Carlota se perdía en clase y prestaba muy poca atención a su profesora. Eso provocaba que sus notas se resintieran. Además su actividad física era excesiva y traía a sus padres de cabeza. Hasta aquí, Carlota era una niña “muy movida” y algo despistada. Pero estos síntomas fueron generando problemas escolares y en su vida social. Sus padres se preocuparon y acudieron a un especialista que diagnóstico el problema: Déficit de atención e hiperactividad.
Este caso, figurado, podría ser uno más de los 1.600 niños riojanos con Trastorno del Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH). La Asociación Riojana de padres de niños afectados por este Trastorno celebra su III Semana de concienciación y no van a dejar ni un solo rincón de Logroño y La Rioja en el que se desconozca este trastorno que complica la vida a niños y a padres.
Aunque parece que es novedoso, lo cierto es que el TDAH se lleva estudiando más de 100 años. Así lo indica Mari Carmen Meroño, secretaria de la Asociación que se fundó hace ya 11 años con un motivo claro: para buscar soluciones a las carencias que tienen estos chicos.
“El TDHA es un trastorno psiquiátrico de origen neurobiológico, provocado por un desequilibrio químico en ciertos transmisores cerebrales, lo que produce una serie de síntomas y de dificultades. Los principales síntomas son déficit de atención, hiperactividad motriz, y todo eso con el añadido de que existan disfunciones en las funciones ejecutivas cerebrales, lo cual dificultaría la vida diaria de los niños” asegura Mari Carmen.
Y es que estas dificultades de las que habla pueden provocar problemas a la hora del aprendizaje escolar, complicaciones en la organización de tareas, en la empatía… suelen ser niños más inmaduros y lógicamente con dificultades en el colegio y en sus relaciones sociales.
Mari Carmen informa que el tratamiento más exitoso es el multimodal: una combinación de atención farmacológica con un tratamiento psicológico junto a un entrenamiento familiar y también con cierta adaptación por parte del colegio. “El cole también tiene que poner de su parte para superar ciertas dificultades que conllevan este trastorno. Y si todo se trabaja a una, el pronóstico suele ser bueno”.
La atención médica ha mejorado mucho. Aunque existen carencias: en La Rioja sólo dos especialistas atienden una consulta cada vez más saturada debido a la preocupación de los padres sobre este tipo de trastorno. Una neuropediátra y una psiquiátra infantil del Hospital San Pedro de Logroño, son las dos profesionales que tienen diagnosticar todos los casos en nuestra región.
La Asociación quiere arrojar luz sobre un problema pero tampoco desea crear alarma social. “Es cierto que se tiende a consultar al especialista con excesiva frecuencia. Y no todos los niños movidos son hiperactivos” dice Mari Carmen, “hay niños muy movidos, traviesos y nerviosos pero que no tienen el trastorno y eso no le dificulta su vida diaria. Pero cuando esa actividad es excesiva, cuando no atiende a sus tareas, no las termina, se pierde en clase, no se organiza la mochila, no sabe cuándo tiene un examen y todo eso es un problema para su vida diaria y en su aprendizaje, es cuando podemos sospechar que hay un problema de fondo y hay que consultar al especialista. Pero hay que recordar: tu niño puede ser muy movido y no tener ningún trastorno.