. La estrategia de Nintendo de centrarse en exclusiva en sus pocos pero muy buenos títulos de producción interna parece estar funcionando, y Wii U ha conseguido superar los 7,29 millones de unidades vendidas en todo el mundo al colocar más de 1,12 millones durante los últimos tres meses. Además las expectativas son que esta tendencia continúe al alza, dado que recientemente han lanzado en colaboración con Platinum Games el también sobresaliente Bayonetta 2, y a la vuelta de la esquina está el nuevo Super Smash Bros.
Eso sí, si comparamos las cifras de Wii U con las de PS4 la situación no es ni mucho menos tan genial. La de Sony superó el pasado agosto los 10 millones de unidades vendidas sin haber cumplido siquiera el año de vida, mientras que Xbox One parece estar despegando tras eliminar Kinect de la ecuación. A todo esto hay que sumarle el hecho de que las grandes editoras como Electronic Arts, Activision y Ubisoft continúan dando la espalda a la de Nintendo en lo referente a grandes lanzamientos, dejando claro que no todo son rosas en el camino de Wii U por hacerse un hueco entre la nueva generación.