El director general de Caja Rioja en el momento de su integración en Bankia, Jorge Albájar, ha asegurado hoy que la entidad estaba “sobredimensionada” dentro de una “sobrecapacitación nacional” de las cajas de ahorro que motivó insistencia, por parte del Banco de España, para que se desarrollasen fusiones.
Albájar ha comparecido dentro de la Comisión parlamentaria de Investigación que trata de esclarecer la situación de Caja Rioja en el momento de fusionarse con Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caixa Laietana, Caja Ávila y Caja Segovia en Bankia y alumbrar Bankia.
Era el año 2010 y Caja Rioja, ha explicado su entonces director, tenía una situación financiera para “presumir”. A pesar de ello, y por su tamaño, estaba “más expuesta” a la crisis económica “en solitario”.
“Tomamos la decisión con tranquilidad, sin la urgencia que genera estar en una situación delicada”, ha relatado Albájar, insistiendo en que “estaba bien gestionada y era sana y solvente, pero su pequeño tamaño era vulnerable a la crisis”.
Su gestión, ha relatado, “se basaba en renunciar al crecimiento rápido” con una “mejoría sustancial en indicadores clave”, como la “morosidad”. Así, se afrontó una fusión “desde la necesidad impuesta pero con la tranquilidad de una buena posición financiera”.
Para Albájar, la situación solvente de Caja Rioja “no hubiera servido para mucho de seguir el solitario” y, con la fusión, se situaba “bajo un paraguas importante ante una crisis”. Los pasos, además, fueron “supervisados por el Banco de España y la auditoría PricewaterhouseCooper” y “los criterios contables fueron los correctos”.
Desde Podemos, el diputado Germán Cantabrana ha preguntado por posibles “presiones” del Banco de España, ante lo que el director de Caja Rioja ha considerado que, si bien ese término no es el adecuado, el Banco de España, en cada foro, insistía en la necesidad de que hubiera “menos entidades” y de “eliminar un exceso de capacidad” porque habían crecido en exceso las oficinas.
“Conscientes de la debilidad estructural de nuestro tamaño, nos recordaba la necesidad de participar en procesos de fusión”, ha dicho al tiempo que ha señalado que “no había presión” por la “tranquilidad” de la situación de Caja Rioja.
Preguntado, también desde Podemos, sobre si había habido “apercibimientos de mala valoración de riesgos” ha concretado que “había escritos de recomendaciones” desde el Banco de España porque “todas las situaciones eran mejorables”. Ha negado que el Gobierno de La Rioja, “como tal”, interviniera en el proceso.
En cuanto a los cambios contables en 2010, tras formar parte de Bankia, el ajuste en balance, ha dicho, fue “negativo”, aunque “sin impacto en los resultados”. “Se produjo una integración y los balances se consolidaron”.
Preguntado por las primas por objetivos, ha explicado que el noventa por ciento de la plantilla tenía incentivos, así como el comité de dirección y el director general; y el consejo tenía “total discrecionalidad”. Ha negado que hubiera un viaje a Roma a gastos pagados del consejo de dirección. “Mientras he estado yo de director de la caja no”, ha dicho.
Desde el PSOE, Ricardo Velasco ha apuntado a los despidos y cierres de oficinas y le ha preguntado si fueron resultado de la fusión. Albájar ha afirmado: “Sí, pero”, ha añadido, “si no se hubiera producido no sabemos qué habría pasado; la realidad del problema era que existe un sobredimensionamiento del sector”.
“Hubo un intento de mantener la plantilla, pero estábamos en una situación de sobredimensión”, ha aseverado.
Velasco ha insistido en que los cambios contables tras la fusión en Bankia supusieron la pérdida de nueve millones de euros. “Si no se hubiera hecho la fusión no sé cuál hubiera sido el cierre contable”, ha dicho el director.
Desde el Partido Popular, su portavoz Jesús Ángel Garrido ha apuntado al informe pericial, desvelado en prensa, que desvelaría que se habrían ocultado esos nueve millones de pérdidas de Caja Rioja a los que también había aludido el PSOE.
El director de la entidad ha recordado que los “autores” del informe ya indicaron que su trabajo “no fue analizar la situación de Caja Rioja, sino la de Bankia”. También ha dicho no haber tenido “acceso” a ese informe.
Ha insistido en las diferencias contables, una vez producida la fusión. “La contabilidad no es una ciencia exacta y da a interpretaciones”. Ha explicado que las cajas manejaban “criterios contables”, pero tras la fusión se añade una “apuesta valor razonable”.
CONCLUSIONES
Para concluir la sesión, Cantabrana ha reconocido el “error” de haber preguntado por un viaje a Roma del que le habían informado, cuando en realidad, ha dicho, fue a Praga. También ha creído que “los cambios de criterios contables alteraron decisiones”.
El director, en este caso, ha dicho que sí hubo un viaje a Praga, y a Santiago de Compostela, Segovia y Ávila, con valor de “calidad de la convivencia” y valor “humano”, como se hace “en muchas empresas”.
Velasco ha puesto en duda los ajustes contables y ha creído que el plan de pensiones, consecuencia de la fusión, perjudicó la situación financiera de Caja Rioja. “Hemos perdido ese elemento que vertebraba la comunidad”, ha dicho.
En la sesión de hoy, Garrido ha mostrado su disgusto por las interrupciones de la presidenta de la Comisión, la socialista Sara Orradre, sólo a sus intervenciones y Orradre le ha replicado al popular que lo que ocurre es que “no le conviene aclarar nada”.