A estas alturas ya nadie podrá negar que Wii U, la por ahora última consola de sobremesa de Nintendo, no ha conseguido estar ni de lejos al nivel comercial de su predecesora, una Wii que arrasó en las tiendas gracias a su gran acogida entre el público casual.
Protagonizando un arranque torpe y lento, sus primeros meses de vida no fueron nada fáciles debido a la ausencia de grandes lanzamientos y al casi inmediato abandono por parte de grandes editoras como Electronic Arts y Ubisoft. Su primer cumpleaños coincidió más o menos con la llegada a las tiendas de PS4 y Xbox One, y la de Nintendo no tardó en ser superada ampliamente.
En 2014 sus ventas repuntaron gracias al lanzamiento de grandes títulos como Mario Kart 8 y Batonetta 2, mientras que este año ha acogido a Splatoon, un título notable que está rindiendo francamente bien en las tiendas. Sin embargo Wii U ha vendido menos de lo esperado durante los últimos meses, unas 40.000 unidades menos, aunque bien es cierto que ha conseguido romper una barrera psicológica importante, la de los 10 millones de consolas vendidas en todo el mundo.
Si analizamos sus ventas por territorios, donde mejor parada sale es en América, superando los 4,85 millones de unidades. Le sigue Europa con 2,68 millones y Japón con 2,48 millones. La previsión de la compañía de Kioto para el actual año fiscal que termina el próximo 31 de marzo de 2016 es alcanzar los 3,4 millones de consolas vendidas.
Por lo demás sabemos que Nintendo tiene intención de presentar en público el año que viene a su sucesora, la por ahora conocida como Nintendo NX, confirmando así la corta vida de Wii U.