Los diputados han condenado oficialmente al cigarrillo a su extinción en lugares públicos. A partir del 2 de enero entra en vigor la nueva ley que no dejará fumar en los espacios públicos cerrados. Esta ley se ha aprobado con una “aplastante” mayoría en el Congreso de los Diputados.
“Esta ley es un paso decisivo para la defensa de la salud pública”, ha afirmado la ministra de Santidad, Leire Pajín. “Es una ley necesaria que hace historia”, añade.
Pajín tranquiliza al sector hostelero aunque comprende que sus dudas son lógicas ante la nueva situación. Les advierte de que los bares no se quedarán sin clientes y que puede ser incluso una oportunidad de negocio. “Decir que los bares sin humo se quedarán sin clientes es como decir que porque se permite fumar, los bares se llenan. Ni una cosa ni otra”, ha señalado.
Esta mayoría de votos para la aprobación de la ley se justifica por la conformidad de todos los diputados en que el 2011 ofrece, de esta manera, a los adictos al tabaco una oportunidad para dejarlo y al mismo tiempo se ayuda a los 800.000 trabajadores de la hostelería a ejercer su jornada laboral sin contaminación. Con esto, se quiere evitar que las muertes de fumadores pasivos asciendan. En España hay una media de 5.000 personas fallecidas al año.
Se pide responsabilidad compartida para el cumplimiento de la ley, aunque Pajín admite que “no será fácil ni inmediato”.
Por su parte, la socialista Pilar Grande ha pedido la implicación de las comunidades autónomas para aplicar esta ley. También ha destacado que el objetivo es bajar la cifra de personas fallecidas por enfermedades derivadas del tabaco, que oscila en 166 españoles al día.
La nueva ley prohibirá fumar en todos los locales de ocio, bares y restaurantes sin excepción y en los recintos hospitalarios (centro y alrededores), acercándose en esta materia la modelo francés.
Sí se permitirá fumar en espacios al aire libre de campus universitarios y en las terrazas, entendiendo a estos espacios como semicerrados, dos paredes y techo. También estará permitido en clubes privados de fumadores, en establecimientos penitenciarios, centros psiquiátricos, de mayores y de personas con discapacidad, los hoteles reservarán un 30% de sus habitaciones para fumadores.
Los cambios más destacables aprobados se han referido a la venta del tabaco. Estará permitido en gasolineras y negocios que se dediquen a la venta de prensa (como kioscos de aeropuerto y los tradicionales).
Para amparar esta nueva regulación, los medios de comunicación no emitirán ninguna imagen en la que sus trabajadores fumen o publiciten tabaco.
Las infracciones leves serán sancionadas con multa de hasta 30 euros, las graves serán de hasta 10.000 y por las muy graves se llegará hasta los 600.000 euros.